En el marco del proceso de modificación de Estatuto Orgánico, el pasado 15 de mayo se dio inicio a la fase participativa para elaborar la nueva carta de navegación institucional.
La jornada comenzó con una asamblea triestamental en el Aula Magna, que luego dio paso a reuniones por Facultades y Departamentos, donde todos los miembros de la comunidad universitaria fueron convocados a participar en el debate.
De acuerdo a la directora del Departamento de Historia y presidenta del Comité Triestamental, académica Dra. Cristina Moyano Barahona, la evaluación de dicha instancia fue positiva.
“Estimamos que hubo una buena participación de los distintos estamentos de la Universidad, con una convocatoria significativa en el Aula Magna y en las asambleas de Facultades y Departamentos”, señala.
La instancia de reflexión se repetirá el próximo jueves 30 de mayo, en horario protegido de 11.20 a 12.50 horas, lo que regirá para estudiantes y funcionarios. Allí la organización espera retomar la discusión enunciada en la primera jornada.
“Como Comité, detectamos que en los distintos espacios había mucha intención de participar, y creemos que son estos lugares los más óptimos para recoger los primeros debates que van a proyectarse luego en propuestas”, aseguró la académica.
La Dra. Moyano agrega que ese día esperan entregar “toda la información respecto de cómo se van a presentar las propuestas, ya que en la actividad anterior, se discutió principalmente el sentido del Estatuto Orgánico y en qué consistía el reglamento DFL149”.
Por lo mismo, la académica sostiene que el próximo jueves se pondrá más énfasis en los alcances y potencialidades de la Ley 21.094 de Universidades Estatales. Junto con ello, se entregará un cronograma de actividades organizadas por el Comité Triestamental, que considera jornadas de discusión y foros.
Firmas
Entre los puntos que marcó la discusión inicial, estuvo la entrega de propuestas de reforma al Estatuto. En ese aspecto el Comité Triestamental estimó que quienes emitan o deseen hacerlas llegar, estas deben venir avaladas por 25 firmas de miembros de la comunidad.
“Pueden ser estudiantes, académicos, funcionarios, profesionales o administrativos. La idea es que esas propuestas no nazcan de la voluntad individual, sino que den cuenta que este ha sido un proceso participativo”, explica la académica.
En la misma línea, la Dra. Moyano insiste que esto demostrará que dicha propuesta representa a un conjunto de actores de la Universidad. “Nuestro objetivo es que esas 25 firmas respalden la respectiva modificación, eliminación o agregación al DFL149”, afirma.