- Mi Primera Empresa es el nombre de la idea desarrollada por Orlando Garrido, Jimmy Arias, Jesús Jara y Cristián Catalán, que en poco tiempo ha conseguido una cartera de clientes interesados en desarrollar sus emprendimientos, productos o servicios utilizando las ventajas del marketing digital.
Durante su último año en la Carrera de Ingeniería en Agronegocios, de la Facultad Tecnológica, Jimmy Arias y Orlando Garrido tuvieron la idea de crear una empresa que prestara asesoría en gestión a otras firmas o emprendimientos. Se entusiasmaron y, aunque tenían empleo, reclutaron a dos compañeros de carrera, Jesús Jara y Cristián Catalán, para desarrollar el proyecto en sus horas libres.
A comienzos de 2011 la idea estaba madurada, se trataba de la consultora Proexan (Profesionales Expertos en Agronegocios). Trabajaron en ella en sus jornadas libres, porque ya estaban insertos en el mundo laboral, pero un año y medio después, el escenario era otro para la empresa y dispuestos a sacar el proyecto adelante, apelaron a su capacidad de resiliencia para darle un nuevo aire.
El nuevo enfoque había avanzado por una línea paralela a la idea original. Ya que si bien, al principio se habían concentrado en apoyar emprendimientos desde ideas muy inmaduras, se dieron cuenta que en muchas ocasiones, los dueños de esas ideas no tenían claros sus objetivos y no estaban dispuestos a correr riesgos, por lo que el tiempo dedicado a esos propósitos no era rentable.
Sin embargo, entre los complementos que habían explorado con Proexan, había surgido la idea de asesorar a empresas ya establecidas o empresarios con experiencia, en el desarrollo de nuevos productos, servicios o ideas.
El trabajo de detección de clientes ya lo tenían, habían golpeado numerosas puertas y se habían dado cuenta que tampoco debían limitar su gestión a los agronegocios, sino ampliarla. Este nuevo enfoque tenía mucho campo para cultivar. Así, nació Mi Primera Empresa.
En junio de 2012 se constituyó la firma y ocho meses después, los cuatro socios ya están trabajando en jornada completa.
Del agro a la publicidad
Con el nuevo aire, Mi Primera Empresa se orientó a prestar servicios de asesorías principalmente a Pymes, para potenciarlas o administrar su sitio web. La sociedad se convirtió en una agencia de marketing digital, que además trabaja con estudios de mercado y continúa asesorando a emprendedores comprometidos.
“A muchas personas les causa extrañeza que seamos de Agronegocios y que nos desenvolvamos en el área digital. Pero se entiende a partir de que la base de nuestra carrera es muy similar a Ingeniería Comercial. La Universidad nos entregó las herramientas y tenemos las capacidades para hacerlo”, sostiene Orlando Garrido, jefe de marketing.
Con cerca de 160 clientes, entre la cartera estable y la esporádica, están instalados a tiempo completo, en una oficina en el centro de Santiago.
Se han especializado en apoyar la gestión de publicitaria a través de las plataformas de Google Adwords y del posicionamiento a través de redes sociales. Los clientes se han ido pasando el dato y el aspecto que nació como complemento hoy es el motor de la empresa.
“Nos enfocamos a la imagen corporativa, posicionamiento web y marketing digital, donde las Pymes tienen grandes deficiencias”, indica Orlando Garrido y su socio, Jesús Jara explica: “Estamos aplicando el marketing a la internet. Tuvimos varias asignaturas de mercadeo y comercialización y estamos aplicando lo que aprendimos”.
No obstante los avances en esta área, piensan insistir en la gestión de negocios con emprendedores en etapa inicial. Sólo que, con la experiencia que han adquirido, saben que ese tipo de proyectos toma más tiempo y riesgos, por lo que con más planificación quedan en mejor pie para asesorar a los emprendedores.
“Ahora Proexan es el complemento”, reconoce Garrido. Pero la gestión ha traido buenos resultados y contrataron a otro compañero de carrera, Víctor Fernández, junto con la colaboración de un estudiante en práctica de programación.
La empresa ha crecido y orienta también a sus clientes en la iniciación de actividades, la oficialización de la personalidad jurídica y la planificación de sus negocios. Y entre quienes depositaron su confianza en ellos se encuentran: clínicas dentales, empresas de transportes, exportadoras, constructoras, empresas eléctricas, y también particulares independientes.
“Ahora la mayoría de los clientes llega por recomendación”, finaliza Garrido.