Desarrollo tecnológico apunta a conseguir un producto sustentable:

Egresados buscan reproducir metabolitos del maqui en laboratorios sin generar frutos

Considerando que la producción de la Aristotelia chilensis (maqui) es netamente silvestre, estacionaria, propia del sur de Chile y que se encuentra en amenaza por su depredación para fines comerciales, los Bioquímicos Leonardo Pavez y Marcelo Ortega junto al Ingeniero Civil Industrial, Iván Castro -todos egresados de nuestro plantel-, crearon el emprendimiento Propagomisc, que produce sus metabolitos sin la necesidad de generar frutos, sino directamente de la planta a través de un sistema tecnológico llamado biorreactor. El proyecto incubado por el Centro Innovo se encuentra en etapa de desarrollo y apunta a insertarse en el mercado como polvo en suspensión y cremas cicatrizantes.
“Vimos el problema, la necesidad del mercado y quisimos reproducir las mismas propiedades atractivas que posee el maqui, que son moléculas antioxidantes, baja los niveles de azúcar para diabéticos y muchos otros beneficios. Dijimos ‘hagamos que esas moléculas se produzcan en las hojas con nuestro conocimiento y lo que sabemos hacer’”.

El fruto maqui presenta metabolitos beneficiosos para la salud, actuando como antioxidante, reduciendo niveles de azúcar, ayudando a prevenir el cáncer, retardando el envejecimiento prematuro de las células, entre otras características. Sin embargo, su producción es netamente silvestre, estacionaria y propia del sur de Chile.

Considerando sus beneficios y su alta depredación para fines comerciales, surge Propagomisc SpA, creada por los egresados de la U. de Santiago, los bioquímicos Leonardo Pavez y Marcelo Ortega junto al Ingeniero Civil Industrial, Iván Castro, quienes utilizando un sistema tecnológico denominado biorreactor, producen los metabolitos directamente de la planta.

El proyecto incubado a principios del 2018 por el Centro Innovo se encuentra en etapa de desarrollo, y apunta a insertarse en el mercado como polvo en suspensión y cremas cicatrizantes, destacando que la producción de las plantas se estima en 3 meses gracias al desarrollo tecnológico, a diferencia de los 4 a 8 años que requiere para crecer una planta silvestre.

“Vimos el problema, la necesidad del mercado y quisimos reproducir las mismas propiedades atractivas que posee el maqui, que son moléculas antioxidantes, baja los niveles de azúcar para diabéticos y muchos otros beneficios. Dijimos ‘hagamos que esas moléculas se produzcan en las hojas con nuestro conocimiento y lo que sabemos hacer’”, comenta el egresado Leonardo Pavez sobre el inicio del proyecto.

Fue así como el equipo de egresados de la U. de Santiago inició a comienzos del 2018 el innovador proyecto, que se encuentra en etapa de desarrollo.

La idea de salvar vidas

Desde su infancia, Leonardo Pavez tuvo un gusto especial por la ciencia. Cuenta que en el patio de su casa experimentaba con plantas, insectos y animales, estudiando su anatomía externa.  Más tarde, en enseñanza media, desarrollaría un fuerte interés por las ciencias biológicas.

“Quería tratar de salvar vidas de forma masiva. Entonces, en tercero medio, leyendo sobre la U. de Santiago -que ya me atraía-, encontré la Facultad de Química y Biología. Vi el programa de Bioquímica, su perfil de egreso con énfasis en investigación, que era lo que quería hacer para aportar desde mi profesión a la humanidad”, recuerda.

De su paso por el plantel, rescata los valores que le inculcó así como sus espacios colaborativos. “Conocí a la U. de Santiago por mi hermano, que estudió Ingeniería Civil Metalúrgica. Un día la visité y me encantó que todas las Facultades estuviesen juntas. Hoy guardo muy buenos recuerdos, desde las clases, profesores, el ambiente que es muy enriquecedor; así como el que hayan hartas Facultades, permite tener distintas miradas del mundo en la misma universidad”, comenta.

Sobre Propagomisc cuenta que desde su paso por la universidad, donde fue compañero de carrera junto a Marcelo Ortega, pensaron en crear un proyecto de I+D.

Partieron con una idea sobre lechugas, donde buscaban obtener su vitamina B12 para satisfacer necesidades de vegetarianos, pero la falta de visión comercial no les permitió avanzar.

Incluyeron a su equipo al también egresado del plantel, el Ingeniero Civil Industrial, Iván Castro, con quien materializaron la idea del maqui, adjudicándose el proyecto Innovo a comienzos del 2018

“Optamos por trabajar con el maqui, que es una  planta nativa, atractiva para el mercado, pero que por lo mismo está siendo depredada. Hoy la producción del maqui no es sustentable, porque crece de forma silvestre. La gente va lo cosecha, y depreda el árbol”, recuerda Pavez.

Respecto al avance del proyecto, adelanta que ya lograron reproducir las mismas moléculas del fruto en la hoja, pero en una menor concentración. Ahora están enfocados en alcanzar la misma concentración del fruto.

“En nuestro sistema controlado tecnológico podemos producir en una hectárea lo que produce todo Chile en un año. Ahora estamos trabajando en escala piloto, enfocados en producir la mayor cantidad de compuestos antioxidantes en la hoja, a nivel de laboratorio. Luego continuaremos con su escalabilidad”, indica.

El equipo además estudia las propiedades antimicrobianas del extracto para establecer una futura línea de negocios.

Autor: 
Soledad Fuentes Mansilla
Fotografía: 
Cedida