Juan Guzmán Tapia

Integrante de la Junta Directiva recibe importante distinción internacional

El actual director de la Junta Directiva de nuestra Casa de Estudios, Juan Guzmán Tapia, fue distinguido con el premio Harald Edelstam por su relevante contribución en la defensa de los derechos humanos, en ceremonia realizada en Estocolmo. El jurista señala que “es una distinción que se entrega a personas que tienen atributos importantes de la personalidad de Harald Edelstam y me honra profundamente”, sostiene al aludir al diplomático y embajador de Suecia en Chile, quien protegió a varios perseguidos políticos tras el golpe militar de 1973.
“Tiene que haber mayor reglamentación, mayor observación, y mayor aplicación de los derechos humanos en los distintos sectores, como los tribunales de justicia, gendarmería, desde luego dentro de las cárceles, y, también en la misma dificultad que hay en hacer uso de los distintos servicios estatales”

El integrante de la Junta Directiva del Plantel y ex juez, Juan Guzmán Tapia, de 77 años, recibió el pasado martes 15 de noviembre en una ceremonia en la Casa de la Nobleza, en Estocolmo, Suecia, el premio Harald Edelstam por su relevante contribución en la defensa de los derechos humanos.

 

El reconocimiento, instaurado en 2009, debe su nombre al recordado diplomático y embajador de Suecia en Chile, quien protegió a varios perseguidos políticos tras el golpe militar de 1973. Fue expulsado a fines de ese año por la junta militar al ser declarado persona non grata. Murió en 1989, en Estocolmo, a los 76 años.

 

Juan Guzmán destaca que al ser un reconocimiento que lleva el nombre del embajador “es un premio que me honra mucho”.

“Es un premio que se da a personas que tienen atributos importantes de la personalidad de Harald Edelstam, de su carácter, de su valentía. Entonces obviamente me honra profundamente, por haber sido puesto el nombre del premio de una persona tan valiosa para nuestro país”, señala el jurista.

 

En ese contexto, el abogado recuerda que en plena dictadura “nadie sabe cuántos viajes hizo Edelstam desde el Estadio Nacional hasta las sedes de la embajada de Suecia, y de Cuba, con numerosas personas en su auto, chilenos, suecos, extranjeros, arriesgando su vida, haciendo una labor a favor de la gente y de los derechos humanos, algo totalmente fuera de precedente”.

 

En los últimos años, Juan Guzmán se ha dedicado a la docencia y a desempeñarse como juez árbitro. Se encontraba en París al momento de recibir el llamado desde Suecia para contactarse con la presidenta de la Fundación Harald Edelstam, Caroline Edelstam, nieta del diplomático.

 

Según el ex juez, se le comunicó que recibió la condecoración por su mérito, por su lucha por los derechos humanos, por su valentía, y su consecuencia, entre “muchas otras cualidades”. “Fueron muy elogiosas las palabras de la Fundación”, indica.

 

Derechos humanos en Chile

 

De acuerdo con Juan Guzmán, el momento que vive nuestro país “es difícil”, y eso se proyecta en el ámbito de los derechos humanos.

“En Chile cada vez está más difícil la gobernabilidad, eso lo vemos todos, basta con revisar la prensa para darnos cuenta que estamos pasando por un momento difícil. En cuanto a los derechos humanos, ha habido lamentablemente muchas situaciones que nos hace pensar que están un poco abandonados”, subraya.

 

El jurista argumenta que “tiene que haber mayor reglamentación, mayor observación, y mayor aplicación de los derechos humanos en los distintos sectores, como los tribunales de justicia, gendarmería, desde luego dentro de las cárceles, y, también en la misma dificultad que hay en hacer uso de los distintos servicios estatales”.

 

En esa línea, Guzmán agrega que “vemos que, por un lado, se quejan amargamente las personas que trabajan en el servicio público, y también se quejan las personas que reciben servicios. Y todo esto corresponde, en gran parte, a una falta de observación de los derechos de las personas”.

 

“El Ejército volvió a ocupar su lugar”

 

Respecto a la situación actual del Ejército y su relación con los derechos humanos, Guzmán explica que “a Dios gracias, podemos decir que anda bien”.

 

“El Ejército se ubicó en el lugar que le corresponde, como garante de la paz pública y al mismo tiempo protector ante amenazas de potencias extranjeras. O de asistente en las situaciones de catástrofe que se producen en el país. Es decir, volvió a ocupar el lugar que tan dignamente había ocupado por tanto tiempo”, recalca.

 

Nueva Facultad de Derecho

 

En cuanto a la nueva Facultad de Derecho del Plantel, que hará su debut el próximo año, Juan Guzmán, destaca que a pesar de ser una Universidad elogiada por la ciencia y la ingeniería, entre otras áreas, “el aspecto humanístico es muy relevante”.

 

“El aspecto de especialización en el derecho es muy importante. Unas de las ideas que se tomó en consideración para que se haga efectivo este proyecto de una Facultad de Derecho para la Universidad, fue precisamente la importancia que va a tener el aspecto aplicación del derecho en los distintos campos, como la minería, la ecología, los recursos hídricos, entre otros”, puntualiza.

 

Acota que “si uno analiza la cantidad de temas que son enseñados, estudiados, e investigados en la Universidad de Santiago, dan cuenta que una ayuda desde el punto de vista de abogados especializados en estos temas sería muy valiosa. Así que yo creo que esta Universidad, más que otras, requiere una Facultad de Derecho”.

 

Proyectos

 

El jurista aclara que paulatinamente dejará la docencia para dedicarse exclusivamente a concluir un par de libros que dejó a medio camino.

 

“Quiero dedicarme a escribir, tengo dos libros que tengo comenzados, y quisiera dedicarme a ellos. Lamentablemente surgen cosas permanentemente, uno es abogado y la gente cree que es conocedor de todas las materias y en realidad no es así. Uno es conocedor de las materias en las cuales trabaja, y eso me ha retardado en estos dos libros”, precisa.

 

Aclara que los libros no están relacionados con los derechos humanos, sino que indagan sobre la ética social. “Los derechos humanos hay que aplicarlos más que escribir sobre ellos”, concluye el ex juez.