- El académico del Eciades Juan Tejo, tiene una mirada crítica respecto del plan lanzado por la Junaeb esta semana, que busca disminuir el sobrepeso de los niños en un 2% planteando como plazo finales de 2020. El especialista en nutrición y actividad física afirma que la autoridad debe fijarse este objetivo de manera anual, a fin de bajar rápidamente las cifras actuales. “Para estar acorde a los estándares internacionales, debiéramos estar en menos del 25% de obesidad, que equivale a la mitad de lo que hoy registramos”, enfatiza.
Esta semana, el Gobierno dio a conocer ‘Contrapeso: Plan Contra la Obesidad Estudiantil’. De acuerdo a la Presidenta Michelle Bachelet, uno de los objetivos de este compendio de 50 medidas, que se implementará en marzo próximo, es disminuir la tasa “en un 2% para estudiantes de primer año básico al año 2020, en establecimientos donde se ejecutan sus programas”. Según el último mapa nutricional de la Junaeb, el 51,1% de los alumnos de este nivel presenta obesidad o sobrepeso.
Para el experto de la Universidad de Santiago de Chile, Juan Tejo, la meta trazada por el Gobierno “es insuficiente, en consideración a que la magnitud de la obesidad y el sobrepeso infantil es enorme”.
El nutricionista y profesor de educación física afirma que fijarse una meta más “ambiciosa”, de reducir anualmente un 2% la prevalencia de la obesidad, resultaría un objetivo más “interesante” que el que se propone. Sin embargo, afirma que aun si esto se estableciera, “nos vamos a demorar muchos años en disminuir a menos del 25% de obesidad. Para estar acordes a los estándares internacionales, debiéramos estar en menos de ese porcentaje, que equivale a la mitad de lo que hoy aparece”.
“Ser récord mundial en obesidad infantil en primero básico requiere de muchos más esfuerzos. Al reducir la prevalencia, frenamos el avance y disminuimos a los que ya teníamos enfermos”, subraya el académico de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física, el Deporte y la Salud (ECIADES) del plantel estatal.
Cualquier medida es bienvenida
Con todo, el especialista señala que “cualquier medida para contrarrestar la obesidad es muy bienvenida” y destaca que, a diferencia de propuestas anteriores, la actual contempla fondos suficientes para implementarse. “Las propuestas anteriores no explicitaban los recursos para hacer las actividades dentro de los colegios. Entonces, tiene fortalezas enormes”, señala.
Por otra parte, resalta que con el enfoque de este plan los estratos de menores recursos serán los primeros beneficiados. Esto, porque “al cambiar la oferta de alimentos en los colegios, incorporando ensaladas o bajando la cantidad de sal, se puede incidir directamente sobre la calidad de la alimentación de esos niños, de inmediato”, sostiene.
El especialista explica que “en algunos casos, en los colegios más desposeídos, los estudiantes reciben tres de las cuatro comidas que les corresponden al día. Es decir, al hacer cambios directamente en la oferta de los alimentos de estos colegios, esos estratos serán los primeros que recibirán el impacto”.
El académico sostiene que solo agregaría capacitaciones para profesores, a objeto de “poder contar con capital humano comprometido”.
“Los profesores son los que harán que esto sea más sustentable en el tiempo”, enfatiza.
Desafío futuro para la salud pública
“El desafío es mayúsculo para la sociedad chilena”, afirma Tejo, en alusión a que las cifras actuales de sobrepeso podrían repercutir, a futuro, en más adultos con obesidad. “Los costos de salud que esto significa para el país son muchos, debido a las patologías asociadas, como problemas de visión, renales, hepáticos, etcétera. Todos los esfuerzos que se hagan ahora recuperarán con creces el equivalente a la inversión”.
“En Estados Unidos, se dice que, por un dólar de inversión en ejercicios, se ahorran US$2,6 en gastos médicos. En ese sentido, esta es una tremenda inversión que se está haciendo”, concluye.