De no fiscalizarse, nueva restricción a catalíticos “puede ser inútil”

“Los catalíticos representan entre un 60 y 70% del material particulado que aportan los vehículos” en el Gran Santiago, de allí que los índices de contaminación no disminuirán si no se fiscaliza la nueva medida impulsada por el Gobierno. Así plantea el especialista en polución atmosférica y académico de nuestra Casa de Estudios, Dr. Ernesto Gramsch, ante las dificultades reconocidas por la administración Bachelet para inspeccionar a los infractores.
“La restricción a los catalíticos busca reducir la contaminación ambiental, no tanto evitar que aumente. Entonces, si no hay restricción, simplemente, Santiago se mantendrá en los mismos niveles de contaminación que el año pasado”, afirma.

El Plan de Descontaminación, que debuta el 1 de mayo, contempla la restricción vehicular de automóviles con convertidor catalítico vendidos antes de septiembre de 2011. Para que esto se cumpla, el Ministerio de Transportes aseguró que se estudiaría la implementación de un nuevo sello verde, para distinguir a quienes se eximen de la normativa.

Sin embargo, las plantas de revisión técnica aun no distribuyen este nuevo sello, debido a que la Contraloría aun no toma razón de la estrategia para enfrentar la contaminación en la capital. Desde la cartera de Gobierno, reconocen que sin este distintivo “es difícil fiscalizar”.

Para el experto en polución atmosférica y académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Ernesto Gramsch, si no se fiscaliza esta medida, el impacto del plan de descontaminación será nulo en Santiago. “Tendríamos los mismos niveles de los últimos años”, sostiene.

Según cifras del especialista, distintas a las que maneja el Ministerio de Medio Ambiente, “los vehículos aportan más o menos el 40% del material particulado, aproximadamente. De ese porcentaje, los catalíticos aportan cerca del 60 o 70%”, explica.

“La restricción a los catalíticos busca reducir la contaminación ambiental, no tanto evitar que aumente. Entonces, si no hay restricción, simplemente, Santiago se mantendrá en los mismos niveles de contaminación que el año pasado”, afirma.

Para Gramsch, la nueva restricción es “una de las medidas principales” del plan de descontaminación. Además, hace hincapié en la importancia de que todas las medidas que contempla la estrategia se implementen de manera simultánea, para obtener resultados concluyentes.

“Tienen que implementarse todas las medidas juntas. Si no se revisa el tema de la leña, por ejemplo, puede que aumente la contaminación, porque como la situación económica no está buena, la gente utiliza sistemas más baratos para calefacción”, grafica.

Por eso, llama a “despejar cualquier problema en el corto plazo”.

Autor: 
Cristóbal Miranda Ríos