-¿Por qué desea transformarse en el próximo rector de la Universidad de Santiago de Chile?
-Porque siento un gran compromiso y gratitud por nuestra Casa de Estudios; he recibido todo de ella y ahora llegó el momento de retribuir. Hoy me siento preparado para poner al servicio de este proyecto colectivo toda mi experiencia como alumno, académico y directivo, y así alcanzar los desafíos que la sociedad en su conjunto nos demanda. Esta decisión nace de mi más profunda convicción de que es posible tener una mejor Universidad.
-¿Cómo es la Universidad pública con la que usted sueña y cuáles son los principales postulados de su campaña?
-Soñamos con una Universidad inclusiva, sin discriminación, sin abusos, ni exclusiones de ningún tipo. Es prioritario para que nuestra Institución desarrolle su potencial mejorar las condiciones de académicos, académicas, funcionarios y funcionarias, para que el trabajo y contribución de cada una y uno se desarrolle en un ambiente más fraternal, colaborativo, sin temores ni desconfianza. Debemos seguir siendo un referente en movilidad social y propiciar las condiciones para formar a nuestros estudiantes en un ambiente pluralista, respetuoso, tolerante, pero también asegurando la excelencia en su formación profesional. Al mismo tiempo, debemos ser referentes en la generación del conocimiento con investigación de alto nivel y en una vinculación con una sociedad que cada vez más exige transparencia, participación y probidad. Entendemos que la Universidad es un espacio de trabajo para todas y todos, ya que contribuimos desde nuestros propios espacios al crecimiento de la Institución.
-¿Qué medidas propone para avanzar en excelencia académica y en el fortalecimiento de la docencia e investigación en nuestro Plantel?
-Nos hemos planteado actualizar el modelo educativo para impulsar una formación profesional pertinente e innovadora, enfocada hacia los más altos niveles de calidad para contribuir al desarrollo del país, en concordancia con los avances científicos, tecnológicos y culturales que él demanda. Se potenciará la formación interdisciplinar, la actualización de las ofertas especialmente en el postgrado. Asimismo, se potenciará la formación a distancia. En investigación, desarrollo e innovación, nuestra Institución debe fortalecer dos elementos que son fundamentales: el recurso humano y la infraestructura. Por ello, la Universidad de Santiago de Chile debe elevar cuantitativamente sus capacidades en investigación mediante el aumento de los recursos humanos y materiales, potenciando así las condiciones para el desarrollo de la investigación. Se apoyará fuertemente a los investigadores en proceso de iniciación, con foco en equidad de género y una investigación multi e interdisciplinaria vinculada al postgrado.
-¿Cómo proyecta su candidatura el trabajo que debe realizar nuestra Universidad en materia de equidad de género y participación?
-Es necesario avanzar más en materia de género y participación. Proponemos la aplicación de un enfoque de género, equidad e inclusión en todos los subsistemas y procesos de la gestión de personal, velando por la no discriminación y promoviendo una mayor participación de las mujeres en la Academia y en cargos directivos, conciliando sus necesidades familiares y personales con las de la Institución, e impulsando cambios culturales profundos para toda la comunidad. Para ello, se creará una estructura organizacional diferente, como es el caso de una Dirección General o una Vicerrectoría de Calidad de Vida. Trabajaremos para fortalecer la participación, entendida como implementación de mecanismos de consulta y diálogo con la comunidad que contribuirá a aumentar la legitimidad, eficiencia y equidad en la gestión institucional.
-¿Cuáles son los principales desafíos que usted vislumbra para la Usach en los próximos cuatro años?
-Estamos en un periodo muy especial en la historia de nuestro país. El estallido social y la pandemia, sin duda, nos han dejado enseñanzas que debemos internalizar y poner en práctica. Es así como una mayor exigencia social hacia la participación, la no discriminación y la transparencia deben ser parte de nuestro quehacer. Estamos ad portas de un plebiscito para una nueva Constitución y debemos estar preparados para los escenarios resultantes. Así mismo, la pandemia nos ha traído nuevas formas de relacionarnos en lo sanitario y en lo laboral, con la irrupción del teletrabajo como una manera de cumplir con nuestros objetivos y propósitos institucionales en aquellas funciones que lo permitan. Hay un elemento más que creo es necesario relevar y tiene que ver con la crisis climática y de salud pública que vivimos como sociedad global. Como Universidad estatal, laica y pública, debemos tener respuestas atingentes y eficaces, contribuyendo de manera sustantiva; estar en la discusión pública como agentes de cambio frente a estas problemáticas que demandan más urgencia.