Arlette Leal, Licenciada en Estudios Internacionales: “La Usach abrió mi mente y me enseñó el compromiso con la comunidad”
Arlette Leal estudió Licenciatura en Estudios Internacionales. En 2011, la Universidad de Santiago era el único Plantel en Chile que ofrecía la carrera y no dudó en postular, impulsada también por la experiencia de un grupo de estudiantes que la recibió en la Feria de Postulación Usach y asegura que no se equivocó en tomar esta decisión. La malla curricular multidisciplinar incluía Historia, Sociología, Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, temas que le encantaron.
Su papá estudió contabilidad y su mamá quería ser profesora, pero no pudo continuar sus estudios en el ex pedagógico por problemas económicos. Luego optó por técnico en enfermería, pero el cáncer al que finalmente venció marcó una etapa difícil para la familia que hoy está felizmente superada. Arlette tiene 28 años y es primera generación en egresar desde una Universidad pública.
Desde Sao Paulo, Brasil, donde cursa hace un mes una maestría en relaciones internacionales, y donde mira con preocupación el avance de la pandemia en un país con un récord de personas muertas por Coronavirus y donde dice que solo hace semanas tomaron medidas realmente efectivas que lamentablemente han comenzado a levantar, nos cuenta su visión de haberse formado en la Universidad de Santiago de Chile.
¿Cómo fue tu experiencia en la Facultad de Humanidades?
Me gustó mucho su infraestructura. Íbamos a la biblioteca y siempre recuerdo a Olguita, quien nos atendía, también recuerdo con mucho cariño a Pía, Germina y Alejandra, quienes trabajan en la Facultad. Me hice muy buenos amigos en la Usach. Estuve cinco años estudiando. Tres acontecimientos marcaron mi etapa académica: pertenecer al modelo de Naciones Unidas, mi práctica profesional y el Centro de Estudios Migratorios, CEM Usach.
El modelo de Naciones Unidas fue un taller que nació de estudiantes para estudiantes. La idea fue conformar una delegación que pudiese participar en la Conferencia Internacional “National Model United Nations” en Nueva York, la cual busca emular las negociaciones diplomáticas que se hacen en los distintos comités de la ONU. La primera vez fuimos 20 estudiantes, y dirigió la delegación Mabel Cobos, quien fue parte de la primera generación del modelo. Estuvimos en el Sheraton de Times Square y al final de estas sesiones se terminaba en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde en esa oportunidad nos recibió Ban Ki-moon. La segunda oportunidad que participé fue en Japón. En esta ocasión junto a una compañera (Marcia Pérez) obtuvimos el premio "Outstanding Position Paper", por el mejor documento de posición que se entrega antes de ir a esa conferencia internacional. A este modelo postulan distintos planteles del mundo. En 2015 la Usach era la única Universidad del país que estaba participando. Muchos de nosotros quedamos en el grupo de coordinación y abrimos esta convocatoria para que alumnos de Ingeniería Comercial, Administración Pública, Periodismo, entre otros, se unieran al proyecto. Esa lógica de distintos saberes en un mismo Campus que tanto nos impresiona de nuestra Casa de Estudios se pudo rescatar en el modelo de Naciones Unidas.
Mencionaste también tu práctica y el CEM Usach, ¿qué importancia tuvieron en tu formación personal y académica?
Hice mi práctica en 2016 en el Ministerio de Defensa. Participé en el contenido del Libro de la Defensa y pude trabajar temáticas sobre cambio climático en esta área. Posteriormente, defendí mi tesis sobre refugiados palestinos en Chile y Brasil, a través de un modelo de análisis de adaptación. La hoy profesora emérita, Dra. Carmen Norambuena estaba dentro de la comisión revisora y tras la presentación de mi investigación me invitó a trabajar en el Centro de Estudios Migratorios, que se había conformado por esos años. Mi tesis de pregrado se convirtió en artículo y lo enviamos junto a las profesoras Norambuena y a la Dra. Adriana Palomera a una revista internacional indexada muy prestigiosa, publicación que fue en inglés. Ellas han sido un apoyo fundamental y potente para mi carrera. El CEM es como mi segunda familia, tanto por las académicas como por los compañeros que muchos de ellos también están haciendo algunas maestrías. La conexión ha sido muy amena, con una comunicación muy fluida. La Universidad de Santiago abrió mi mente y me enseñó el compromiso por la comunidad. No importa el área o profesión a la que uno se dedique, siempre seremos un aporte. Esto es algo muy potente que aprendí de mi Alma Máter.
UNESCO en Jamaica y la Universidad de Sao Paulo
Cuando egresó de la Usach su meta fue mejorar el nivel de inglés y hacer un Magíster. Trabajaba en centros de investigación y estudios para lograr dinero que le permitiera viajar al extranjero. Una de sus posibilidades era hacer un Working Holiday en Australia o Irlanda, pero un programa especial de este idioma como segunda lengua en Jamaica la cautivó; postuló a un descuento importante para estudiantes latinoamericanos y la aceptaron en la University of the Commonwealth Caribbean. Estuvo casi dos años en ese país, trabajó para la UNESCO como consultora en temas como juventud, deporte y cambio climático. Hizo una pasantía en la Embajada de Chile donde abordó temas de derechos humanos y de la Autoridad Internacional de Fondos Marinos, pero la maestría en relaciones internacionales era un tema pendiente. La pandemia interrumpió sus proyectos. Postuló a FLACSO - Ecuador y a la Universidad de Sao Paulo, para hacer su maestría donde enfrentó procesos complejos que contemplaron revisión de proyectos de investigación, pruebas de conocimiento y entrevistas. Las profesoras del CEM Usach hicieron las cartas de recomendación y quedó aceptada en ambas instituciones. La Universidad de Sao Paulo es gratuita y cuenta con alto prestigio. Estas razones pesaron en su decisión final. Estará dos años en Brasil. El segundo año es solo investigación y podría regresar algunos meses a Chile.
Hoy desde ese país ve con preocupación el control del COVID-19, pero se prepara a seguir adelante con sus estudios y por qué no más adelante seguir un doctorado. Su meta es trabajar en un organismo como Naciones Unidas o desempeñarse en el servicio público, sin dejar la investigación y sin descartar volver a su Alma Máter, esta vez como profesora para entregar todo su saber a las nuevas generaciones y aportar con su conocimiento a formar a los nuevos Analistas en políticas y asuntos internacionales.