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Equipo Solar presenta avances de innovadora vivienda sustentable

Equipo Solar presenta avances de innovadora vivienda sustentable

  • Un grupo conformado por 32 estudiantes de Arquitectura e Ingeniería de nuestra Universidad diseñan un hogar sustentable de 120 metros cuadrados totales, denominado “Casa Temperie”, que busca generar interacción y equilibrio entre medioambiente y hogar. La construcción cuenta con un novedoso sistema invernadero para calefaccionar el inmueble, ampliación de espacios en verano y un sistema antisísmico. En la fotografía parte del equipo. 

 





En etapa de profundización y desarrollo se encuentra la “Casa Temperie”, proyecto ideado y construido como un prototipo escalable por el Equipo Solar de la Universidad de Santiago (ESUS), que actualmente participa como uno de los diez finalistas en el concurso Construye Solar 2017, organizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la ONG La Ruta Solar.

La competencia, que desarrolla su segunda versión, busca que estudiantes y profesionales de universidades de todo el país construyan viviendas sustentables de alta calidad, que tengan como eje central la calidad de vida de las familias vulnerables y logren poner a disposición de toda la población la tecnología asociada a la construcción sustentable bajo un presupuesto no superior a los $20 millones.

“Tomamos como desafío generar un ambiente habitable en un invernadero. Nuestra casa se llama Temperie porque significa atmósferas controladas. Incorporamos un émbolo con rieles que funciona con un sistema Full Space,  convirtiéndolo en un espacio multifuncional en verano y que se achica en invierno para disminuir los costos energéticos”, explica María Ignacia Lucares, estudiante de Arquitectura y coordinadora de redes del proyecto.

Tecnología de punta, sustentable y económica

Según definen los participantes, la Casa Temperie es un nuevo concepto de vivienda social, diseñada a partir de la búsqueda del equilibrio e interacción entre el medioambiente y el hogar, compuesta por una estructura modular industrializada de fácil montaje, un juego de envolventes adaptadas en un sistema invernadero junto con mecanismos que dan movimiento y ampliación de espacios según los cambios de estación.

Edith Díaz, estudiante y coordinadora de Arquitectura, explica que la vivienda cuenta con una configuración de termopaneles con un funcionamiento secreto en cuanto al efecto invernadero, controlando en ciertos espacios estratégicos la filtración de energía solar. Además, posee módulos de acero galvanizado, y revestimientos opacos que permiten montar la vivienda de 120 metros con espacios interiores y exteriores en sólo 3 días.

Para María Ignacia Lucares, estudiante de Arquitectura y encargada de comunicaciones “el proyecto es totalmente al estilo de la U de Santiago, es técnico y con consciencia social, en comparación con otros que se enfocan más en diseño. Apuntamos justo a las necesidades sociales, de manera más funcional y preocupados de sustentabilidad y medio ambiente”, asegura.

Pese a que los participantes ya han recibido ofertas de auspiciadores para construir la vivienda de algunas empresas, se encuentran analizando las propuestas más favorables.

Jorge Lobiano, director de la Escuela de Arquitectura, aseguró que se trata de un trabajo interdisciplinario que abarca a toda la Universidad y manifestó su felicidad por ser finalistas. “Tenemos una tradición como Escuela de participar en concursos y obtener los máximos resultados a nivel nacional, pero este es un concurso distinto, porque hay que pasar de los planos y maquetas a una construcción de gran envergadura”, indicó.

Equipo de trabajo y evaluación 

El equipo solar comenzó este proyecto en marzo del 2016, con un grupo original integrado por cinco alumnos de la Escuela de Arquitectura. Conforme avanzó la implementación de la maqueta, se sumaron otros diez alumnos de la misma Escuela y de Ingeniería, quienes gracias a la innovación de su proyecto lograron quedar entre los diez finalistas del concurso.

Actualmente el equipo integrado por 32 estudiantes de Arquitectura e Ingeniería y profesores de la Universidad de Santiago, se encuentra en la Etapa de Profundización y Desarrollo del proyecto, en donde preparan la próxima entrega de Manual, Planimetría, Informe Financiero y Dossier de Avance de Obra, que está fijada para el 10 de noviembre.

En ese contexto, durante la jornada que se llevará a cabo entre las 15:00 y las 18:00 horas en la sala Mida de la Escuela de Arquitectura, el equipo recibirá la visita del Jurado Multidisciplinario designado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la ONG Ruta Solar, quienes revisarán los avances del proyecto, lugar de trabajo y coordinación del equipo, así como parte de las calificaciones insertas en las bases, que en su conjunto suman un total de 1000 puntos.

Manuel Mellado, arquitecto y docente de nuestra Universidad, sostuvo que ha sido "un trabajo muy esforzado", y que el camino hacia la final "es un desafío, pero un honor por ser parte del proyecto. Las expectativas que tengo son grandes y esperamos estar a la altura de otros concursos que ha ganado nuestra Escuela", manifestó.
 

Entre 30 estudiantes de Arquitectura de todo el mundo: Futuro arquitecto del Plantel gana concurso en Europa con diseño para Filarmónica Checa

Entre 30 estudiantes de Arquitectura de todo el mundo: Futuro arquitecto del Plantel gana concurso en Europa con diseño para Filarmónica Checa

  • Rodrigo Vargas Vergara, quien cursa sexto año en nuestra Escuela de Arquitectura, diseñó la sala de conciertos para la Filarmónica Checa del Sur, superando a propuestas proveniente de todos los continentes.


 




El estudiante de sexto año de la Escuela de Arquitectura de la Corporación, Rodrigo Alexis Vargas Vergara, alcanzó el primer lugar en el concurso ModulArch 2016, que consistía en diseñar una sala de conciertos con capacidad para 1.000 personas para la Orquesta Filarmónica Checa del Sur, en la ciudad de České Budějovice, ubicada a unos 120 kilómetros al sur de la capital Praga.

Esta Orquesta fue creada en 1981 y además de interpretar la música de compositores clásicos y piezas apropiadas para lugares pequeños, Orquesta también dedica tiempo a la tendencia moderna de mezclar géneros y descubrir nuevas perspectivas de la presentación y la interpretación de la música.

En la competencia Rodrigo Vargas superó a una treintena de propuestas de arquitectos jóvenes de países de todo el mundo, particularmente de Europa y Asia, y de países como Francia, República Checa y Japón. El proyecto es parte del proceso de titulación de Rodrigo Vargas, por lo que deberá continuar desarrollándolo y perfeccionándolo hasta fin de año.

“En realidad fue un poco sorpresivo, aunque de todas maneras tenía confianza en la propuesta, porque estaba bien planteada. Esto te sube el ánimo, porque es un halago recibir este tipo de premios”, recalcó el estudiante de 25 años.

Respecto a qué lo motivó a participar en el concurso, que tenía como premio 2.500 euros (poco más de 1 millón 800 mil pesos chilenos), Rodrigo Vargas explicó que en gran medida se debe a su gusto por la buena música.

“El tema de la música fue lo que más me llamó la atención, que es un elemento que forma parte de la vida diaria, pero que se puede abordar desde un aspecto puntual desde el punto de vista arquitectónico”, destacó.

De acuerdo con el jurado, integrado por los arquitectos Jan Němec, de República Checa, la holandesa Caroline Bijvoet y el italiano Joseph di Pasquale -quien asumió la presidencia-, el diseño de Rodrigo Vargas fue muy bien presentado y se inspiró en el plano de distribución histórica de la ciudad de České Budějovice.

Rodrigo Vargas agrega que como la disposición -o layout- arquitectónica de la ciudad checa, fundada en la época medieval, contemplaba murallas a su alrededor, estos fueron aspectos clave y sirvieron como referente para la propuesta respecto al terreno designado para la eventual construcción de la sala.

“Entonces usando la tecnología modular, que eran los containers o módulos, también se propuso una especie de muro junto a la sala, en el cual se pueden apreciar todos los programas que son complementarios a las actividades de la sala de conciertos, la que a su vez, queda protegida por este muro”, señaló el futuro arquitecto.

Cabe consignar que el concurso fue organizado por la empresa checa Koma, especialista en containers y módulos para el uso arquitectónico.

La importancia de la formación

Respecto al rol del Plantel en esta exitosa travesía, Rodrigo Vargas enfatiza que la formación es relevante.

“La Universidad y la Escuela tienen un papel relevante porque a fin de cuentas este resultado es gracias a la formación y al apoyo de los profesores. Además, hay una continuidad en los procesos, en los tiempos de trabajo y en la metodología”, subrayó.

Rodrigo Vargas, que ha vivido toda su vida en Colina, ingresó a la Escuela de Arquitectura en 2011 tras egresar un par de años antes del Liceo Industrial Chileno Alemán de Ñuñoa. “Trabajé dos años luego de hacer mi práctica de estudiante de electrónica, con el dinero me pagué el primer año de universidad y luego obtuve la Beca Bicentenario”, señaló orgulloso.

Ya en 2015, el joven estudiante precisa que participó en un concurso a nivel nacional organizado por Corma (Corporación Chilena de la Madera), con otros dos compañeros de carrera, como parte del plan de estudios de la Escuela. Obtuvieron una mención honrosa.

“Consistía abordar las viviendas colectivas. Diseñamos una vivienda modular que respondía a una situación de emergencia, emplazada en el norte, y construida de madera tomando en consideración todas las eventualidades que ocurrieron en esa zona del país, como los aludes y movimientos sísmicos de los últimos años”, puntualizó.

Con este concurso acumuló una importante experiencia en arquitectura modular y fue fundamental para el desarrollo del diseño de la sala de conciertos, con la sola excepción que ahora el material de los containers y módulos era acero y no madera.

Continuidad en los procesos

El académico de la Escuela de Arquitectura, y gran responsable del éxito de Rodrigo Vargas, profesor Rodrigo Aguilar Pérez, indicó que en una primera etapa se incluyó el taller de concursos -a escala nacional- dentro de la malla curricular de la carrera para estudiantes de quinto año.

“Pero hace tres años se decidió darle continuidad a este taller enfocándolo a estudiantes de sexto año en proceso de titulación, pero en concursos de carácter Latinoamericano o internacional”, comentó.

El objetivo, destaca el arquitecto, es que “alentamos a los estudiantes a que desarrollen un proyecto de diseño arquitectónico con el cual ellos se titulan, pero que además ese proyecto sea objeto de una convocatoria de concursos dirigidos a arquitectos jóvenes, recién titulados o egresados”. Aspecto que también confirma el co-profesor del taller, Pablo Montecinos.

Rodrigo Vargas por su parte, destaca que participar en el concurso de 2015 fue un precedente para después trabajar en solitario y para desarrollarse en el futuro en el área de la arquitectura que más le gusta.

“A mí lo que me llama más la atención es el tema de la construcción, estar ahí, in situ, en obras. Pero obviamente el diseño abarca muchos aspectos y hay que tratar de estar insertado en cada uno de ellos”, puntualizó.

La premiación será los últimos días de julio y para que la propuesta de Rodrigo Vargas se concrete y sea una realidad, la firma Checa Koma deberá recaudar los fondos para la construcción del edificio.
 

Director de Arquitectura plantea sus desafíos para el año académico 2017

Director de Arquitectura plantea sus desafíos para el año académico 2017

Con cuatro desafíos clave asumió el liderazgo de la Carrera en agosto de 2015 el arquitecto Jorge Lobiano Yaber, quien hace 20 años se incorporó al Plantel asumiendo labores profesionales de docencia en el área de tecnología y diseño.

A pocos meses de finalizar su periodo de dos años como director de la Escuela, el académico saca cuentas positivas de su gestión: con ya 1000 profesionales egresados y más de 400 estudiantes matriculados, están dispuestos a asumir la creación de la Facultad de Arquitectura de la U. de Santiago.

“Nuestro núcleo disciplinar es el diseño y nosotros queremos aportar a la Universidad como Facultad en esta área, ser una plataforma para la investigación aplicada, aportar al país desarrollando una cultura manufacturera. Nosotros tenemos una relación directa con el país, rescatando lo que fue la Escuela de Artes y Oficios y la Universidad Técnica del Estado, con un compromiso tecnológico y, por otro lado social, que es hacia donde dirigimos nuestros esfuerzos”, sostiene el director.

Desafíos asumidos por la actual dirección

Tras resultar electo como director de la Escuela de Arquitectura, el académico junto a su equipo directivo asumieron cuatro desafíos: acreditar la Carrera; acreditar el Magíster Integrado en Diseño Arquitectónico (MIDA); mejorar la infraestructura y equipamiento; y consolidar la creación de una Facultad de Arquitectura.

“Nuestro primer desafío fue acreditar el Mida. Tras finalizar el proceso de autoevaluación y gestionar la visita de pares, nos informaron que fuimos acreditados por tres años”, explica el director.

El segundo desafío asumido por la dirección fue acreditar la carrera de Arquitectura, que ya contaba con dicha certificación por un periodo de cuatro años, luego cinco años y durante este verano se informó a la Unidad Académica que fue acreditada por seis años.

El tercer desafío se basó “en un área débil de la Escuela”, según los procesos de acreditación, la que se circunscribe a infraestructura y equipamiento. Para mejorar las observaciones, la dirección invirtió 75 millones de pesos provenientes de proyectos internos, cursos, premiaciones y donaciones, con el fin de mejorar el taller-fábrica, considerado como el motor de la Escuela, al ser el lugar donde se realizan trabajos experimentales.

Así también con un monto de 250 millones de pesos provenientes de fondos institucionales, la actual dirección remodeló el auditorio de la Carrera, espacio que sufrió graves daños tras el terremoto del 2015 y que gracias a las modificaciones que terminarían en marzo, podría convertirse en uno de los recintos pedagógicos más modernos del país. La remodelación considera la  incorporación de baños, camarines con agua caliente, redes eléctricas y espacios para potenciar la formación experimental del estudiante.

Como cuarto desafío la dirección asumió la consolidación de una Facultad de Arquitectura, propuesta que será presentada en abril al Consejo Académico y Directivo, tras cumplir las tres condiciones anteriores.

El director Lobiano explica que “la Carrera desde sus inicios depende de la Vicerrectoría Académica, siendo desde entonces un anhelo de la Unidad  constituirse como Facultad. El asunto es que una Facultad no se hace sólo para tener un decano y más funcionarios, sino porque se quiere aportar algo a la Universidad y al país. Entonces la palabra Facultad nos impone un desafío importante, en cuanto a esta estructura y este desarrollo vertical de la disciplina”, sostiene.

Trayectoria del arquitecto

El arquitecto Jorge Lobiano es casado y tiene tres hijos. Proveniente de Vallenar, es hijo de inmigrantes, padre italiano y madre libanesa. Comienza sus estudios de Arquitectura en 1984 en la Universidad del Bio Bio, una de las cinco Escuelas de Arquitectura existentes en ese entonces en el país.

Tras terminar sus estudios universitarios, regresa a su ciudad natal por cinco años a desarrollar proyectos de carácter público a modo de retribución, entre ellos, el emblemático paseo ribereño, con el que transformó un basural a orillas del río Huasco en un Parque Urbano, obteniendo una serie de premios regionales, nacionales y latinoamericanos.

Por problemas de salud de un hijo, se traslada a Santiago, donde es invitado por la Universidad de Santiago para desempeñarse en la Escuela de Arquitectura. Desde entonces ha sido profesor del área tecnológica y diseño, profesor  de talleres de primero y tercer año, y actualmente desempeña labores administrativas, manteniendo la docencia con estudiantes de título.

Modelo pedagógico inclusivo

Según describe el director, entre los hitos que destacan a la Escuela de Arquitectura y que han tenido un fuerte impacto a nivel nacional, se encuentra la consolidación de cuatro modos pedagógicos: participación en concursos, prácticas profesionales, movilidad estudiantil y Aprendizaje + Servicio.

Entre los modos pedagógicos, la participación en concursos como CAP, Corma, Electrolux y Abrilar, ha consolidado la figura de la Escuela en los últimos años, obteniendo importantes reconocimientos, tanto a nivel nacional como latinoamericano. En palabras del director Lobiano, “esto crea un ambiente colateral, un poco competitivo, pero genera que nuestros estudiantes puedan ser medidos de forma anónima por pares y eso es mejor que cualquier acreditación, ya que nuestros estudiantes proponen soluciones desde adentro”, sostiene.

En cuanto a las prácticas profesionales, el director sostiene que todos los estudiantes tienen la oportunidad de demostrar sus conocimientos en municipios vulnerables a lo largo del país, trabajando en proyectos que las distintas ciudades pueden utilizar para obtener financiamiento.

El tercer modo pedagógico corresponde a movilidad estudiantil, en donde según las cifras de la Escuela, 60 estudiantes han realizado intercambios en el extranjero, y 100 estudiantes han conocido la experiencia de la U. de Santiago.

Y por último, el académico resalta el modo Aprendizaje + Servicio que se imparte en el Plantel y que fue implementado también por la Carrera, práctica pedagógica que se realiza como un servicio solidario desarrollado por estudiantes para atender necesidades reales y  efectivamente sentidas de una comunidad.

Sello orientado a una cultura manufacturera

Un desafío a largo plazo que se ha propuesto el actual director junto al equipo académico de la Carrera es consolidar un sello con una cultura manufacturera, que ha comenzado integrando una red de trabajo con una pyme del barrio.

“En universidades tecnológicas, uno se encuentra con que en su perímetro está lleno de talleres de acero, madera, plástico, fibra de carbono, mecánica, electricidad, etc., que le prestan servicio a las investigaciones de los estudiantes y los profesores. Si uno va a la calle Ecuador sólo ve fotocopiadoras, lo que es un indicador. Quiere decir que gran parte de los trabajos son documentos. Eso lo queremos cambiar, queremos desarrollar una cultura manufacturera con nuestros estudiantes desde el primer día de clases”, explica el profesor.

Según explica el director, el rol social de la Universidad es la base de la carrera, es así como iniciaron el primer curso -taller vespertino de diseño y fabricación de muebles en madera para un grupo de inmigrantes haitianos, ya que debido a su condición de refugiados y su cercanía territorial con la U. de Santiago, la Escuela les enseña a construir su mobiliario básico para su primera residencia en Chile.

“Nuestra diferencia está en este acento tecnológico y social, es una cualidad transversal en la malla, es un sello, por eso tenemos tantos egresados en servicios públicos, algunos emprendiendo en el área de construcción, en oficinas de arquitectura, y no pocos trabajando en el extranjero. En los últimos años hemos incursionado en la industria, que es hacia donde ésta dirección quiere poner su foco, tenemos profesionales trabajando en fábricas de componentes y de arquitectura prefabricada e industrializada, cada vez más nos hacemos cargo del proyecto país”, finaliza el director Lobiano.

Connotada revista italiana divulga artículo de académico de nuestra Escuela de Arquitectura

Connotada revista italiana divulga artículo de académico de nuestra Escuela de Arquitectura

Debido al interés del comité editorial de la revista italiana “L'Industria delle Costruzioni” en la calidad de la arquitectura chilena de los últimos 10 años, la estudiante de doctorado Erika Maresca, quien realizaba una pasantía en el Plantel y era integrante del equipo, decidió profundizar en la relación entre la arquitectura y las condiciones ambientales que se manifiestan en las estructuras del país.


Fue así como invitó a colaborar al Dr. en Filosofía Aldo Hidalgo Hermosilla, académico de la Facultad de Arquitectura, quien fue su tutor durante su pasantía en la U. de Santiago, y dedicó un capítulo exclusivo de la revista a explicar las razones constructivas que llevaron a edificar el centro de Santiago.


“A mí me parece valorable que se conozca la arquitectura de Chile, como un país que está produciendo este tipo de cosas, especialmente para nuestros estudiantes, ya que pueden ver una proyección a través de la publicación de estos artículos, en donde se puedan motivar a seguir en la misma línea”, sostiene el académico.


Cercanía del plantel con Roma


Tras la visita de un equipo de docentes y alumnos de la Universidad de la Sapienza de Roma, a la escuela de Arquitectura de la U. de Santiago y otras Universidades del país, la Casa de Estudios extranjera comenzó un convenio de movilidad estudiantil con nuestra institución, lo que permitió a estudiantes de pregrado y postgrado del país europeo interiorizarse en la cultura chilena.


Entre los interesados, la estudiante de doctorado en Arquitectura, Erika Maresca decidió realizar una pasantía de un año en la Universidad de Santiago, periodo en que conoció la historia de distintas construcciones a nivel nacional.


Según explica el académico, "mientras fui director, intensifiqué las relaciones con profesores de Roma, quienes con un grupo de alumnos vinieron a Chile y les encantó la Escuela. Luego de hacer un convenio, una estudiante de doctorado que realizó su pasantía en la U. de Santiago se interesó por la arquitectura chilena".


Fue así como la tesista comenzó junto al equipo editorial de la revista italiana un trabajo de recopilación de la historia arquitectónica en Arica, Valparaíso, Santiago, Panguipulli y Valdivia, que en conjunto serían parte de la edición final de la revista en su versión número 449, escrita en italiano e inglés.


Opinión de la U. de Santiago


Como parte de los artículos introductorios a la revista, el equipo editorial solicitó al académico del plantel Aldo Hidalgo, referirse a las razones arquitectónicas para construir el centro de Santiago.


En una extensión de 8 planas, el arquitecto resalta el valor de las pre-existencias, que según explica “tiene que ver con las huellas, la memoria de lo que fue antes la historia, y de ahí el arquitecto toma ideas para volverlo contemporáneo. Además, se resalta la respuesta a la geografía de parte de la arquitectura, y a estos cambios de distintos paisajes y clima”, sostiene.


Tras investigar sobre la historia prehispánica del centro de Santiago, el arquitecto explica el ordenamiento de la capital en base a las huellas de construcciones incaicas, que construyeron sus espacios interiores rodeados de los ríos y el cerro que les otorgaban un sentido de protección. Según argumenta el académico, “esa idea de interioridad se va haciendo cada vez más pequeña, hasta llegar a las galerías de Santiago”.


El texto en italiano fue corregido por el académico Rosario Magro, mientras que las fotos corresponden a Álvaro Gueny y aportes gráficos de Rodrigo Aguilar, todos docentes de la Escuela de Arquitectura.


Sobre la prestigiosa publicación, el académico Aldo Hidalgo asegura que este tipo de colaboraciones deben incentivar a los alumnos del Plantel, quienes ya han ganado importantes concursos internacionales.


“Tienen que ser fieles a nuestro perfil académico; ser fiel a ese planteamiento que hay problemas sociales a los que se debe responder, que hay un contexto que fija un modo de habitar que es distinto a los italianos, distinto al de los argentinos, ese modo de habitar tiene que ser recogido en el proyecto y debe estar ligado al paisaje geográfico, y aportar desde nuestra disciplina”, explica.

Experto en urbanismo participa en Bienal del Coloquio de Transformaciones Territoriales de AUGM

Experto en urbanismo participa en Bienal del Coloquio de Transformaciones Territoriales de AUGM

Entre el 27 y el 29 de julio de este año, se realizó en la ciudad de Salto, Uruguay, la XI Bienal del Coloquio de Transformaciones Territoriales, evento organizado por el Comité Académico de Desarrollo Regional (CADR), perteneciente a la Asociación de Universidades Grupo de Montevideo (AUGM), institución que preside nuestro Rector Dr. Juan Manuel Zolezzi.

 

El académico de la Escuela de Arquitectura del Plantel, Jonás Figueroa Salas, quien representó a nuestra Casa de Estudios en la Bienal, resaltó la importancia de estos encuentros.

 

“Son importantes porque permiten dar a conocer los resultados de las investigaciones, estudios y publicaciones que realizan las universidades del continente en las materias relacionadas con el desarrollo regional, el ordenamiento territorial y la planificación urbana”, puntualizó.

 

En el Coloquio, que se realiza cada dos años, se planteó que los casi 200 profesionales y docentes que participaron del encuentro, lograran un adecuado conocimiento e interpretación de las transformaciones que enfrentan los territorios de la región, desde un análisis social, económico, político, físico, cultural y ambiental.

 

Particularmente, al académico Jonás Figueroa le correspondió asumir la responsabilidad de coordinar y moderar la mesa 8, dedicada a temas del ordenamiento territorial y el medio ambiente.

 

CADR

 

Respecto a su participación en el CADR, organismo al que se integró recién en enero pasado, el académico Figueroa explicó que simultáneamente al Coloquio se realizó la segunda reunión anual del Comité, donde participaron sociólogos, economistas, abogados y arquitectos de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile.

 

“El CADR me encomendó promover el ingreso de otras universidades públicas, aunque no pertenezcan a la AUGM, pero que de alguna manera aporten al comité otras visiones vinculadas con temas particulares, como desarrollo regional, desarrollo industrial, medio ambiente y ordenamiento territorial”, precisó.

 

Cabe destacar que, representando a nuestro país, actualmente solo participan en el comité la U. de Santiago y la U. de Chile. La U. de Playa Ancha, que es parte de la AUGM, aún no se ha integrado al CADR.

 

“El propósito es que los integrantes del CADR puedan organizar comités al interior de sus propias universidades de origen para promover y desarrollar estudios e investigaciones en la materia”, explicó el profesor Figueroa.

 

Asimismo, el académico destacó que con su participación en el comité y la de otros arquitectos, se le dará más relevancia a otros aspectos relacionados con la infraestructura.

 

“Junto con arquitectos de la Universidad de la República de Uruguay, queremos también darle al CADR una inclinación hacia el desarrollo físico, de la infraestructura, y al desarrollo vinculado con los recursos naturales y la protección del medio ambiente”, sostuvo.

 

Ordenamiento territorial

 

El profesor Figueroa, considerado experto en temas de urbanismo, realizó proyectos vinculados a planes y directrices de ordenamiento territorial en España. Además fue director de los llamados “cuadernos de ordenamiento territorial” en el país europeo.

 

“Lo que quiero es volcar esa experiencia en el comité, estableciendo el ordenamiento territorial como un instrumento que compatibiliza las diferentes actuaciones que se hacen en el territorio”, aseguró.

 

En ese contexto, el académico aclaró que el territorio es un amplio sistema sobre el cual convergen diferentes intereses y actuaciones.

 

“Y muchos de ellos son contradictorios, como la economía, la producción, la minería, la política, la estrategia, el medio ambiente, el patrimonio, las infraestructuras, la agricultura, entre otros”, subrayó.

 

Y agregó, “entonces el ordenamiento territorial es la expresión física de la coordinación de la compatibilidad que se puede llevar a cabo con estos diferentes intereses, con el fin de resguardar la entidad del territorio”, concluyó.

 

Arquitecto español plantea solución a la densidad urbana de Santiago

Arquitecto español plantea solución a la densidad urbana de Santiago

El connotado arquitecto español Pedro B. Ortiz, de visita en nuestra Casa de Estudios, se refirió al crecimiento territorial explosivo que ha manifestado la capital en los últimos años, señalando que esto ha provocado una “metástasis territorial”.

 

“Santiago ha tenido históricamente procesos muy similares a otras ciudades latinoamericanas, que es la metástasis territorial, es decir crecimientos en mancha de aceite, sin articular, homogéneos, que van creciendo, porque se sigue la retícula histórica. Esos crecimientos han sido importantes y los va a seguir teniendo, y no son solo de población, también de renta”, precisa.

 

En ese contexto, el especialista en urbanismo recalca que para enfrentar esta problemática, la ciudad debe crecer en base a centralidades urbanas que tengan una muy buena conectividad.

 

“Eso se debe articular a través de centralidades urbanas, las que se producen alrededor de los transportes colectivos de alta capacidad. Estos suelen ser el tren o el metro, con estaciones intermodales. Por ejemplo, uno se baja del tren o metro, toma un tranvía o un taxi o su propio auto o bicicleta”, puntualiza.

 

Ortiz aclara que estas centralidades urbanas se deben establecer en el territorio metropolitano, “algunas dentro de la conurbación metastásica, otras periféricas, particularmente en municipios que todavía tienen su autonomía urbana, y que aún no han llegado a confluir en esa metástasis”, subraya.

 

Para Ortiz, esta fórmula es la única manera de alcanzar una ciudad competitiva de cara a un futuro a largo plazo.

 

“Esa estructura basada en el transporte colectivo, en una metrópolis como Santiago, tiene que ser de alta capacidad, por tanto tiene que ser ferroviario, puede ser metro, tren, tranvía o un autobús con pedigrí, pero tiene que ser algo mucho más potente”, enfatiza.

 

Y agrega que esa nueva estructura “tiene que tener esas centralidades, que a su vez tienen una serie de condicionantes o acumulación de al menos siete elementos para que sean exitosas, entre ellos residencia, densidad residencial, espacios públicos, actividades productivas, oficinas y equipamientos sociales”.

 

La periferia

 

Respecto a la expansión de la periferia de la ciudad, Ortiz advierte que esta no se puede desarrollar de una manera radial sino que por el contrario, debe ser de manera reticular.

 

“Yo creo que eso Santiago todavía no lo ha comprendido y todavía sigue pensando en circunvalaciones porque es evidente. Santiago está en un valle lineal que tiene un gran eje central, dos ejes paralelos, uno en la Cordillera de los Andes y otro en la Cordillera de la Costa, y por tanto, desarrollar una estructura perpendicular a esos ejes que articula funcionaría muy bien”, asegura.

 

Y añade “Santiago tiene que dar el salto de pasar de un concepto a otro”.

 

Por sexta vez en Santiago

 

Invitado por el Máster Integrado en Diseño Arquitectónico (MIDA) de la Escuela de Arquitectura, el profesional expuso el tema “Arquitectura metropolitana: La arquitectura a gran escala”, donde recomendó tanto a docentes como estudiantes, explorar y explotar el incipiente campo del urbanismo en América Latina.

 

Es su sexta visita a Santiago, el español también participará en el Congreso Internacional sobre Áreas Metropolitanas, que organiza el Centro de Extensión del Senado de nuestro país.

 

Cabe señalar que Ortiz es un reconocido urbanista especializado en gestión metropolitana con más 30 años de experiencia y responsabilidades de gestión y gobierno.

 

Asimismo, posee una dilatada trayectoria en su país, donde fue director del Plan Estratégico de Madrid de 1994, Concejal de Prospectiva Urbana, director General de Urbanismo y Planificación Territorial hasta 1999, y director del Plan Regional de Madrid de 1996.

 

Actualmente trabaja para el Banco Mundial en gestión y planificación de grandes metrópolis, así como para otros gobiernos nacionales y locales. Además es profesor invitado en la Universidad Politécnica de Milán.

 

Entre 30 estudiantes de Arquitectura de todo el mundo: Futuro arquitecto del Plantel gana concurso en Europa con diseño para Filarmónica Checa

Entre 30 estudiantes de Arquitectura de todo el mundo: Futuro arquitecto del Plantel gana concurso en Europa con diseño para Filarmónica Checa

El estudiante de sexto año de la Escuela de Arquitectura de la Corporación, Rodrigo Alexis Vargas Vergara, alcanzó el primer lugar en el concurso ModulArch 2016, que consistía en diseñar una sala de conciertos con capacidad para 1.000 personas para la Orquesta Filarmónica Checa del Sur, en la ciudad de České Budějovice, ubicada a unos 120 kilómetros al sur de la capital Praga.

 

Esta Orquesta fue creada en 1981 y además de interpretar la música de compositores clásicos y piezas apropiadas para lugares pequeños, Orquesta también dedica tiempo a la tendencia moderna de mezclar géneros y descubrir nuevas perspectivas de la presentación y la interpretación de la música.

 

En la competencia Rodrigo Vargas superó a una treintena de propuestas de arquitectos jóvenes de países de todo el mundo, particularmente de Europa y Asia, y de países como Francia, República Checa y Japón. El proyecto es parte del proceso de titulación de Rodrigo Vargas, por lo que deberá continuar desarrollándolo y perfeccionándolo hasta fin de año.

 

“En realidad fue un poco sorpresivo, aunque de todas maneras tenía confianza en la propuesta, porque estaba bien planteada. Esto te sube el ánimo, porque es un halago recibir este tipo de premios”, recalcó el estudiante de 25 años.

 

Respecto a qué lo motivó a participar en el concurso, que tenía como premio 2.500 euros (poco más de 1 millón 800 mil pesos chilenos), Rodrigo Vargas explicó que en gran medida se debe a su gusto por la buena música.

 

“El tema de la música fue lo que más me llamó la atención, que es un elemento que forma parte de la vida diaria, pero que se puede abordar desde un aspecto puntual desde el punto de vista arquitectónico”, destacó.

 

De acuerdo con el jurado, integrado por los arquitectos Jan Němec, de República Checa, la holandesa Caroline Bijvoet y el italiano Joseph di Pasquale -quien asumió la presidencia-, el diseño de Rodrigo Vargas fue muy bien presentado y se inspiró en el plano de distribución histórica de la ciudad de České Budějovice.

 

Rodrigo Vargas agrega que como la disposición -o layout- arquitectónica de la ciudad checa, fundada en la época medieval, contemplaba murallas a su alrededor, estos fueron aspectos clave y sirvieron como referente para la propuesta respecto al terreno designado para la eventual construcción de la sala.

 

“Entonces usando la tecnología modular, que eran los containers o módulos, también se propuso una especie de muro junto a la sala, en el cual se pueden apreciar todos los programas que son complementarios a las actividades de la sala de conciertos, la que a su vez, queda protegida por este muro”, señaló el futuro arquitecto.

 

Cabe consignar que el concurso fue organizado por la empresa checa Koma, especialista en containers y módulos para el uso arquitectónico.

 

La importancia de la formación

 

Respecto al rol del Plantel en esta exitosa travesía, Rodrigo Vargas enfatiza que la formación es relevante.

 

“La Universidad y la Escuela tienen un papel relevante porque a fin de cuentas este resultado es gracias a la formación y al apoyo de los profesores. Además, hay una continuidad en los procesos, en los tiempos de trabajo y en la metodología”, subrayó.

 

Rodrigo Vargas, que ha vivido toda su vida en Colina, ingresó a la Escuela de Arquitectura en 2011 tras egresar un par de años antes del Liceo Industrial Chileno Alemán de Ñuñoa. “Trabajé dos años luego de hacer mi práctica de estudiante de electrónica, con el dinero me pagué el primer año de universidad y luego obtuve la Beca Bicentenario”, señaló orgulloso.

 

Ya en 2015, el joven estudiante precisa que participó en un concurso a nivel nacional organizado por Corma (Corporación Chilena de la Madera), con otros dos compañeros de carrera, como parte del plan de estudios de la Escuela. Obtuvieron una mención honrosa.

 

“Consistía abordar las viviendas colectivas. Diseñamos una vivienda modular que respondía a una situación de emergencia, emplazada en el norte, y construida de madera tomando en consideración todas las eventualidades que ocurrieron en esa zona del país, como los aludes y movimientos sísmicos de los últimos años”, puntualizó.

 

Con este concurso acumuló una importante experiencia en arquitectura modular y fue fundamental para el desarrollo del diseño de la sala de conciertos, con la sola excepción que ahora el material de los containers y módulos era acero y no madera.

 

Continuidad en los procesos

 

El académico de la Escuela de Arquitectura, y gran responsable del éxito de Rodrigo Vargas, profesor Rodrigo Aguilar Pérez, indicó que en una primera etapa se incluyó el taller de concursos -a escala nacional- dentro de la malla curricular de la carrera para estudiantes de quinto año.

 

“Pero hace tres años se decidió darle continuidad a este taller enfocándolo a estudiantes de sexto año en proceso de titulación, pero en concursos de carácter Latinoamericano o internacional”, comentó.

 

El objetivo, destaca el arquitecto, es que “alentamos a los estudiantes a que desarrollen un proyecto de diseño arquitectónico con el cual ellos se titulan, pero que además ese proyecto sea objeto de una convocatoria de concursos dirigidos a arquitectos jóvenes, recién titulados o egresados”. Aspecto que también confirma el co-profesor del taller, Pablo Montecinos.

 

Rodrigo Vargas por su parte, destaca que participar en el concurso de 2015 fue un precedente para después trabajar en solitario y para desarrollarse en el futuro en el área de la arquitectura que más le gusta.

 

“A mí lo que me llama más la atención es el tema de la construcción, estar ahí, in situ, en obras. Pero obviamente el diseño abarca muchos aspectos y hay que tratar de estar insertado en cada uno de ellos”, puntualizó.

 

La premiación será los últimos días de julio y para que la propuesta de Rodrigo Vargas se concrete y sea una realidad, la firma Checa Koma deberá recaudar los fondos para la construcción del edificio.

Arquitectos resaltan la calidad de la tierra como elemento de construcción

Arquitectos resaltan la calidad de la tierra como elemento de construcción

El pasado jueves (26) nuestra Universidad fue sede del Segundo Encuentro Nacional de Arquitectura y Construcción en Tierra, ENACOT 2016, donde arquitectos del país reflexionaron sobre el rol de la tierra en la construcción y arquitectura.

La jornada fue inaugurada por el director de la Escuela de Arquitectura de nuestra Casa de Estudios, Jorge Lobiano, quien señaló que “la construcción con tierra tiene una importancia en el campo patrimonial sobre todo en la zona central del país, y nuestra Universidad puede aportar en temas como la relación de esta tecnología y factores ambientales, además, de la relación de este material y las catástrofes naturales como, por ejemplo, el terremoto”.

El académico agregó que la Escuela de Arquitectura de nuestro Plantel pertenece a la tradición de la Escuela de Artes y Oficios; es decir, una escuela de Artes aplicada con un fuerte arraigo en lo tecnológico, por tanto, ser sede del ENACOT permite conocer esta tecnología ancestral y discutir no solo en el encuentro si no al interior de la unidad sobre la actualidad que pudiera tener este material”.

Participó también en esta actividad el vicerrector de investigación, Desarrollo e Innovación, Dr. Oscar Bustos Castillo, quien enfatizó que para esta Casa de Estudios es importante albergar iniciativas de este tipo, pues permiten contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.

“Vemos con satisfacción como la academia se relaciona con la actividad profesional en esta búsqueda, en el ámbito de la arquitectura y construcción con tierra, y ENACOT se convierte en la mesa de trabajo ideal para este efecto”, especificó.

El Dr. Bustos remarcó las potencialidades que ofrece la tierra como material ancestral, la cual está volviendo a ser valorada como una opción para la arquitectura contemporánea de todo el mundo, porque  “la abundante disponibilidad en el medio, su bajo costo, el ser reciclable y el otorgar óptimas condiciones de habitabilidad, hacen de este un material sustentable, ya no sólo a valorar en el patrimonio arquitectónico, sino a considerar en la arquitectura presente y futura”.

“La tierra es para compartir”

El coordinador de Red ARCOT, Dr. Sergio Alfaro, enfatizó los objetivos de su entidad, que reúne a instituciones enfocada en difundir, enseñar y transferir conocimientos sobre esta materia.

A la vez, se refirió a la relevancia de este tipo de encuentros, destacando que para la organización que representa es muy relevante que la tierra esté vigente permanentemente en la reflexión arquitectónica, en la formación, investigación y difusión de este saber ancestral.

“La tierra no es para competir, cada saber ancestral está enraizado en un territorio, la tierra es para compartir, y eso es lo que estos encuentros promueven estos encuentros: compartir las experiencias, los conocimientos y, de alguna manera, proyectarnos para ser un país responsable de nuestro patrimonio ancestral“, destacó.

Añadió que “la tierra no solamente está asociada a una tecnología sino que también nos permite mirar el futuro, con técnicas que cada día se van perfeccionando en un país sísmico como el nuestro, que es el mejor laboratorio del mundo para poder validar lo que está en pie y lo que de alguna manera vamos a profundizar en nuestras investigaciones”.

Programa y asistencia

Esta segunda versión de ENACOT fue organizado por la Red Nacional PROTIERRA Chile en conjunto con el Comité de Tecnología del Colegio de Arquitectos y la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad.

También, se contó con el patrocinio de la Red de Arquitectura y Construcción en Tierra ARCOT de la Cátedra UNESCO, integrada por las universidades Arturo Prat, de Iquique; Católica del Norte, de Antofagasta; La Serena, de la Serena; Federico Santa María, de Valparaíso; Talca, de Talca; Del Bio Bio, de Concepción; Concepción, de Concepción y nuestra Casa de Estudios.

El encuentro fue encabezado por el vicerrector de Investigación, Innovación y Desarrollo, Dr. Óscar Bustos; el director de la Escuela de Arquitectura, Jorge Lobiano; el presidente de Protierra, Hugo Pereira, y el coordinador de la Red ARCOT, Sergio Alfaro.

En la jornada se presentaron diferentes ponencias, donde se abordaron diferentes iniciativas en bloques temáticos: intervención del patrimonio construido en tierra y arquitectura contemporánea e innovación en la construcción con tierra.

En la oportunidad, participaron, como expositores o moderadores, los profesionales Natalia Jorquera, Leonardo Seguel, Patricio Morgado, Francisco Prado, Dino Bozzi, Rodolfo Jiménez, Patricia Marchante, Pilar Silva, Romina Acevedo, Óscar Carrillo, David Cortez Godoy, Lorena Pérez, Carolina Valdés, Amanda Rivera, Jorge Broughton, Masué Sakakibara, Ángeles Hevia, Nicolás Álvarez, María José Moreno, Francesco Fiorito, María Victoria Correa, Camilo Giribas, Lucía Otero, Claudio Arce y Álvaro Riquelme.

La tierra como materialidad de construcción es el tema que convoca mañana a Arquitectos del país

La tierra como materialidad de construcción es el tema que convoca mañana a Arquitectos del país

La actividad, es producto de la alianza fructífera entre la Red Nacional Protierra Chile, el Comité de Tecnología del Colegio de Arquitectos y la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad, con el patrocinio de la Red de Arquitectura y Construcción en Tierra (ARCOT) y de la Cátedra UNESCO de Arquitectura de la Tierra.

Sobre la iniciativa, el académico de la Escuela de Arquitectura de nuestro Plantel y miembro del comité organizador, Carlos Muñoz Parra, explica que tiene por finalidad presentar trabajos académicos y experiencias profesionales asociadas al desarrollo de lo que significa la producción y arquitectura con tierra; es decir, la que se basa en adobe, quincha,  u otros elementos similares, para dejar sentada su importancia como material patrimonial y ancestral

A la vez, también sobresalen otras características que hacen aún más noble este elemento, tales como su abundancia en el planeta y el bajo costo o sustentabilidad que involucra. “Construir con tierra, respecto a la huella de carbono, es lo más bajo que hay en términos objetivos”, enfatiza el arquitecto.

Reposicionar este material

Agrega el profesor Muñoz, que la actividad además busca reposicionar a este material que, producto de los grandes movimientos telúricos que han afectado a nuestro país, ha sido injustamente “desprestigiado”.

“Curiosamente en algún minuto, se pensó a partir de los terremotos, que (la tierra) estaba obsoleta en nuestro país. Sin embargo, a la larga, nos dimos cuenta que se discriminó a este material porque el problema va en cómo se utiliza más que en su constitución”, sostiene.

Porque en el terremoto “los principales edificios que se cayeron eran de hormigón armado”, enfatiza.

En ese contexto, el encuentro pretende “poner en valor un material ancestral y patrimonial, que se proyecta en la sustentabilidad de la construcción, que se ha utilizado de manera exitosa en muchas edificaciones contemporáneas, no tan solo en reconstrucción y restauración patrimonial, sino que en obras presentes y vigentes”.

Unos de los objetivos principales de la actividad es dar a conocer qué se ha hecho en lo que respecta a la arquitectura y la construcción en tierra, tanto en el mundo académico y profesional.

“Se produce un diálogo, y se crean redes que son fundamentales para el desarrollo de intervenciones en el ámbito de la ejecución de obras de arquitectura y construcción”, reflexiona Carlos Muñoz.

Amplio debate

El ENACOT comenzará a las 8:30 horas, con el proceso de acreditación, y considera 17 exposiciones, basadas en investigaciones y experiencias académicas y profesionales.

Ya está confirmada la presencia de representantes de ocho universidades: Arturo Prat, Católica del Norte, de la Serena, de Santiago de Chile, Técnica Federico Santa María, de Talca, del Biobío y de Concepción.

Se suma al selecto grupo la presencia de la Fundación Jofre, entidad sin fines de lucro, cuyo fin es promover el uso de la tierra como fuente de construcción, hermanada con la naturaleza y la historia de las sociedades.

La organización está a cargo de la Escuela de Arquitectura de nuestra Casa de Estudios, donde se han tomado todas las medidas para el éxito de este trascendente encuentro de la especialidad.

Estudiantes de Arquitectura proyectan mejoras para colegios administrados por U. de Santiago

Estudiantes de Arquitectura proyectan mejoras para colegios administrados por U. de Santiago

  • Como parte de su práctica profesional del último verano, ocho estudiantes de arquitectura se abocaron durante seis semanas a diseñar proyectos orientados a realizar arreglos y mejoras arquitectónicas para los liceos industriales de Angol y Nueva Imperial, que administra nuestra Casa de Estudios.

 



Desde el año 2007 nuestra Casa de Estudios administra cuatro establecimientos técnicos profesionales: el Instituto Comercial Eliodoro Domínguez, en Santiago; el Liceo Industrial Presidente Pedro Aguirre Cerda, en Rancagua, y los liceos Industrial de Angol e Industrial de Nueva Imperial, ambos de la Región de la Araucanía.

Como parte de su práctica profesional del último verano, estudiantes de la Carrera de Arquitectura, conformados en dos grupos de cuatro integrantes cada uno, se abocaron durante seis semanas a diseñar proyectos orientados a realizar arreglos y mejoras arquitectónicas para los mencionados liceos de Angol y Nueva Imperial.

Concluidas las propuestas, el siguiente paso es ver la factibilidad de contar con recursos gestionados por las respectivas municipalidades para ejecutar las obras.

Propuestas innovadoras para Nueva Imperial

En el caso del grupo de Nueva Imperial, el proyecto se propone remodelar el establecimiento educacional, con una construcción total de 6.200 metros cuadrados, lo que incluye la construcción de un auditorio.

“El trabajo en un taller es desde un imaginativo, algo que podría ser factible”, explica Tamara Toledo, estudiante de quinto año, quien destaca que en terreno la situación es diferente. “Hay que pensar en la comunidad, en cómo se utilizará el proyecto y respetar las respectivas normas de cada lugar”.

Asimismo, recuerda que al llegar se encontraron con un proyecto antiguo, identificado con la comuna, que había surgido junto a la instalación de la comunidad. “Nuestro objetivo era respetar la conservación y la arquitectura de la zona. Sin embargo, la gente del lugar nos pedía un proyecto distinto y más contemporáneo”, reconoce la estudiante.

El objetivo inicial, como explica Tamara Toledo, era mantener la identidad en función de la madera, considerando que se trata de una zona mapuche. “Pero ellos querían algo nuevo. Nos costó cambiar el estilo de diseño y llevarlo a algo más moderno”.

En cuanto a la experiencia adquirida, advierte que “como Universidad trabajamos en Santiago y hacemos proyectos relacionados con esta ciudad. Entonces, la práctica nos da la posibilidad de conocer otros lugares de Chile y trabajar para el resto del país con distintas normas, escenarios y condiciones climáticas. Eso significa un gran aporte para nosotros pensando en nuestro futuro trabajo como profesionales. Nos acerca más a esa realidad”.

Intervención social y educacional en Angol

Respecto del grupo de Angol, la propuesta se centró en una intervención social y educacional, que considera la ampliación y restauración de lo existente, con la construcción de una nave industrial que permita unificar las zonas de talleres. Todo esto, respetando un diseño en función de las necesidades de la comunidad.

Óscar Guerrero, también de quinto año de la carrera de Arquitectura, destaca la importancia de identificar distintas posibilidades, así como las condiciones en las que se encontraba la construcción. “Nos pidieron dejar todos los espacios para talleres en un solo piso, mientras que las salas de clase en la segunda planta”.

En ese contexto, asegura que se deben considerar distintas variables, tanto arquitectónicas como respecto de las opiniones de las personas del lugar. “Son factores que generan cambios en el proyecto inicial, por lo que esas primeras ideas deben ir mejorando y adaptándose al terreno”.

En cuanto a los aportes que genera una experiencia como ésta, el estudiante reconoce importantes cambios en su visión respecto de la actividad profesional. “Cuando empezamos a ver el trabajo en equipo surge la importancia de cómo las ideas de cada uno tienen que apuntar a un conjunto para lograr el objetivo. Siempre existe la posibilidad de realizar proyectos para privados. Pero también es muy valioso ir a un lugar e interactuar con la gente y ver cómo el proyecto ayuda a la comunidad”.

Permanente aporte de la Universidad

El rector, Juan Manuel Zolezzi Cid, tuvo la oportunidad de conversar con los estudiantes y conocer sus experiencias e impresiones del trabajo en terreno realizado durante sus procesos de prácticas.

“Aquí convergen la Universidad, nuestros colegios de administración delegada y la Escuela de Arquitectura. En conjunto hemos diseñado el programa de prácticas porque tenemos necesidades en esos establecimientos de Nueva Imperial y Angol”, detalló la autoridad.

Manifestó que se trata de una experiencia enriquecedora en la que convergen la preocupación de la esta Casa de Estudios y todo el esfuerzo de los estudiantes y profesores de la Escuela de Arquitectura. “Vivir en los internados de los colegios, compartir con las comunidades, pensar en sus necesidades y diseñar proyectos arquitectónicos en terreno son situaciones inolvidables. Considerando además que el 84 por ciento de la comunidad de Angol corresponde a la etnia mapuche”, detalló la autoridad universitaria.

Como encargado de coordinar y supervisar a los estudiantes, el académico Carlos Richards, explicó que esta práctica de gestión de proyectos tiene múltiples ventajas, diferenciándose de los talleres de diseño arquitectónico que se realizan en la Escuela de Arquitectura.

“Ellos toman decisiones de arquitectos. Deben sentir la responsabilidad. Yo los visito, pero no existe una orientación pedagógica, porque de lo contrario se transforma en un taller. Esto es un laboratorio de práctica en terreno”, aclaró el académico.

Asimismo, aclaró que lo primero que descubren los estudiantes es que tomar decisiones de diseño en terreno no solo corresponde a un aspecto teórico. “Las decisiones tienen un efecto práctico, porque estos proyectos habitualmente son postulan a fondos externos, por lo que en la medida que se consiguen los recursos, estos proyectos pueden desarrollarse”, concluyó el profesor Richards.

 

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