Comité Olímpico de Chile reconoce a basquetbolista de la Usach por su labor contra el COVID-19
El 1 de marzo, la estudiante de nuestra Universidad, Milena Koljanin Matta comenzó su sexto año de medicina como interna en el área de pediatría del Hospital El Pino. Sin embargo, a raíz de la pandemia del Coronavirus y la reconversión hospitalaria, el internado en el recinto asistencial fue suspendido.
Sin embargo, atendiendo al llamado de las autoridades a las y los estudiantes de penúltimo y último año de medicina, la joven seleccionada nacional de básquetbol ingresó como voluntaria al Hospital Barros Luco Tredeau, también reconvertido producto del COVID-19.
Desde entonces Milena ha debido enfrentarse a la dura realidad que sacude la red de salud pública. Con un horario de lunes a viernes, y algunos sábados, desde las 07:30 hasta las 17:00 horas, la joven busca aportar al combate del virus, a pesar de la exposición a la enfermedad y su condición ad honorem. "Solo por vocación y compromiso social", enfatizó.
Por su labor en esta crisis, el Comité Olímpico de Chile la premió con una medalla y el título de "nueva campeona" junto a otros 10 deportistas integrantes del Team Chile que realizan labores en diversos recintos asistenciales de salud.
Lo más difícil
A diario "nos encontramos a los pacientes en un estado muy desvalido y sin la compañía de sus familiares, es muy triste. Por lo mismo varios de ellos nos confían a nosotros sus problemas y angustias", comentó a Usach al Día.
"Creo que lo más difícil durante este tiempo ha sido ver a los pacientes en el estado en el que están. Dentro de lo que llevo estudiante medicina en la Universidad de Santiago, no me había tocado ver casos como los que he visto ahora", agregó la deportista.
En esa línea la estudiante argumentó que el contexto actual es más duro porque antes los parientes directos podían visitar a los enfermos o comunicarse. "Ahora nos toca informar a las familias acerca del estado diario de los pacientes, te preguntan cómo están y te toca escucharlos llorar muchas veces", indicó.
"Eso ha sido difícil porque yo he sido siempre muy apegada a mi familia y pienso que si viviera una situación así sería terrible. Justamente yo estudié medicina para no ver a las personas en ese estado", afirmó.
Lo menos complicado hasta ahora es el tema del cuidado y limpieza en la casa, ya que su papá también es médico, por lo tanto ambos toman todos los resguardos para salir o entrar al hogar.
La muerte cerca
En nuestro país son miles los fallecidos por la pandemia, y para Milena esto ya es parte de su experiencia como interna voluntaria luego que murieran dos de sus pacientes. "Fue duro por un lado porque uno no está preparado para ver morir a las personas. Mi idea de ser médico es salvar vidas", detalló.
Esta semana, sin embargo, falleció un paciente que se encontraba con orden de no reanimar por parte de la familia. "Por ese lado es menos duro porque una no se queda con la sensación de que no hizo lo suficiente para salvarlo", contó.
Dentro de las situaciones difíciles, la estudiante de medicina también suma el comunicar a los pacientes, a petición de la misma familia, la muerte de otro pariente hospitalizado.
Aprendizaje
Para Milena, la experiencia ha sido enriquecedora desde el punto de vista de la teoría y el aprendizaje porque ha podido ver distintas patologías, tipos de manejo, es decir, cosas que solo te entrega la experiencia clínica y práctica.
En el sentido humano, destacó el trabajo de todo el equipo que diariamente debe dejar a sus familias de lado para "sacarse la mugre por esto y por lo mismo pasan a ser tu familia", dijo.
En ese marco, agradeció la recepción que tuvo de todos los profesionales "porque me recibieron como una médico más y eso es súper bueno para mí. Comparten sus experiencias conmigo, toman en cuenta mis decisiones y el manejo de los pacientes también".
"Definitivamente me he sentido un aporte en esto porque son muchísimos los pacientes. Imagínate que es un servicio acostumbrado a una cantidad menor y ahora se triplicó o cuadruplicó", subrayó la joven que en cuya sala atiende, junto a otros dos profesionales, 16 pacientes.