Comunidad del campamento “Dignidad de Tobalaba” valora trabajo voluntario de la Universidad de Santiago
En la ribera norte de la Quebrada de Macul, en la comuna de La Florida se ubica, desde inicios de este año, la denominada toma “Dignidad de Tobalaba”; una ocupación de terreno que alberga a cerca de 600 familias que, en precarias condiciones, han debido enfrentar la crisis económica y sanitaria que golpea con fuerza a nuestro país.
Ante esta realidad, estudiantes y funcionarios de la Universidad de Santiago de Chile, decidieron organizarse y acudir en apoyo de las y los pobladores, a través de la gestión de alimentos y otras ayudas solidarias, así como con la construcción de una sede vecinal para el campamento.
El objetivo actual de las y los voluntarios de nuestro Plantel es habilitar la sede y establecer dicho espacio como un centro que permita realizar, por ejemplo, talleres, capacitaciones en oficios, así como nivelación de estudios para las y los vecinos que lo requieran.
Desde el terreno y adoptando las medidas de precaución sanitarias correspondientes, el prorrector de nuestra Casa de Estudios, Dr. Jorge Torres Ortega, relató que, tras desatarse la pandemia en Chile, “tuvimos la posibilidad de trabajar acá con un grupo de funcionarios, funcionarias y estudiantes, lo que nos ha permitido reconocer otras realidades, muy distintas a las que vivimos en la Universidad, y que nos han llegado al corazón”.
Especialmente, agregó el prorrector, “estamos acá, con la idea de ayudar, gestionar la entrega de alimentos, calefacción y, especialmente, la posibilidad de crear una sede para que esta infraestructura se transforme en un apoyo verdadero a personas que realmente están sufriendo no solo el tema de la pandemia, sino que también grados críticos de pobreza”.
A juicio del Dr. Torres, el trabajo voluntario de la comunidad de nuestro Plantel en este punto de la ciudad, demuestra un rasgo institucional distintivo, que es el sello de responsabilidad social.
“Nosotros no solamente debemos cumplir nuestro quehacer universitario y académico, sino que también nuestra labor desde el punto de vista social”, recalcó la autoridad universitaria.
Por parte del estudiantado, la alumna de la carrera de Arquitectura, Noemí Quintana, manifestó su alegría por la contribución realizada.
“Las y los estudiantes nos hemos estado vinculando de a poco acá a la toma. Vinimos a colaborar en el Día del Niño y ahora estamos a la espera de terminar el proyecto de la sede para tener un espacio físico donde hacer actividades”, contó la futura arquitecta, agregando que el propósito es realizar talleres, colonias de verano y otras acciones solidarias.
“Para nosotros, es un hito”
Alejandra Soto es la presidenta de la etapa 3 de la Toma Dignidad y, en representación de sus vecinas y vecinos, agradeció la labor efectuada por la comunidad de la Universidad de Santiago.
“Para nosotros, esta sede es un hito: es nuestra base, porque ya no vamos a tener que andar pidiendo casas para hacer una reunión o implementar talleres”, señaló.
Para la dirigente, contar con este nuevo espacio, abre la esperanza de concretar muchos sueños. “Con esto vamos a poder sacar muchos proyectos con nuestra gente, partiendo de la base de la nivelación de estudios que es súper importante”, agregó.
En ese mismo sentido, la también dirigente de la etapa 3, Giselle Contreras, calificó el rol del Plantel, como una ayuda enorme, para el bienestar de los niños, las niñas y de los adultos. “Es emocionante tener una sede porque eso nos va a abrir muchas puertas”, concluyó.
Revisa el video de esta actividad a continuación: