Experto amplía conceptos claves de Coronavirus para mantener informada a nuestra comunidad universitaria
El Presidente Sebastián Piñera anunció una serie de medidas para la clase media en medio de la pandemia del coronavirus. El plan incluirá cuatro medidas fundamentales.
La primera es un crédito de hasta $2,6 millones, con un año de gracia, pagable en cuatro años y con tasa de interés UF+0%. El crédito será otorgado directamente por la Tesorería General de la República.
Para el ex Tesorero General de la República y académico de la Universidad de Santiago, Hernán Frigolett, “no está definida cuál es la burocracia para poder acceder al crédito y hay requisitos que son duros, porque se está implementando esta medida con tres meses de atraso. Es muy probable que muchos ya tengan alguna cuota atrasada con otro crédito e, incluso, presenten mora. Hay una restricción de entrada que está fuera de tiesto”, precisó.
Además, advirtió que “habría un subsidio implícito para los que no cumplen con pagar el crédito, mientras que para los que hacen el esfuerzo no hay un subsidio asociado, lo que parece una condición complicada”.
Para la economista y académica de la Usach, Marcela Vera, el problema de esta medida es que plantea solucionar las complicaciones de la clase media aumentando sus dificultades financieras.
“Es una política pública que genera una mayor tensión sobre niveles de endeudamiento que ya se advierten durante este Gobierno”, criticó. De acuerdo al Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central, la deuda de los hogares equivale al 52% del Producto Interno Bruto.
Por su parte, el economista y académico de la Usach, Víctor Salas, señaló que “la discusión debe estar centrada en si es correcto o no dar más créditos a sectores medios que ya están agobiados por la renta”.
Postergación del dividendo
La segunda medida es la postergación del dividendo de créditos hipotecarios por hasta 6 meses y para viviendas con valores menores a las 10 mil UF que no tengan una mora superior a los 29 días.
Para Marcela Vera, esta medida buscaría más bien proteger al sector inmobiliario. En tanto, Hernán Frigolett, dijo que “no está claro si se refiere a deudas inferiores de 10 mil UF de acuerdo a qué tasación: si al momento de haber obtenido el crédito, al momento actual o al avalúo fiscal. Hay varias dudas sobre los elementos que se considerarán para acceder a este beneficio”.
Ampliación del subsidio de arriendo
La tercera medida es una ampliación del actual subsidio de arriendo clase media, el que aportará hasta 150 mil pesos durante tres meses para arriendos de hasta 400 mil familias.
Para Víctor Salas, “el nivel de subsidio es muy pequeño”. Hernán Frigolett, en tanto, opina que “si estamos pensando en la clase media que no ha sido cubierta por los beneficios anteriores, que se encuentra en los deciles siete, ocho y nueve, el tope del arriendo para poder acceder al beneficio es bajo. Debiera haber un tramo de hasta los 600 mil pesos y que el subsidio represente al menos el 40% del arriendo”, afirmó.
CAE preferencial para la clase media
La cuarta medida del plan de Gobierno es la ampliación del Crédito con Aval del Estado (CAE) para la Educación Superior. Para Salas, investigador en economía aplicada al sector de la educación, la iniciativa solo se centra en ampliar las fechas de postulación.
“También debiese proponerse la extensión de postulación a becas, discusión que ha tenido el Consejo de Rectores, pero donde el Gobierno no ha querido tomar parte”, concluyó.
El Presidente Sebastián Piñera anunció este domingo un paquete de cuatro programas para ayudar a la clase media afectada económicamente por la crisis que ha causado el Coronavirus en Chile.
Se trata de la creación de "créditos blandos", los que serán administrados por el Estado y permitirán cubrir hasta un 70% de los ingresos de los trabajadores que tenían remuneraciones por sobre los $500.000 pesos mensuales antes de la crisis y que puedan acreditar una caída significativa de ellos.
Piñera anunció además la postergación de dividendos hipotecarios, ayuda que cubrirá el 100% de 6 dividendos o el 50% de 12 para quienes tengan compromisos para primera vivienda y que su valor sea menor a 10.000 U.F. y que no tengan un mora superior a 29 días. Se suma la ampliación del programa de subsidios para arriendos de hasta 150 mil pesos por tres meses, para arriendos de hasta 400 mil pesos.
El Jefe de Estado también anunció la ampliación de los Créditos con Aval del Estado. Se abrirá un proceso excepcional de postulación al CAE para familias que hayan tenido una caída significativa de sus ingresos. El plan completo, señaló Piñera, significaría una ayuda para más de un millón de personas y una inversión de 1.500 millones de dólares. Sin embargo, el mandatario no se refirió a un eventual retiro del 10 por ciento de los ahorros de las AFP.
Para el economista y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago, Gonzalo Martner, las medidas no lograrán recuperar los índices de actividad económica.
El doctor en ciencias económicas y especialista en política económica del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Usach explicó que la crisis actual tiene su origen en una baja del consumo, el aumento del desempleo y una disminución de las remuneraciones.
Por ello, señaló que la solución pasa por utilizar las reservas fiscales por más de US$20 mil millones y endeudarse, a fin de aumentar el Ingreso Familiar de Emergencia y fortalecer el seguro de cesantía.
“La caída de la actividad se puede disipar en el segundo trimestre a alrededor de un 20%”, advirtió. “El Gobierno no ha estado a la altura de la respuesta y ello repercute en que el mundo empresarial no tenga quien compre lo que produce”, criticó.
Consultado sobre el llamado de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) a retomar la actividad, Martner concluyó que el gremio se equivoca al centrarse sólo en recuperar la oferta, sin considerar las consecuencias de desatender una emergencia sanitaria.
“La verdad es que la ciudad de Santiago hace años que no está preparado para ningún tipo de temporal de invierno”, afirmó el Dr. Carlos Muñoz, académico de la Escuela de Arquitectura de la Usach, frente a los anegamientos que ocasionaron las últimas lluvias en varios puntos de Santiago y que podrían repetirse este fin de semana.
El experto indicó que esto se debe a que las autoridades han dejado de lado diversas tareas de planificación urbana producto de la larga sequía que nos afecta.
“Salvo por algunas coyunturas particulares no han existido lluvias que provoquen las inundaciones en los espacios habituales, en donde siempre aparece la excusa que son zonas de bajos, pero la realidad es que no hay un programa de infraestructura apropiado para poder atender este tipo de situaciones” agregó el Dr. Muñoz.
El académico indicó que si bien se han hecho algunas intervenciones como la captación de aguas servidas que se vertían en el río Mapocho y las obras en el Zanjón de la Aguada, hay otros sectores de la ciudad que están siendo afectados y que requieren de inversiones de este tipo.
“El caso del río Mapocho, que ya no presenta aguas cloacales, se produjo gracias a la gran inversión y participación de una empresa sanitaria que le interesaba el tema , sino Chile perdía validación frente a los mercados internacionales por las aguas de río con las que estaba regando ciertos productos de exportación”.
Además, agregó que “la obra del Zanjón de la Aguada fue muy relevante para mitigar los problemas y está teniendo buenos resultados, pero ese no es el único punto crítico de la ciudad, en donde tenemos casi ocho millones de habitantes. Esta obra solo soluciona los problemas de un cuarto de la población”, aseguró.
El tema de las aguas lluvias, excepto la comuna de Santiago Centro que ha tenido históricamente un excelente sistema de evacuación de aguas lluvias, presenta graves problemas para los demás municipios de la capital, particularmente los que están ubicados en zonas más bajas y, por lo tanto, esto sigue siendo un tema pendiente de la agenda pública, precisó el Dr. Muñoz.
“Para solucionar esto es fundamental coordinar a las autoridades competentes, es decir, las empresas sanitarias; el sistema público a través del Serviu y sus controles de vialidad; el Ministerio de Vivienda que tiene que proyectar con los instrumentos de planificación; el Gobierno Regional que tiene que poner la disponibilidad de recursos a través del FNDR para realizar las inversiones respectivas y realizar una acogida apropiada de las obras de aguas lluvias” enfatizó el académico.
El experto remarcó que Chile históricamente actúa por acción y reacción, lo que provoca que si los temas no están en la actualidad pública no se toman en consideración, cosa que ocurrió con el estallido social- dijo- “donde nadie se preocupó del descontento en la población y actualmente en la crisis sanitaria, donde se ha podido ver la debilidad del Estado en cuanto a planificación ante este tipo de materias”.
“Debemos cambiar la mirada asistencialistas por una que tenga que ver con el bienestar de la ciudadanía que solo puede cambiar a través de una nueva Constitución, que aunque algunos no lo entiendan, afecta a estos problemas urbanos porque debe existir una mayor responsabilidad del Estado y no dejárselo casi todo a los privados para que lo atiendan. Ahí hay un punto que hay que considerar”, precisó el docente de la Usach.
Tendencias mundiales
En este sentido, el también académico de la Escuela de Arquitectura, Rodrigo Martin, expresó que en cuanto a los sistemas de control de emergencias climáticas y de otros tipos existen los Centros de Control Inteligente Urbanos (IOC) , que permiten gestionar los sistemas, infraestructuras y recursos de una ciudad para responder a estos eventos.
“Un caso de esto es el centro de operaciones de Río de Janeiro: Con el IOC actuando como punto central de comando, es posible recolectar, analizar y monitorear datos en tiempo real desde los sensores e indicadores de nivel en el sistema de recolección de aguas, que permite controlar el flujo de las aguas mediante el uso de sensores remotos inalámbricos, válvulas y lastres inteligentes o barreras inflables”, señaló.
Añadió Martin que el departamento urbano a cargo de la infraestructura de aguas mantiene un complejo sistema compuesto por redes principales, medidores de agua, plantas de filtración pozos e instalaciones de almacenajes de agua, entre otros.
Estos sistemas utilizan una vía combinada para el transporte de diversos tipos de agua de desecho como aguas lluvias, aguas servidas y otros contaminantes hacia las plantas de tratamientos.
En el caso específico de la ciudad de Santiago, el experto en estudios de Smart City, señaló que lo necesario sería realizar “modificaciones en la normativas de diseño de infraestructuras urbanas y dejar de planificar para escenarios promedio (más barato) y pensar en máximos históricos”, concluyó.
La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, presentó una propuesta para hacer frente a la pandemia deCoronavirus, donde se incluye la idea de implementar un Plan Nacional de Trazabilidad centradoen potenciar el testeo, la trazabilidad y el aislamiento de los casos de contagio.
La iniciativa fue valorada por la académica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Dra. Angélica Verdugo, quien la calificó como “tremendamente razonable”.
“Es lo que debió haberse hecho desde el día uno. Desde un inicio, debió haberse virado hacia lo que la atención primaria siempre hace en los territorios, que es la prevención, la educación y, en esta situación de pandemia, la detección de casos, es decir, aumentar las pruebas PCR”, planteó la especialista.
Para la académica y médica cirujana, “el Gobierno fue muy lento en tomar las decisiones cuando esta pandemia entró en la fase 4, en la fase comunitaria”.
“Probablemente al inicio fueron capaces de trazar los casos, pero esto se salió de las manos al llegar a las comunas en la periferia de Santiago y regiones, tal como los especialistas auguraban. (Las autoridades) nunca pensaron en la atención primaria como la entidad del sistema de salud que pudiera, efectivamente,aportar;porque la atención primaria está instalada en todo el territorio y tiene funcionarios, profesionales y técnicos, especializados. El Gobierno siguió pensando en este esquema solo con las Seremis y yo creo que eso se debe a una debilidad del Ministerio hoy día”, precisó.
La doctora Verdugo recordó que “el Ministerio tenía a Orlando Durán comojefe de atención primaria, que no es un especialista en atención primaria, como ya sabemos, dedicado a hacer negocios con las residencias sanitarias, lo que presumiblemente, lo hizosalir del cargo; además, hay un subsecretario de Redes que tampoco tiene experiencia en el sector salud”, destacó.
“En el Ministerio nadie pensó en que la atención primaria era el socio principal de una estrategia de detección efectiva, de tratamiento y aislamiento de contagios y sus contactos. Yo creo que ese es el origen del problema. Siempre pensaron en los hospitales, porque el modelo es hospitalocéntrico”, agregó.
En opinión de la Dra. Verdugo, un segundo problema es que no existe un protocolo de trazabilidad.
“El Colegio Médico apunta a un problema que es esencial y es que existan lineamientos desde el Ministerio para la atención primariaen términos de cómo se hace la trazabilidad y cuáles son los indicadores.LaOrganización Mundial de la Salud dice que hay que trazar al 90 por ciento o más de de los casos para estar seguros de que estamos conteniendo la pandemia y acá no sabemos.No hay un seguimiento del Ministerio respecto a cuánto se está haciendo de trazabilidad”, apuntó.
“En mi humilde opinión, la Subsecretaría de Redes en el Ministerio de Salud es tremendamente débil”, agregó la académica, refiriéndose, además, a los cuestionamientos recibidos ante el manejo de recursos públicos.
“Yo creo que ahí hay debilidades estructurales que el Ministerio debiera resolver si queremos efectivamente hacer una trazabilidad adecuada, para que podamos salir de estas cuarentenas y tener un retorno a una normalidad, entre comillas, que sea de verdad y no esta normalidad de la que habló el Gobierno hace dos meses cuando todavía no estábamos ni en el peak de la pandemia”, subrayó la académica del Magíster en Salud Pública de la Universidad de Santiago.
El centro de estudios Espacio Público aseguró, en informe sobre la evolución del coronavirus en Chile, que la tasa de contagiosen la Región Metropolitana ha disminuido en la última semana. Sin embargo, reveló que los casos han aumentado en las regiones. Principalmente, en Antofagasta.
Santiago: no confiarse
El infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, Francisco Zamora, concordó en que se observa un menor colapso en los servicios de urgencia de la capital, así como una disminución en la sobredemanda de pacientes, lo que ha permitido el ingreso de más personas que no padecen COVID-19.
A su juicio, esto se debe al periodo de confinamiento completo en la RM. “Tuvimos ocho semanas de sobresaturación de los hospitales, donde se aguantó como se pudo”, señaló. Sin embargo, advirtió que “es pronto para decir que ya estamos libres del COVID-19”.
Para el académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, mientras no exista una vacuna para el virus, la probabilidad de que se produzcan rebrotes es alta. Por eso, emplaza al Ministerio de Salud a realizar cuatro tareas que, a su juicio, son fundamentales en esta etapa.
“Lo primero es diagnosticar, yendo hacia la población, al interior de las comunas. Los Cesfam son los que mejor saben cómo hacer este trabajo. Luego, aislar. Después, apuntar a la trazabilidad, estudiando los contactos para controlar los contagios y los nuevos brotes que surjan, evitando que se expandan. Finalmente, decretar cuarentenas”, explicó.
El experto en políticas públicas en el área de la salud y académico del Magíster en Salud Pública de la U. de Santiago, Tito Pizarro, insistió en que se debe ser cauteloso con estas cifras aparentemente favorables, ya que aún se observa una fuerte concentración de pacientes en la Región Metropolitana.
“Hay que seguir manteniendo el rigor en los planes y políticas que se han implementado en la RM. Seguimos teniendo una gran cantidad de pacientes y una gran mortalidad”, advirtió. “Es alentador lo que se plantea, pero aún es pronto para decir que está disminuyendo”, enfatizó.
El vicedecano de Docencia y Extensión de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach sugirió fortalecer la red de municipios en Santiago, a fin de que sean los ayuntamientos quienes provean mecanismos que den más certeza a sus vecinos, con el fin de lograr que estos se mantengan en sus casas durante el periodo de confinamiento.
Regiones: decretar cuarentenas
Respecto a las regiones, Zamora llamó a decretar cuarentenas en el momento en que comienza a advertirse que la trazabilidad se está perdiendo. “Tenemos que aprender de nuestros errores. El principal error del sistema fue perder la trazabilidad y, por eso, terminamos navegando a ciegas”, afirmó.
El especialista llamó a reforzar los equipos de epidemiología de las distintas Secretarías Regionales del Ministerio de Salud (Seremis). “Ellos deben ser los encargados del seguimiento de la trazabilidad de los pacientes que se vayan contagiando. Por lo tanto, es muy importante que existan más funcionarios trabajando en ello, vigilando por lo menos este y el próximo año”, puntualizó.
Pizarro concordó en que las cuarentenas deben decretarse de manera “precoz”, a fin de aislar tempranamente a las personas que contagian. “El aislamiento evita que aumente el brote epidémico. La cuarentena es útil solo cuando uno tiene la capacidad de identificar a las personas que lo necesitan, lo que es la clave del éxito”, afirmó.
Finalmente, el médico cirujano consideró necesario rediseñar el plan sanitario, reforzando el seguimiento de los casos y otorgando las condiciones para realizar un aislamiento seguro, proveyendo apoyo económico y social a las personas. “Si no está eso asegurado, es muy difícil que las cuarentenas funcionen”, advirtió.
“En Chile, hay una gran cantidad de población con problemas de habitabilidad, alimentación e inseguridad en el trabajo. El Estado debe proveer certidumbre en este periodo”, subrayó. “Hay que mantener las cuarentenas decretadas, extenderlas a otros puntos del país y seguir haciendo un testeo masivo, para aislar los casos positivos”, sintetizó.
Se acerca un largo fin de semana y hoy viernes a las 22 horas entran en cuarentena las comunas de El Monte, Talagante, Calera de Tango, Graneros y Quillota, además de aplicarse cordones sanitarios en otras zonas de alta confluencia. En opinión de los académicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Angélica Verdugo, Pablo Villalobos, Mauricio Osorio y Christian García, estas restricciones a la movilidad, aunque necesarias, resultan todavía insuficientes para contener las elevadas tasas de contagio de Coronavirus.
Para la médica cirujana, ex subsecretaria de Redes Asistenciales y académica, Angélica Verdugo, “las medidas que el Gobierno ha implementado son insuficientes para enfrentar tanto la crisis sanitaria como la crisis económica que, como hemos visto, van absolutamente de la mano”.
“Podemos seguir incorporando nuevas comunas a la cuarentena y me parece muy bien que así sea, pero el problema son las condiciones de desigualdad enorme para hacer estas cuarentenas, porque la encuesta IPSOS muestra que solo el 57 por ciento de los más pobres ha recibido ayuda en dinero o alimentos. Eso significa que no están en condiciones de hacer una cuarentena, porque no tienen seguridad alimentaria y, por lo tanto, ahí es donde el Gobierno tiene que apuntar”, enfatizó la especialista.
Verdugo también acusó la situación de grandes empresas que se han hecho pasar por rubros esenciales y han presionado a sus trabajadores para asistir a sus labores. “Y a quienes se les obliga a ir a trabajar es a la gente más pobre, a la gente de escasos recursos”, añadió.
“No sé si es tan relevante incorporar más comunas como cambiar el diseño de la cuarentena, que es donde el Gobierno tiene que insistir. Se le ha venido diciendo hace mucho rato y pareciera que solo han escuchado a medias, porque han hecho a medias el control de las empresas y la entrega de ayudas, mientras la gente se está muriendo en los hospitales, en las casas y en los hogares de ancianos, porque las cosas no se han hecho bien”, agregó la académica.
Coincidió el epidemiólogo y académico de la Facultad de Ciencias Médicas, Christian García, quien además de apuntar a la restricción de permisos como una forma de disminuir la movilidad, también enfatizó en que el Gobierno debe hacer llegar “ayudas sociales que permitan otorgar seguridad a la ciudadanía”.
“Es evidente que las cuarentenas nos van a servir en reducir la movilidad, pero, también, necesitamos establecer condiciones para que la gente pueda realizar estas de manera cómoda, en términos de seguridad alimentaria. Hay una necesidad de asegurar el trabajo, esa seguridad laboral de que no lo van a perder, y también la ayuda económica que aún no llega, pero que estamos esperando”, indicó el especialista.
Mauricio Osorio, ex Seremi de Salud Metropolitano y académico de la Escuela de Medicina de la Usach, consideró positivas las nuevas medidas en regiones, por el alto nivel de contagios, pero apuntó que la Región Metropolitana aún mantiene un alto nivel de productividad.
“Desde el punto de vista del Gran Santiago, donde todavía hay un alto nivel de productividad, es complicado. Significaría, en lo concreto, afectar a empresas e industrias. Sin embargo, insisto en que la disminución de la movilidad, ser estricto con los controles sanitarios e involucrar a la atención primaria es el camino por el que debemos seguir transitando”, apuntó el experto en salud pública.
“Criminalizar” la movilidad no debe ser la finalidad
Para el asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en adulto mayor y académico de la Universidad de Santiago, Pablo Villalobos, las medidas anunciadas por el Gobierno sí ayudan a reducir la movilidad. Sin embargo, advirtió que es un error que el enfoque de la estrategia sanitaria esté centrado únicamente en este aspecto.
“Así como en algún momento fueron los ventiladores, el discurso ahora se ha centrado en reducir la movilidad y si se logra, pareciera que todo cambiará. Eso es cierto sólo en parte, porque la reducción en sí misma no es el objetivo”, afirmó el doctor en salud pública de Harvard.
A su juicio, la reducción de la movilidad es una estrategia complementaria a las verdaderamente efectivas, que son las medidas de prevención, como el lavado de manos y, en caso de estar obligado a salir de casa, usar mascarilla y respetar el distanciamiento social.
“No es más importante que una persona tenga o no permiso para salir a la vía pública, porque el virus no se detiene con una medida administrativa. Está bien tratar de que la gente evite hacerlo, pero si está obligado, hay que recalcar que debe salir de la manera correcta. Las medidas iniciales son las que ayudarán a contener la pandemia”, enfatizó.
Finalmente, el académico del Magíster en Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas de la U. de Santiago advirtió que la reducción de la movilidad llegará a un límite en donde no se podrá seguir avanzando, independiente de si se siguen endureciendo las penas y las multas, ya que siempre habrá personas que por necesidad deberán salir igual.
“Se ha criminalizado la movilidad a través del énfasis en el endurecimiento de penas y una mayor exposición de la Subsecretaria de Prevención del Delito, lo que provoca que este tema se vuelva más penal que sanitario. Está bien acordar estas medidas excepcionales, pero no basta. Tienen que volver a estar al centro las estrategias de prevención”, concluyó.
Tras conocerse los resultados de un estudio que muestra que la movilidad en la Región Metropolitana bajó solo un 35 por ciento promedio en el primer mes de cuarentena, y otro informe que señala que el 59 por ciento de las personas, en esta misma región, tienen en su hogar a alguien que salió a trabajar durante la última semana, expertos de la Universidad de Santiago evaluaron las razones y propusieron medidas para enfrentar estas bajas cifras de aislamiento en la población.
Atacar la segregación
El experto en transporte urbano y subdirector del Smart City Lab de la Usach, Rodrigo Martin, señaló que en las últimas seis semanas las comunas de la Región Metropolitana con mayor movimiento son las de Independencia, Estación Central, Recoleta, Quilicura, Vitacura, Santiago y Conchalí.
A su juicio, esto se explica por la necesidad de las personas de estas comunas de asistir a trabajos que no pueden realizar por Internet y a la segregación socioespacial propia de la capital. “La estructura de movilidad de Santiago hace que sectores socioeconómicos más bajos deban moverse más tiempo y mayores distancias porque dependen más del trabajo presencial”, afirmó.
Para el académico de la Escuela de Arquitectura de la U. de Santiago, existen diversas alternativas para lograr reducir la movilidad. “En el corto plazo, se requiere apoyo económico. En el mediano y largo plazo, se deben revisar mecanismos centralizados de gestión de la ciudad, identificando las horas peak y los puntos de mayor saturación”, consideró.
“En el mediano plazo, se deberían diversificar los horarios de entrada y salida de los trabajos y los colegios, para evitar la saturación del transporte público, lo que requiere una coordinación a gran escala en el transporte de la ciudad”, sostuvo. “A largo plazo, deben generarse subcentralidades para distribuir de mejor manera los núcleos de trabajo, a fin de evitar movilidades tan largas en tiempo y distancia”, complementó.
Insistir en que la pandemia no ha terminado
El experto en transporte y logística y académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Santiago, Juan Pedro Sepúlveda, reconoció que la escasa reducción de la movilidad no se encuentra asociada a un solo factor, sino que a muchos. “El mayor movimiento en algunos sectores, probablemente, se deba a que en algún momento hubo cuarentenas dinámicas”, partió identificando el especialista.
“Sin embargo, también pueden aducirse otras razones, como el volumen de la actividad comercial en las zonas en cuestión. Naturalmente, es probable que haya mayor flujo de personas en estos sectores”, agregó. “La edad promedio de los habitantes de una comuna y su nivel socioeconómico también son importantes para saber si en realidad necesitan salir a trabajar para obtener el sustento”, enfatizó.
El especialista subrayó la necesidad de que las autoridades de Gobierno insistan en que la crisis por la pandemia del COVID-19 no se ha superado y que la población debe permanecer en sus hogares. “Uno puede ver a nivel internacional que las medidas se están relajando, lo que a nivel interno da la falsa sensación de que esto está pasando”, advirtió.
Satisfacer las necesidades básicas
Para el administrador público y profesor del Magíster en Salud Pública de la Universidad de Santiago, Claudio Castillo, en la Región Metropolitana, se hace urgente una cuarentena total o estado de “hibernación de la ciudad”.
“Los estudios recientes en Europa muestran que las únicas medidas que tienen evidencia científica y que pudieron demostrar que disminuían las tasas de contagio, son las de confinamiento estricto. La ciudad tiene que hibernar en términos de que las personas pueden hacer un confinamiento estricto y en la calle solo se deben movilizar quienes cumplan funciones esenciales”, explicó Castillo.
En opinión del experto, cumplir con el confinamiento de la población, existen “algunos requisitos, como por ejemplo, que las personas estén abastecidas de alimentación, que puedan satisfacer sus necesidades básicas y para eso se requiere el apoyo social y que aquellos que no puedan cumplir las cuarentenas y el aislamiento en sus hogares, puedan ir a residencias sanitarias, que no sea burocrático el acceso, y que, además, estén disponibles lo más cerca posible de sus casas”, explicó Castillo.
A juicio del especialista en salud pública, pese al escaso respeto a las medidas de confinamiento, principalmente en la Región Metropolitana, esta es una restricción en la que se debe insistir.
“El sistema sanitario está al borde del colapso en términos de la demanda por atención pero también por el cansancio acumulado por los equipos de salud ante la gran cantidad de horas que están trabajando. Si antes, durante un turno de 24 horas, los profesionales de la salud, los técnicos y el equipo de apoyo, podían descansar, hoy esos turnos se tienen que trabajar completos. Muchos de los equipos de salud, además, se contagiaron o son contactos estrechos y están en cuarentenas preventivas, de manera que eso también influye en que los equipos no tengan una tasa de recambio y puedan estar con más fuerza y con ánimo para enfrentar esta situación”, enfatizó.
La propagación del Coronavirus ha restringido la vida al confinamiento, con el objetivo de reducir el contacto humano y frenar la propagación de la enfermedad en espacios públicos. Por eso, ya no es posible acceder a gimnasios u otro tipo de instalaciones deportivas para realizar actividad física.
Para enfrentar esta situación, que afecta la salud de las personas, médicos deportivos y científicos de Casas de Estudio internacionales como la Universidad de Goethe (Alemania) y la Harvard Medical School (Estados Unidos) impulsaron un proyecto que, en Chile, coordinará el académico de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física, el Deporte y la Salud (ECIADES) de la Universidad de Santiago, Celso Sánchez.
Países como Francia, Italia, Holanda, España, Argentina y Brasil, además del nuestro, implementarán la iniciativa ‘Activity and health during the SArs-cov2 Pandemic (ASAP)’, que corresponde a la continuación del proyecto ‘First multinational study on activity and health during the coronavirus pandemic’, encuesta que ya se encuentra en la fase de análisis de resultados.
“El estudio consiste en el ofrecimiento de programas de actividad física a través de la plataforma Zoom y el análisis de sus efectos en los participantes”, explicó Sánchez. “Las clases las impartirán profesionales del área y no tendrán costo alguno para los participantes”, sostuvo.
Grupo de entrenamiento
El proyecto se desarrollará en un período total de 8 semanas. En un principio, quienes se inscriban serán asignados un grupo de entrenamiento o un grupo de control, de manera aleatoria.
Así, quienes sean reclutados en el grupo de entrenamiento podrán participar de sesiones en vivo durante las primeras cuatro semanas, donde también podrán hacer preguntas al entrenador.
Grupo de control
Los asignados a este segmento no recibirán ofertas de entrenamiento en casa durante las primeras cuatro semanas. Sin embargo, transcurrido ese periodo, tanto este grupo como el de entrenamiento tendrán acceso a un archivo en línea con unidades de ejercicios, a las que todos los inscritos podrán acceder libremente.
“La idea del estudio es ver si, efectivamente, las clases dirigidas por un profesor a distancia son más efectivas que la fórmula de, simplemente, dejar videos a disposición de la gente para que se entrene por su cuenta”, explicó Sánchez.
Para comprobar la eficacia del programa de entrenamiento, los investigadores solicitarán rellenar un cuestionario en línea una vez a la semana, durante el periodo de estudio. Además de la información básica (como sexo y edad), se les consultará sobre su bienestar mental y físico, así como la frecuencia con que ha utilizado el programa de entrenamiento.
Evitar riesgos
Para evitar riesgos asociados a la actividad física, los organizadores exigirán que los interesados tengan más de 18 años y que se aseguren de no tener enfermedades cardiovasculares graves (como alteraciones del ritmo cardíaco, hipertensión arterial insuficientemente ajustada, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular), neurológicas (como Parkinson o esclerosis múltiple), metabólicas (como diabetes mellitus) o mentales (como depresión).
La participación en el estudio es voluntaria y quienes se integren al programa pueden cancelar su asistencia en cualquier momento, así como exigir la eliminación inmediata de sus datos personales.
El plazo de inscripción es hasta el domingo 28 de junio. El formulario se encuentra en https://goethe.link/ASAP-MOVE