Tras conocerse los resultados de un estudio que muestra que la movilidad en la Región Metropolitana bajó solo un 35 por ciento promedio en el primer mes de cuarentena, y otro informe que señala que el 59 por ciento de las personas, en esta misma región, tienen en su hogar a alguien que salió a trabajar durante la última semana, expertos de la Universidad de Santiago evaluaron las razones y propusieron medidas para enfrentar estas bajas cifras de aislamiento en la población.
Atacar la segregación
El experto en transporte urbano y subdirector del Smart City Lab de la Usach, Rodrigo Martin, señaló que en las últimas seis semanas las comunas de la Región Metropolitana con mayor movimiento son las de Independencia, Estación Central, Recoleta, Quilicura, Vitacura, Santiago y Conchalí.
A su juicio, esto se explica por la necesidad de las personas de estas comunas de asistir a trabajos que no pueden realizar por Internet y a la segregación socioespacial propia de la capital. “La estructura de movilidad de Santiago hace que sectores socioeconómicos más bajos deban moverse más tiempo y mayores distancias porque dependen más del trabajo presencial”, afirmó.
Para el académico de la Escuela de Arquitectura de la U. de Santiago, existen diversas alternativas para lograr reducir la movilidad. “En el corto plazo, se requiere apoyo económico. En el mediano y largo plazo, se deben revisar mecanismos centralizados de gestión de la ciudad, identificando las horas peak y los puntos de mayor saturación”, consideró.
“En el mediano plazo, se deberían diversificar los horarios de entrada y salida de los trabajos y los colegios, para evitar la saturación del transporte público, lo que requiere una coordinación a gran escala en el transporte de la ciudad”, sostuvo. “A largo plazo, deben generarse subcentralidades para distribuir de mejor manera los núcleos de trabajo, a fin de evitar movilidades tan largas en tiempo y distancia”, complementó.
Insistir en que la pandemia no ha terminado
El experto en transporte y logística y académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Santiago, Juan Pedro Sepúlveda, reconoció que la escasa reducción de la movilidad no se encuentra asociada a un solo factor, sino que a muchos. “El mayor movimiento en algunos sectores, probablemente, se deba a que en algún momento hubo cuarentenas dinámicas”, partió identificando el especialista.
“Sin embargo, también pueden aducirse otras razones, como el volumen de la actividad comercial en las zonas en cuestión. Naturalmente, es probable que haya mayor flujo de personas en estos sectores”, agregó. “La edad promedio de los habitantes de una comuna y su nivel socioeconómico también son importantes para saber si en realidad necesitan salir a trabajar para obtener el sustento”, enfatizó.
El especialista subrayó la necesidad de que las autoridades de Gobierno insistan en que la crisis por la pandemia del COVID-19 no se ha superado y que la población debe permanecer en sus hogares. “Uno puede ver a nivel internacional que las medidas se están relajando, lo que a nivel interno da la falsa sensación de que esto está pasando”, advirtió.
Satisfacer las necesidades básicas
Para el administrador público y profesor del Magíster en Salud Pública de la Universidad de Santiago, Claudio Castillo, en la Región Metropolitana, se hace urgente una cuarentena total o estado de “hibernación de la ciudad”.
“Los estudios recientes en Europa muestran que las únicas medidas que tienen evidencia científica y que pudieron demostrar que disminuían las tasas de contagio, son las de confinamiento estricto. La ciudad tiene que hibernar en términos de que las personas pueden hacer un confinamiento estricto y en la calle solo se deben movilizar quienes cumplan funciones esenciales”, explicó Castillo.
En opinión del experto, cumplir con el confinamiento de la población, existen “algunos requisitos, como por ejemplo, que las personas estén abastecidas de alimentación, que puedan satisfacer sus necesidades básicas y para eso se requiere el apoyo social y que aquellos que no puedan cumplir las cuarentenas y el aislamiento en sus hogares, puedan ir a residencias sanitarias, que no sea burocrático el acceso, y que, además, estén disponibles lo más cerca posible de sus casas”, explicó Castillo.
A juicio del especialista en salud pública, pese al escaso respeto a las medidas de confinamiento, principalmente en la Región Metropolitana, esta es una restricción en la que se debe insistir.
“El sistema sanitario está al borde del colapso en términos de la demanda por atención pero también por el cansancio acumulado por los equipos de salud ante la gran cantidad de horas que están trabajando. Si antes, durante un turno de 24 horas, los profesionales de la salud, los técnicos y el equipo de apoyo, podían descansar, hoy esos turnos se tienen que trabajar completos. Muchos de los equipos de salud, además, se contagiaron o son contactos estrechos y están en cuarentenas preventivas, de manera que eso también influye en que los equipos no tengan una tasa de recambio y puedan estar con más fuerza y con ánimo para enfrentar esta situación”, enfatizó.