El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, inscribió su candidatura para las elecciones presidenciales anticipadas del 22 de abril. Sin embargo, el proceso ha sido cuestionado por la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), que decidió marginarse de los comicios. En tal contexto, el actual Mandatario enfrentará a cinco candidatos afines a su figura.
Para el analista internacional y Director del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Dr. Fernando Estenssoro, la elección no resolverá los problemas que enfrenta actualmente el país sudamericano. “Esta situación solo va a empeorar y las elecciones del 22 de abril no van a solucionar la crisis política ni humanitaria”, enfatizó.
De acuerdo al analista, la decisión del Gobierno de adelantar las elecciones unilateralmente, argumentando la urgencia de solucionar la crisis, solo buscó dividir a la oposición entre quienes rechazan de plano participar en este proceso y quienes buscan aprovechar la oportunidad que ofrece el Ejecutivo. Por eso, estima que aunque los comicios se desarrollen exitosamente, la división entre los sectores políticos persistirá.
“La salida política en Venezuela debe ser consensuada por ambas partes. No se saca nada si solo un bando impone la solución”, sostiene. “Para negociar tiene que haber voluntad de acercar posiciones y por eso fracasó el proceso de diálogo de Santo Domingo”, puntualizó.
Finalmente, para el Doctor en Estudios Americanos, la posibilidad de que la oposición en Venezuela triunfe es una sola: ir unida, pero su “inmadurez” no la está ayudando a avanzar en esta dirección, ya que mientras un sector mayoritario plantea “boicotear” las elecciones, un sector minoritario está por participar.
“De acuerdo a la Constitución, las elecciones estaban previstas para fines de 2018. Se podría haber concordado hacerlas en julio o agosto, pero el Gobierno, para provocar una disensión mayor en la oposición, las adelantó dramáticamente”, señala.
Finalmente, el Dr. Estenssoro remarca que “el Gobierno de Maduro hizo esto sin dar ningún tipo de garantía respecto a que los comicios sean libres, y todos los actores tengan las mismas oportunidades de participar”. Esto, a su juicio, es la prueba palpable de la profunda crisis en la que está sumida Venezuela, país con más de 31 millones de habitantes, de acuerdo al censo 2016.