Cuando Georgina decidió cambiarse de prueba y pasar de los 400 a los 800 metros planos, lo hizo motivada por superar sus marcas tras un primer semestre que ella quisiera dejar en el olvido.
“Estuve corriendo muy mal, me quedé estancada, así que tomé la determinación de probar algo nuevo”, explicó la joven.
De esta manera llegó a una nueva prueba y por primera vez en competencia, obtuvo el primer lugar en el campeonato nacional de atletismo de las Ligas Deportivas de Educación Superior (LDES) desarrollado en Talca.
“Para mí fue sorprendente. Llevo tres meses corriendo esta distancia, antes lo hacía en los 400 y 200”, detalló.
Los inicios
Georgina Catalina Reyes Marileo es oriunda de la comuna de Puente Alto, sin embargo, sus padres llegaron a la capital desde la localidad de Dichato, en la región del Bío Bío.
El inicio de la joven en el atletismo es accidental, ya que no era una apasionada por el deporte. De hecho, en las clases de Educación Física del colegio prefería tomar un libro o estudiar.
Todo hasta que llegó a octavo básico y el profesor de la asignatura la llamó para advertirle que si continuaba así, la reprobaría. Como no era la idea, decidió motivarse. El docente la probó en todos los deportes, hasta que llegaron al atletismo.
En esa instancia, supo que lo suyo no era el deporte colectivo, sino correr y afortunadamente era buena. “Fue el mismo profesor que comenzó a entrenarme. Me vio muchas aptitudes”, explicó.
Al terminar el ramo, el entrenador le cuenta del taller de atletismo, donde continuaron practicando por dos años, hasta primero medio cuando el hombre sufrió un accidente que lo dejó sin poder realizar deporte.
Por lo anterior, envió a Georgina a los talleres de la municipalidad de Puente Alto. Allí conoció a su actual entrenador, con quien lleva seis años.
La joven que evitaba el deporte logró ser campeona nacional a nivel federado y escolar en las pruebas de 400 metros planos. Ya lleva siete años de atleta y seis compitiendo.
Mujeres en el deporte
Conocida es la dificultad que tienen los deportistas para vivir de esto en Chile. Salvo los futbolistas, quienes se dedican a las demás disciplinas deben sortear frecuentes obstáculos para poder sustentarse.
Si a eso se le suma que una mujer es deportista, aumentan los problemas. Así también lo plantea Georgina: “Si acá no eres campeón sudamericano, no puedes vivir del deporte. Para que te den una beca, te paguen y te auspicien, debes tener una medalla”.
Según la joven, haber ganado un campeonato nacional universitario no sirve de nada mientras no salga a competir al extranjero.
Asimismo relata que como mujer se ha sentido mirada en menos y ha tenido que soportar comentarios del tipo “Como eres mujer, te dedicas al atletismo y no al fútbol”, “Lo único que sabes es correr”, entre otros.
“Esos comentarios me apestan. No me gusta el fútbol por el carácter que se le otorga aquí en el país. El 99% de la sección de Deportes en las noticias es fútbol", lamenta.
Sin embargo, esa misma injusticia y discriminación genera que las deportistas se vuelvan más fuertes. “En este deporte no te sirve ser delicada ni sensible, los entrenamientos son duros en la prueba que sea”, sentencia.
El ingreso a la U. de Santiago
Georgina ingresó a la Universidad de Santiago por cupo deportivo. Actualmente cursa tercer año de la carrera de Pedagogía en Educación Física con mención en Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física.
“Ingresar fue muy grato porque me dieron muchas posibilidades para entrar como deportista”, cuenta la atleta.
“Como institución educativa me encanta la Universidad. Creo que en Educación Física, la U. de Santiago tiene la mejor escuela porque la base científica que te entrega el Licaf es buenísima y te deja listo y preparado para hacer las prácticas”, sostiene.
Una vez que termine sus estudios, Georgina aspira a trabajar en lo que estudió, ya que según ella, ser profesora de Educación Física la hará desempeñarse en lo que le gusta y llegar a ser entrenadora.
Campeona nacional
“Ni yo me esperaba ganar”, cuenta con sinceridad la deportista, quien no contaba con alcanzar la medalla de oro. Recién este año se cambió de prueba a 800 metros planos. Su dominio son los 400 metros y salió a competir esperando bajar la marca.
“No siempre compito por los 800. Yo soy velocista. Mi prueba siempre ha sido la de los 400”, indica.
Sin embargo, este año lo pensó fríamente y le dijo a su entrenador que quería probar algo nuevo porque se sentía muy estancada. “En cuanto a marcas tuve un primer semestre desastroso. Estuve corriendo súper mal, muy lejos de mi mejor registro”, agregó.
“Le dije que quería tirarme para arriba porque busco clasificar el otro año al sudamericano sub 23. Quiero jugármela porque en la categoría estaría dentro de los 3 primeros lugares”, insiste.
Cuando ganó la prueba de los 800, fue una felicidad. “Es algo en lo que recién estoy empezando. Sentí que fue un broche de oro porque tuve un primer semestre muy malo. Me ha costado entrenar por la Universidad y salud”, contó.
Para el próximo año la joven aspira a defender su título nacional y subir en 400 metros. “Quiero seguir bajando marcas porque en este deporte es muy bonito subirse a los podios y ganar, pero lo que importa son las marcas personales y que te superes a ti mismo”, asegura, remarcando su deseo de querer estar dentro de las mejores del país para seguir consiguiendo resultados de excelencia en 800 metros.