- Según el académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestro Plantel, Dr. Fernando Estenssoro, el mandatario venezolano erró al cerrar la frontera y expulsar a los residentes colombianos de territorio llanero, porque “este problema no lo resuelve solo Venezuela, ni tampoco Colombia. La idea es que ambas naciones se pongan de acuerdo y establezcan políticas conjuntas”.
El 19 de agosto, tres militares venezolanos y un civil, resultaron heridos en el barrio de Simón Bolívar, ubicado en la ciudad de San Antonio de Táchira de ese país. Los responsables del acto criminal -dos contrabandistas colombianos- son parte de una recurrente actividad delictual, que se desarrolla con gran fuerza en la zona, y que nutre el tráfico ilegal de especies.
“Existe un contrabando muy fuerte, desde Venezuela hacia Colombia, sobre todo de bencina y productos derivados del petróleo, porque en Venezuela es mucho más barata, ya que es un país productor y donde está subvencionada”, dice el académico del Instituto de Estudios Avanzados, IDEA, de nuestra Corporación, Dr. Fernando Estenssoro, al tratar de deslindar un panorama de lo que se vive en el país llanero.
Principalmente, los defraudadores colombianos, trafican ilícitamente combustible venezolano, del cual -cuando cruzan la frontera- pueden obtener hasta un tres mil por ciento de ganancia.
“Esa es una situación que se está viviendo hace tiempo en la frontera colombo-venezolana”, afirma el Dr. Estenssoro, donde “además operan grupos armados”, agrega.
Decisiones drásticas
Tras los hechos de violencia, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, clausuró los pasos fronterizos que comparte con Colombia en el área, y dictó la deportación de los ciudadanos de ese país, que están de forma irregular viviendo en Táchira.
Según consigna la Organización de Naciones Unidas (ONU), desde que comenzó el conflicto, alrededor de 10 mil colombianos -mil quinientos diarios, en promedio-, han regresado a su patria a establecerse en albergues provisorios, que en la ciudad cafetera de Cúcuta cercana a la frontera, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha dispuesto para sortear la crisis humanitaria.
Para el Dr. Estenssoro la reacción de Nicolás Maduro es desmesurada, y no obedece a la magnitud del problema.
“Lo que Maduro está haciendo es un uso político, debido a que se aproximan las elecciones y porque, además, ante un problema fronterizo, lo ideal es que se resuelva de buena manera, con los países conversando”, opina el académico.
Añade que “este problema no lo resuelve solo Venezuela, ni tampoco Colombia. La idea es que ambas naciones se pongan de acuerdo y establezcan políticas conjuntas”.
Y como en este caso, “los conflictos fronterizos no son fáciles, se necesita mucha buena voluntad de las partes para solucionarlos de forma pacífica”.
Según el investigador, tras la determinación del mandatario venezolano, gobierna la intención de sacar réditos políticos de la situación.
“Me parece que justo ahora, hay una intención de sacarle provecho político a la situación. Un tema de exacerbar los ánimos nacionalistas, como lo que hace Evo Morales con el tema del mar. Esto es más bien para consumo interno”, enfatiza el Dr. Estenssoro.
“Hay un tema de inestabilidad y de pérdida de legitimidad del gobierno de Venezuela, por lo que está tomando esta decisión con este tipo de carácter”, añade.
Estima el académico que la posición de Nicolás Maduro se contrapone totalmente con el espíritu que su país ha mantenido en procesos tan delicados como los diálogos de paz que desarrollan Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), donde Venezuela y Chile son veedores.
“Si Venezuela está apoyando el proceso de paz al interior de Colombia, entre las Farc y el gobierno, quiere decir que hay posibilidades de colaborar y de avanzar de manera conjunta en soluciones pacíficas”, destaca el experto
En ese sentido, la determinación de Maduro “contradice ese espíritu con esa medida unilateral de cerrar la frontera”.
El futuro
Para el Dr. Estenssoro, efectivamente existe un grave problema de contrabando y violencia en la frontera colombo-venezolana. Sin embargo, encontrar una solución “va más allá de la determinación específica que está tomando el presidente Maduro”.
Estima el especialista, que es necesario dejar que se decante el conflicto. “En la medida que se aclare el panorama, y se calmen las cosas, ambos países van a volver a una relación de buena vecindad”, afirma.
Declara que es difícil que ambas naciones tengan intención de escalar el conflicto, porque si efectivamente sucede eso, “se podría producir una situación extraordinariamente compleja donde tendría que entrar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Organización de Estados Americanos (OEA)”.
Sin embargo, el académico cree que la decisión de Nicolás Maduro, propicia un clima de incertidumbre y tensión respecto al futuro del conflicto.
En este momento, las relaciones entre Venezuela y Colombia “están súper tensas, lo que significa que la situación está delicada. El problema es que Venezuela ha tomado medidas cada vez más complejas, como la deportación de residentes colombianos que vivían hace como treinta años en el país”, explica Estenssoro.
Entonces si se toman aún medidas más drásticas “se va a complicar la situación”, concluye.