En octubre del año 2018, comenzó el trabajo de un equipo multidisciplinario de la Universidad de Santiago para competir en la convocatoria nacional “Construye Solar 2019”.
El certamen, organizado por la ONG La Ruta Solar, se realiza en su tercera versión, y busca que estudiantes y profesionales de nuestro país diseñen y construyan prototipos de viviendas sociales sustentables de alto estándar, que puedan ser implementadas en programas de gobierno.
El equipo de nuestro plantel es dirigido por la académica del Departamento de Tecnologías Industriales de la Facultad Tecnológica, Dra. Camila Burgos Leiva, quien junto a los docentes de Ingeniería y Arquitectura respectivamente, Leandro Ampuero Nilo y Javier Carrasco Eade, coordinan la labor del grupo de 28 estudiantes.
“Casa Tecno”
La torre evaporativa convectiva centra su propuesta en la envolvente térmica de alta eficiencia, y resuelve el problema de climatización y la orientación de la vivienda, dado que permite el aprovechamiento lumínico ligado a una estrategia bioclimática y se hace cargo de la demanda de climatización de la vivienda.
La “Casa Tecno”, a partir de su torre, permite obviar la instalación y mantenimiento de un aire acondicionado, lo que en suma genera un ahorro de hasta un 35% anual en consumo eléctrico pasando de 400.000 anual a 300.000 sin considerar además los ahorros en mantenimientos. El uso de termoeléctrico y termosolar permite ahorrar hasta 150 mil por el uso de 10 gas al año, además del sistema de eficiencia hídrica que permite un ahorro del 15% en la cuenta del agua.
El equipo recibió una sobresaliente puntuación durante la primera etapa del concurso, que los dejó en segundo lugar de un total de diez participantes. Con el diseño terminado, ahora el grupo se prepara para la construcción de la casa, que tendrán que presentar en octubre.
Según la estudiante de Licenciatura en Diseño Industrial, Fernanda Ramírez Reyes, serán 10 días de exhibición con pruebas, por lo que este es el momento de arreglar puntos relacionados con la eficiencia energética e hídrica.
En sus palabras, esta ha sido una experiencia gratificante “porque vamos aprendiendo cosas de otras personas en la práctica y es más divertido así. Además, ellos también aprenden de ti, son distintas visiones y eso nos hace crecer como equipo”.
Para María Cristina Anton Antillanca, titulada de Diseño Industrial y estudiante del Diplomado en Metodologías BIM, el trabajo con gente de otras carreras “ha sido muy enriquecedor, dado que el conocimiento es transversal. Es un regalo y una oportunidad única que la universidad nos apoye en esta instancia para llevar a cabo el proyecto”.
La “Casa Tecno” cuenta con el apoyo de la Prorrectoría, así como también de la Sociedad de Desarrollo Tecnológico (SDT) y la Facultad Tecnológica a través de su Departamento de Tecnologías Industriales. Además, tiene el auspicio de empresas como Simpson Strong Tie, Volcán, Cero Polvo, Idea Tec, Infodema, entre otras.