La Universidad de Santiago de Chile presenta el Doctorado en Historia, programa orientado a formar nuevas/os investigadores que se hagan parte del debate contemporáneo, desarrollar capacidad de análisis y una producción de conocimiento original y significativo en el campo de la Historia.
El director del postgrado, el Dr. Julio Pinto, comenta que este es un programa comprometido con el desarrollo del pensamiento crítico, pero también con la solución de los principales problemas sociales. Esto “a través de la formación de investigadoras e investigadores de alto nivel en el ámbito de la Historia, actualizados/as en el estado del arte, conocedores/as de las herramientas metodológicas idóneas para el abordaje de las preguntas historiográficas más urgentes, y sensibles ante el rol social de nuestra disciplina”, declara.
“Siendo la Historia un instrumento para interrogar el presente a partir de lo que hemos sido y hecho en el pasado, en la perspectiva de construir un futuro más justo y mejor, nuestra aspiración es formar historiadoras e historiadores capacitados para construir conocimiento del más alto nivel, original en sus preguntas, riguroso en su formulación, y sintonizado con las carencias que afectan nuestra convivencia colectiva”, destaca.
Por otro lado, el director también se refiere a los aspectos que diferencian al programa de cualquier otro del mismo nivel. Señala que, si bien el impartido por la Usach comparte algunas características y propósitos generales con el de otras universidades, este se destaca por “dotar a este conocimiento de un fuerte espíritu crítico y valorizador de la agencia histórica de los sectores más postergados, además de comprometido con la identificación y superación de nuestras fracturas como sociedad”, afirma.
La Dra. Ana Carolina Gálvez, egresada del Doctorado, hace referencia al aporte del programa en su formación, destacando su particularidad y poca estandarización, ya que se enfoca en incentivar directamente las líneas de investigación de sus tesistas, a través de lecturas orientadas y cursos específicos.
“Es un programa muy completo, sobre todo en cuanto a epistemología, historiografía y metodología. Pero también es muy interesante su enfoque; la perspectiva política en que se aborda la historia, sus académicos y académicas, y la larga trayectoria de la Escuela.
“Uno de los cursos que más me gustó del doctorado fue el de Escuelas Historiográficas, porque, si bien estos son contenidos que uno ve en el pregrado, en ese momento no se tiene la suficiente madurez intelectual para ponderar el valor y aprovechar los recursos que entregan las distintas escuelas”, afirma.
La Dra. Gálvez también comenta que en su trayectoria como estudiante de pregrado y magíster, se ha dedicado específicamente a la investigación del comercio sexual en Chile de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Frente a esto, destaca los beneficios que le trajo el doctorado con respecto a su propia línea de investigación, siempre relacionada a la Historia de las mujeres desde una perspectiva de género.
“Este es un programa que me parece bastante pluralista. Mi investigaciones son desde la Teoría Feminista, y, en ese sentido, el doctorado posee una amplitud de mirada que permite un desarrollo de las temáticas que te gustan y complementan, con las teorías que consideras más idóneas para desarrollar tu trabajo”, concluye.