En 1994, Cristian Leyton ingresó a la Escuela de Medicina de la naciente Facultad de Ciencias Médicas. Sus primeros años fueron un gran desafío, no sólo por el gran cambio que significó la transición del colegio a la Educación Superior, sino también porque formó parte de la primera promoción de la carrera en nuestro Plantel. “En ese entonces había sólo tres escuelas de medicina en Santiago, y la creación de la nuestra generó una fuerte reacción en ciertos centros de práctica clínica y de académicos de otros planteles”, recuerda.
Me imagino que hubo que demostrar la excelencia del estudiante de la Universidad de Santiago
_ Muchos de los que ingresamos a Medicina teníamos en ese entonces un poco de reticencia. Todo era nuevo. No teníamos referencia en términos de trayectoria y campus clínicos. Tomamos el riesgo y no me arrepiento. Creo que si hubiese estudiado en otra Universidad no habría tenido el empuje de enfrentar las dificultades porque en otros planteles con carreras consolidadas no tienes que demostrar nada, salvo lograr el título y con la reputación de la Institución uno se siente respaldado, pero cuando tienes que forjar eso, haces todo tu esfuerzo porque ande todo bien, sobre todo cuando compartes campus clínicos donde hay un cierto escrutinio. Sin duda que las circunstancias adversas crearon una impronta de resiliencia y excelencia que se traduce en el éxito laboral que muchos de los egresados de Medicina gozamos en la actualidad. Por mi parte, el ingreso a la Universidad significó un cambio de vida que me abrió las puertas al mundo. Más allá del conocimiento y destrezas aprendidas, mi paso por la Usach permitió ver diferentes realidades y experiencias, desarrollar conciencia social y cultural, y apreciar la historia y trayectoria que quedan indeleblemente plasmadas por quienes hemos circulado en las aulas, pasillos y pastos del Campus Universitario.
Cristian después de recibirse como médico cirujano realizó su especialización de tres años y medio como neurólogo. Hizo una intensa carrera clínica trabajando en distintos centros médicos, hospitales y clínicas de Santiago incluyendo la docencia, pero aun sentía la necesidad de aprender más allá de los que los libros le enseñaban. En su horizonte estaba el programa de doctorado de la (University of New South Wales, en Sydney, Australia, hasta donde llegó en 2009. Después de ello continuó un post-doctorado en la Universidad de Sydney el 2014 y tres años más tarde se abrió a una nueva y gran oportunidad tras conseguir financiamiento para proseguir sus estudios por dos años en Massachusetts General Hospital y Harvard Medical School, en Boston, que cuenta con una infraestructura enorme y donde están los mejores investigadores y clínicos de los Estados Unidos.
Tu historia demuestra que cuando quieres continuar aprendiendo y están en el lugar y momento preciso todo es posible.
_La Universidad representó un salto importante en mi vida. Yo provengo de una familia de estrato social bajo. Estudié en la Usach con el apoyo de la Beca Mineduc, la Beca de Alimentación y el Fondo Solidario. Si no hubiera sido por eso habría sido muy difícil, sino imposible. Uno se da cuenta de todo lo hecho, cuando mira en perspectiva. La Usach es una institución que permite el pluralismo, que te muestra que el mundo no es solo blanco y negro. Me abrió la visión. Después de casi 24 años soy un convencido de que se dieron las condiciones para aprovechar esta oportunidad. Los principios que gobiernan el quehacer de la Usach son extremadamente importantes para el desarrollo de nosotros no solo como individuos sino como sociedad y país; esa contribución tiene que mantenerse en el tiempo. La creación de la Facultad de Ciencias Médicas surgió en un momento estratégico. El entonces decano, profesor José Luis Cárdenas, tuvo esa capacidad de soñar y como muchos lo describen fue un “optimista eterno” que permitió que esta Unidad Mayor ostente una reputación nacional e Internacional que es un componente importante de la Universidad. Por eso, me siento muy orgulloso de haber egresado de la U. de Santiago, y como testimonio de su carácter distintivo, haber recibido el premio al Perfil Médico Usach en 2001.
A la luz de tu trayectoria, me gustaría saber qué opinas de la formación que te entregó la Usach y si recomendarías la especialización en el extranjero.
_ Yo creo que el estudiante de Medicina de nuestra Universidad cuenta con los conocimientos y herramientas para hacer un Magíster o un Doctorado en el extranjero. La Usach provee una sólida formación científica con una extensa cobertura de los aspectos clínicos y, desde el punto de vista práctico, el ejercicio de la medicina me permitió una muy buena práctica e intuición clínica. Todas esas herramientas que se adquieren en tu alma mater son extremadamente importantes cuando debes lidiar con nuevos ambientes. Cuando vas a hacer un postgrado en el extranjero debes tener en mente que no es una manera de incrementar ingresos, sino de adquirir una experiencia de vida fuera del conocimiento o destrezas puntuales que requieres. Es la capacidad de tener herramientas puntuales para lidiar con los desafíos que debes vivir en lo profesional y pensar más allá de lo que la tecnología y la ciencia ofrece… es dar un paso adelante y aplicar- en forma robusta- ideas o principios científicos para forjar cosas nuevas y útiles.
Cristian Leyton se desempeña desde 2019 a la fecha en Brain and Mind Centre de la Universidad de Sydney, un instituto de investigación donde realiza docencia e investiga las enfermedades neurodegenerativas que causan deterioro del lenguaje. También trabaja en la revisión de protocolos de investigación y monitoreo de ensayos clínicos en Australia. Con más de una cincuentena de publicaciones científicas, ha presentado en múltiples simposios internacionales y ha sido invitado para evaluar proyectos en Europa y Australia y escribir editoriales en revistas científicas.