A propósito de la última cifra del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero, que arrojó un 0,5%, según lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la economista Marcela Vera Díaz, integrante del Centro de Investigación Sociedad, Economía y Cultura de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile se refirió al actual escenario económico.
En entrevista con el programa Sin Pretexto de Radio U. de Santiago, la investigadora advirtió que el IPC acumulado aún está dentro de los márgenes normales. “En torno a un 3% todavía estamos dentro de la meta respecto de lo que se conoce como inflación esperada”, detalló, considerando que el indicador registra un 2,8% en doce meses.
“Todavía tenemos un margen para disminuir las tasas de interés, ya sea en febrero o a más tardar en marzo, con el objetivo de que la economía tienda a activarse”, aclaró la experta, cuestionando de paso la actitud conservadora de las autoridades.
Se trata de un proceso que al considerar variables como la tasa de interés y la inflación es posible conseguir, mediante ciertos estímulos –como aseguró la académica– un mayor incentivo al consumo. “Un escenario como ese podría generar un proceso de reactivación en la economía”, planteó.
Menor crecimiento económico
La propia Marcela Vera criticó que la economía se encuentre decreciendo significativamente en términos generales, en torno al Imacec minero. “Tuvo un pequeño repunte el mes anterior respecto del alza de precios del cobre, pero hoy se ve reflejado cómo decrece, significativamente, un 3%”, agregó.
Al analizar las variables estructurales de la economía, aclaró que resulta esencial considerar lo que ocurre precisamente en la minería. “Podemos prever que, lamentablemente, es muy probable que las próximas evaluaciones serán aún más negativas en términos de crecimiento de nuestra economía”, anticipó.
En ese sentido, cuestionó que las medidas no se han tomado a tiempo, lo que explica el actual crecimiento similar al de 2009, cuando el país se vio afectado por una crisis económica internacional. “Llegar a los actuales indicadores, sin tener una presión internacional y por un mal manejo de las variables que pueden incidir en un mayor crecimiento, es lamentable”, criticó.
En cuanto a las proyecciones para este año, la investigadora planteó que el crecimiento económico nacional no debiera superar el 1,5%. “Es una cifra muy por debajo de las posibilidades de nuestro potencial como país. Consideremos además que el último Imacec no recoge los efectos del último terremoto que afectó a Chiloé y los recientes incendios forestales”, manifestó.
Necesidad de consumo e inversión
Igualmente Marcela Vera se refirió a los posibles efectos negativos que podrían afectar a los niveles de empleo de otras áreas, distintas a las relacionadas con los desastres naturales. “Lamentablemente las perspectivas económicas para nuestro país son bastante deficientes, especialmente como consecuencia de la mala gestión del gobierno. Esto, considerando los últimos treinta años, lo que impide que el país, en sus tiempos de bonanzas, genere cambios estructurales que permitan desarrollar inversiones productivas para los tiempos más complejos”, analizó.
Finalmente, concluyó que “si la gente tiene una mala percepción de cómo funcionará la economía del país, y todos los indicadores plantean lo mismo, habrá menos consumo e inversión, lo que se traducirá en una perspectiva de menor crecimiento”.
Junto con cuestionar la actitud conservadora de las autoridades, la investigadora de la Facultad de Administración y Economía Marcela Vera Díaz advierte que en el contexto del IPC de enero, que anotó un 0,5%, “todavía tenemos un margen para disminuir las tasas de interés, ya sea en febrero o a más tardar en marzo, con el objetivo de que la economía tienda a activarse”.
Además, asegura que el último Imacec de 1,2% representa una cifra muy por debajo de las posibilidades del país, considerando que no recoge los efectos del último terremoto que afectó a Chiloé y los recientes incendios forestales. “Si la gente tiene una mala percepción de cómo funcionará la economía, habrá menos consumo e inversión”, anticipa la experta.