Energías renovables no convencionales:

Egresados de nuestro plantel inauguran primera planta chilena de deshidratado solar para frutas

En la comuna de Litueche, Región de O'Higgins, el egresado de Ingeniería Civil Química y Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Francisco Vásquez, y los egresados de Ingeniería Civil Eléctrica, Braulio Rossel y Patricio Meneses, inauguraron la primera planta a escala piloto industrial de deshidratación de productos hortofrutícolas con energía solar. El innovador proyecto, que comenzaron a gestar el año 2014, cuenta con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria y fue ganador del concurso “Impacta Energía”, organizado por el Ministerio de Energía, el Laboratorio de Gobierno y CORFO.
“Nuestra universidad nos forma como ingenieros todo terreno. Si tienes que ensuciarte las manos debes hacerlo con tal de identificar problemas, detectar posibles soluciones e implementarlas de manera efectiva”.

Con la presentación del proyecto 100% renovable que busca potenciar la energía solar de nuestro país utilizando 100 paneles solares, apoyar a pequeños y medianos agricultores, y aumentar el valor nutricional de productos hortofrutícolas, comenzó a operar de manera oficial el primer deshidratador solar nacional de agroproductos.

La innovadora planta a escala piloto industrial que se encuentra ubicada en la comuna de Litueche, Región de O’Higgins, fue creada por los egresados de nuestro plantel, el Ingeniero Civil Químico y Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Francisco Vásquez, y los egresados de Ingeniería Civil Eléctrica, Braulio Rossel y Patricio Meneses, quienes junto a un equipo de profesionales constituyeron la consultora Roda Energía.

Tras su inauguración, efectuada el pasado jueves 3 de abril en Litueche, el egresado Francisco Vásquez comentó que “estamos orgullosos de lo que logramos implementar como equipo de trabajo, más aun considerando que participamos tres ex estudiantes de la U. de Santiago”.

A su vez, el egresado destacó la formación adquirida en el plantel para lograr sus objetivos. “Nuestra universidad nos forma como ingenieros todo terreno. Si tienes que ensuciarte las manos debes hacerlo con tal de identificar problemas, detectar posibles soluciones e implementarlas de manera efectiva”, enfatiza.

Innovación y proyecciones

Según comenta el equipo, la iniciativa que comenzaron a gestar el año 2014 fue posible gracias al apoyo de FIA, y fue ganador del concurso de innovación “Impacta energía”, organizado por el Ministerio de Energía, Laboratorio de Gobierno y CORFO, que solicitaba ideas novedosas en el área energética para solucionar problemas del sector agropecuario.

El proyecto consiste en una planta de secado de fruta que funciona bajo un sistema cerrado de agua caliente obtenida a través de 100 paneles solares, irrumpiendo con el modelo tradicional que suele utilizar la exposición de las frutas directo al sol o gas natural.

Además, considera una reserva energética para continuar secando productos cuando se acaba la luz del día.

Si bien el proyecto espera comenzar a operar de manera industrial y comercializar sus productos el 2020, el equipo comprobó exitosamente el funcionamiento del diseño de ingeniería. Durante este año continuarán tomando muestras y experimentando con secado para afianzar la elaboración de sus productos.

“Fue una idea que tomamos con bastante ambición desde un principio. Se presentaron muchas dificultades, pero también muchas oportunidades, considero que las supimos tomar, trabajar junto a FIA y a Impacta Energía, que nos dieron un gran respaldo. Ver la planta funcionando hoy es para nosotros cumplir un sueño”, comenta el egresado Braulio Rossel.

El ingeniero eléctrico, quien tuvo dentro de sus roles diseñar los sistemas hidráulico y de control, agradece las herramientas adquiridas en su unidad académica, que asegura le permitieron lograr “que la planta funcione de manera autónoma en un 80%, dejando al operario la supervisión, además del ingreso y retiro de la fruta, que es algo que me enorgullece”, afirma.

A diferencia de los productos secos que se comercializan tradicionalmente, los producidos por el equipo aseguran que conservarán hasta un 60% de sus propiedades nutricionales, sin necesidad de incluir aditivos ni colorantes.

En tanto, a largo plazo evitará la emanación de alrededor de 100 toneladas de dióxido de carbono al medio ambiente y trabajará de manera inclusiva con productores locales.

Autor: 
Soledad Fuentes Mansilla
Fotografía: 
Cedida