Enrique Fritzsche Figueroa, ingeniero de ejecución industrial: “En la Universidad de Santiago maduré y surgieron mis redes de contacto”

Exalumno del Instituto Nacional y con gran capacidad de trabajo bajo presión, que junto al sello de esfuerzo y perseverancia que adquirió en la Usach lo llevaron a ocupar altos cargos en su carrera. Así se declara el gerente general de Caja Vecina, la institución mejor evaluada socialmente de BancoEstado. Aquí nos cuenta de su paso por el Plantel y la importancia del sello usachino para cumplir sus metas.
Como gerente general de Caja Vecina destaca el rol social que cumple esta plataforma, que se creó para que los clientes pudieran hacer transacciones mucho más cerca de sus barrios, sin tener necesidad de trasladarse

“¿Sabías que en la comuna de Las Condes hay 190 sucursales bancarias y en Lo Espejo solo una? Seguramente no, pero las estadísticas dejan en evidencia que las entidades financieras prefieren concentrarse donde están los clientes rentables”. Así comienza nuestra conversación con Enrique Fritzsche Figueroa, gerente general de Caja Vecina y orgulloso ingeniero de ejecución industrial de la Usach.

Con 20 años de experiencia en la Banca, principalmente en las áreas de servicio al cliente y operaciones , posee un alto conocimiento en tecnologías de información, al punto que fue líder de ejecución de los proyecto de retiros del 10% de las AFP (80% abonados a BancoEstado) y bonos estatales (100% de los pagos), considerada la operación de pago más grande efectuada hasta ahora.

Recuerda que apostó por la Ingeniería Industrial de la Usach porque, a su juicio, es más transversal. Fue el primero de su familia en egresar de la educación superior. Sus padres hicieron un gran esfuerzo económico para que él y, luego, su hermano (actual subgerente de operaciones de Coca Cola) ingresaran a la universidad. Ambos no dudaron. El  camino profesional partía en la Usach.

Enrique tras titularse postuló a Telefónica donde su área de especialización fue la inteligencia de negocios. “Me gustaban las bases de datos. Eran años en que Internet estaba recién apareciendo. Estuve en todo el proceso de la telefonía residencial con mas de 2 millones de líneas”, recuerda. Un head hunter puso sus ojos en él y no se equivocó. Comenzó a trabajar en BancoEstado y ahí sucedió algo que no esperaba. Su tesis de la Usach sobre reingeniería de procesos bancarios y las herramientas aportadas en esa memoria le permitieron llegar al más alto de los cargos en Caja Vecina.

-Sin lugar a dudas  la Universidad de Santiago fue importantísima para lograr las metas que usted se fijó. Cuéntenos cómo fue eso…

-Fue súper anecdótico. Mi tesis fue sobre optimización de la sucursal bancaria del BCI.  Años después la volví a leer y me di cuenta de que es exactamente lo que hago ahora y me conecté alrededor de 14 años después a lo que allí había escrito: reingeniería, concentración de cargos, optimización de procesos, quitar etapas reiterativas… la vida me llevó a eso. La Ingeniería de Ejecución Industrial permitió proyectarme en varias líneas. Estuve 4 años y medio en Telefónica, 17 años en el BancoEstado y llevo dos en Caja Vecina. La Universidad me dio las herramientas básicas. Yo y mis amigos de la Usach estamos muy bien posicionados en el mercado, porque tenemos ese ADN de relaciones sociales, contactos y entendimos las dinámicas. El Plantel integrado a un solo Campus te permite tener un variopinto grupo de amistades que, después en la vida, son contactos que vas administrando. Las redes son muy importantes.

-Usted habla de un cierto ADN, ¿será lo que también llamamos el sello usachino?

-Sí, la Usach te da esa resistencia que no te entregan las demás universidades. Esa piel más gruesa para sobrevivir y aguantar cuando te evalúan mal. Hay que pararse y seguir adelante. En el trabajo nunca te dan todas las condiciones óptimas para desarrollarte profesionalmente, pero tienes que hacerlo. Hay que cumplir y no darle más vueltas. Yo creo que es parte de un ADN que tenemos los que egresamos de la Universidad de Santiago.

-¿Esa misma característica hace que el titulado en el Plantel sea tenaz en las actividades que emprende?

-Es importante saber lo que te gusta hacer y profundizar, desarrollarte y esforzarte. Yo me quemé las pestañas, horas y horas, en Telefónica, porque creía que había un cierto desnivel con ingenieros de la Católica y de la Universidad de Chile. Con los años fui creyendo en mí. Ojo con eso. Hay que creérsela, o si no te pasan por encima. Ahora me paro frente a uno de ellos y no veo diferencias. Si hay que agarrar ‘fierros calientes’, yo lo hago. En el banco destaco por eso. Tengo una alta capacidad de trabajo bajo presión; eso te diferencia mucho. He tenido gente a cargo que tiene tres magísteres y otros hasta con doctorados, pero la presión se los come y terminan en cargos intermedios. Es cierto, no todos quieren ser gerentes y trabajar 24/7, pero mi personalidad la empaté con mi desarrollo. Soy jefe desde los 26 años, apenas dos años después de salir de la Usach. Mi madurez la adquirí en la Universidad de Santiago. Al Plantel ingresó el niño y se tituló el joven. Todo lo que he conseguido en la vida se lo debo a esa maduración que me dio las condiciones para despegar.

Enrique continuó sus estudios en la Universidad de las Américas. Es también Ingeniero Civil Industrial y realizó un master en comportamiento del consumidor, en la Universidad Adolfo Ibáñez.  Como gerente general de Caja Vecina destaca el rol social que cumple esta plataforma, que se creó para que los clientes pudieran hacer transacciones mucho más cerca de sus barrios, sin tener necesidad de trasladarse. “Por ejemplo en San Juan de la Costa, a tres horas de Osorno, no hay sucursales bancarias, ni cajeros automáticos. ¿Qué tienen que hacer? perder un día completo para obtener su dinero. Caja Vecina está en todas las comunas de Chile. Al mes concurren 5 millones de personas a hacer un giro, un depósito, un pago de cuenta o a recargar celulares. Es un modelo muy masivo conectado a su corazón que es Cuenta RUT. Somos la marca mejor evaluada por lejos de BancoEstado”, concluye con orgullo.

Autor: 
José Flores
Fotografía: 
Cedida