El pasado miércoles 10 de diciembre en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, el Ciclo de Foros Ciudadanos Usach, organizado por la carrera de Terapia Ocupacional, con el apoyo de la Asamblea Pluriestamental UTE-USACH, invitó a la comunidad universitaria a la Jornada Derechos Humanos: “Verdad, justicia y reparación en el contexto actual”.
La actividad contó con la participación de Haydee Oberreuter, de la Asociación de Familiares de Ex Presos Políticos fallecidos de Chile y Carlos Margotta, Presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos.
Mónica Palacios, directora de la carrera, indicó que “nosotros tenemos un compromiso esencial con el respeto irrestricto de los derechos humanos, no solo del derecho individual, sino que también social, político y cultural, porque nos interesa generar procesos de inclusión con las personas, sobre todo en este contexto nacional en el que buscamos la igualdad y justicia”.
El foro analizó los diferentes vínculos que unen al pasado con el presente en el escenario de estallido social que vive el país.
Carlos Margotta, señaló que el 18 de octubre recién pasado se generó una “rebelión social, en el que el pueblo expresó su rabia e indignación con este modelo económico y social que se consagró con la Constitución de 1980”.
Haydee Oberreuter, indicó que le pareció muy interesante esta iniciativa porque pudo exponer sobre “la tesis que he venido desarrollando durante todos estos años y que apunta a que no existen solo violaciones a los derechos humanos en el pasado y ahora una nueva en el presente, sino que hay un continuo histórico de la violación a los derechos humanos en el país”.
Obligaciones de reparación y no repetición
Lo que establecen las obligaciones internacionales que debe cumplir el Estado chileno frente a la política de violación de los derechos humanos y los pactos y convenciones en la materia, es buscar verdad, hacer justicia, reparar el mal causado y establecer garantías de no repetición.
“La reparación ha sido miserable, el propio Ricardo Lagos Escobar dijo en su gobierno que se entregarían pensiones austeras, exiguas y simbólicas, cuando los estándares de las organizaciones internacionales piden que la reparación debe ser acorde al daño causado, algo que en Chile está lejos de ser una realidad”, indicó Margotta.
En este mismo sentido, Haydee Oberreuter manifestó que “el Estado ha vivido permanentemente haciendo apología de la ausencia de recursos para poder atender una debida política de reparación integral que no significa dineros, exclusivamente, sino una política que le devuelva la dignidad a la persona que fue un luchador social”.
En cuanto a las Garantías de repetición, la dirigente dijo que “hace cuarenta años que venimos diciendo que nada ha cambiado, que el personal de la CNI fue recontratado por el Ejército, que los cursitos de ética y derechos humanos no están sirviendo, que se sigue torturando en democracia en nuestro país”.
También señaló que las sociedad chilena tuvo que “ver en acción a carabineros y militares, a los manifestantes con los ojos arrancados, a la gente violentada y muerta, para entender que las garantías de no repetición no están aseguradas en Chile”.
La actualidad de los DDHH
El Presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Carlos Margotta, hizo referencia a los efectos de no haber asumido las obligaciones correctamente “las estamos pagando en la actualidad, porque las Fuerzas Armadas siguen inspiradas en una doctrina de seguridad nacional donde ven al pueblo como su enemigo interno”.
El abogado añadió que “en esta rebelión social millones de chilenos y chilenas han expresado en las calles su descontento, demuestra la sed de cambio hacia un modelo de sociedad inclusivo, justo y en donde la igualdad sea una realidad, pero en este momento aún no se resuelve hacia las grandes mayorías este conflicto”.
Sumando al debate, la activista de DDHH indicó que el futuro del proceso debería estar marcado por tres elementos “Uno, las demandas sociales que le han dado contenido al estallido social. Dos, el proceso Constituyente deberá darle una nueva estructura que fortalezca la participación ciudadana. Y tres, asegurar que los delitos cometidos no queden impunes y retroactivamente se haga cargo de las deudas que tiene el Estado de Chile en materia de verdad y justicia”, señaló Oberreuter
Carlos Margotta se refirió a la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos en La Moneda “fue una instalación comunicacional llena de descaro, una ofensa para las víctimas, porque quien aparece como el principal responsable de la política de violación de los DDHH y que además incumple con sus obligaciones internacionales, no puede aparecer como el defensor de ellos”, finalizó.