Estudiantes de Diseño Industrial obsequiaron juguetes didácticos de elaboración propia a niñas y niños del Jardín Infantil

La iniciativa hace referencia al enfoque que la Facultad Tecnológica entrega a sus estudiantes y que avanza en consonancia con el imaginario vocacional de nuestra universidad, que vincula a la industria con el bienestar social tanto dentro como fuera del campus.

Juguetes para activar reflejos vía encaje, desarrollo de motricidad fina y gruesa, rodados para el transporte de objetos y espacios delineados para facilitar el cobijo, además del impulso de la acción y socialización de niñas y niños dentro del espacio físico que constituye el Jardín Infantil y Sala Cuna Usach, Michelle Peña, aportaron estudiantes del Taller de Diseño Industrial II de la carrera de Diseño Industrial de nuestra Universidad.

Este singular proyecto de autogestión estudiantil, surgió luego de una visita a este recinto de educación preescolar, con el propósito de elaborar productos que faciliten el aprendizaje y la entretención de las y los infantes desde sus propias necesidades.

En palabras de Fabián Jeno Hernández, jefe del programa de Diseño Industrial Usach y profesor del Taller de segundo año, la propuesta fue acogida con entusiasmo por las educadoras del jardín. “Hicimos el ofrecimiento a las y los integrantes del curso, quienes accedieron a diseñar, ser parte del proceso de fabricación y, también, a la entrega de estos productos para que las niñas y niños pudiesen disfrutar de este desarrollo efectuado por nuestras y nuestros estudiantes”, sostuvo el académico.

De la misma forma, se refirió a las características de estos juguetes, en donde sus artífices se vincularon al concepto del Método Montessori, que busca liberar el potencial de las y los menores, dando realce a la formación integral. “La idea ha sido utilizar la creatividad al 100%. Hemos diseñado pensando en niños y niñas y no en el mundo académico. Nos hemos focalizado en levantar los requerimientos, decodificando los factores, buscando encajes que sean sencillos, variables que puedan ser fácil de utilizar, generando componentes de higiene, cumpliendo con las normativas de seguridad y todo lo que conlleva el mundo de la infancia”, aseguró.

El equipo está conformado por las y los estudiantes del taller, sumado al acompañamiento académico que ha sido relevante al momento de llevar a cabo esta iniciativa. “Felipe Osorio, encargado del laboratorio de impresión 3D y corte láser y Emanuel Contreras, encargado de las máquinas CNC, Router y el Taller de Herramientas, han apoyado a nuestros alumnos, sobre todo para que puedan comprender que sí se puede diseñar en Chile, y que existe la posibilidad de generar distintos objetos que beneficiarán a nuestra comunidad y la sociedad en su conjunto”, manifestó el diseñador industrial.

De la misma forma, el académico insistió en que esta iniciativa es parte del desarrollo integral del estudiantado. “Ver sus rostros el día de hoy ha sido conmovedor, porque siempre les dijimos que lo más importante como diseñador no es fabricar un producto, sino que cuando ese producto se utiliza. En este caso, al ser niñas y niños la satisfacción es mayor aún” enfatizó.

En concordancia, Eliana Álvarez Pérez, subdirectora del Jardín Infantil y Sala Cuna Michelle Peña, sostuvo que el proyecto ha sido un tremendo aporte porque abre nuevas posibilidades para las y los infantes. “Con estos juegos podemos estimular el pensamiento matemático, descubrir y construir con material didáctico y ampliar el área cognitiva y psicomotora, además del lenguaje, que es transversal y que está en todas las actividades que realizamos. Estamos muy agradecidos de nuestras y nuestros estudiantes, porque el resultado ha sido exitosísimo”, aseguró.

Creando comunidad

Sofía Silva Parra, estudiante de segundo año de Diseño Industrial, indicó que estos juguetes fueron creados con la finalidad de ser un soporte para el aprendizaje que ayude a aumentar las habilidades físicas, motoras e intelectuales de las y los niños. “Esta es una muy bella instancia para desarrollarnos como diseñadores. Al verlos jugar siento que es una misión lograda, porque fue todo un semestre en el que investigamos, tomamos antecedentes y en base a sus necesidades creamos estos juegos. Es muy gratificante que esto haya resultado”, afirmó.

Luis Felipe Aguilera Quilagaiza, estudiante del proyecto, expresó que esta iniciativa fue trabajada con perseverancia y profesionalismo.Para mí ha sido un gran orgullo el traer hasta acá este juego pesebre –como se le llama- y darles la posibilidad para que estén cerca del diseño, como también impulsar sus momentos creativos y de entretención. Esta zona se notaba algo apagada y ahora al ver todos los trabajos de mis compañeros, hacen de esta sala una dependencia con más vida”, opinó.

Leslie Castellano Sotomayor, integrante del taller, indicó que la instancia fue muy interesante porque pudieron tratar con clientes reales, pero no cualquier usuario. “Antes habíamos trabajado con clientes, pero nunca con niños, lo que ha sido impactante. Me da mucha felicidad verlos jugar con nuestras creaciones, que interactúen con sus compañeros y compañeras alrededor de los juguetes, porque esto nos demuestra que va más allá de una nota, porque puedes darte cuenta que realmente funcionó el proyecto”, asintió. 

Finalmente, Román Cherubini Meza, estudiante de Diseño Industrial, coincidió con el equipo. Este proyecto ha sido bastante extenso en cuanto a la búsqueda conceptual. Estudiamos las normas, analizamos el contexto Jardín, porque diseñar para una persona grande es igualar a tus pares, pero aquí estuvimos diseñando para un entorno totalmente diferente. El camino fue difícil, nos costó mucho internar esto al diseño. Es así como esto se transformó en un desafío muy grande y el poder observar a los niños jugando con nuestro trabajo fue ver tu proyecto realizado”, concluyó.

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