Estudiantes de Ingeniería informática, junto al académico de este Departamento, Dr. Edmundo Leiva, desarrollaron a mediados de agosto, el análisis de gestión para dar seguimiento, orden y agilidad, a las denuncias de acoso sexual que se presenten a la Dirección de Género, Diversidad y Equidad, dirigida por Andrea Hurtado Quiñones.
Lo anterior surge luego de un diagnóstico realizado por la sesión del curso de Ingeniería en Sistemas sobre el soporte administrativo detrás del proceso de denuncia. A partir de este estudio, se diseñó un modelo de seguimiento que permite que la persona denunciante sepa, junto con los otros actores relevantes, en qué situación se encuentra la denuncia realizada.
Cuando el modelo se pasa a tecnología se constituye en un sistema workflow o sistema de flujo de trabajo y, según el Dr. Leiva, “permite tener una visión panorámica de los procesos en todo momento, incluso saber si hay que levantar alertas si en algún caso los trámites se están demorando demasiado”.
Tras el diagnóstico realizado por los estudiantes, uno de los principales hallazgos fue que existían incongruencias respecto a la identificación de las causas en el proceso jurídico. Cuando se inscribía la causa, por un lado ingresaba un número a la Dirección Jurídica, pero luego iba a la Fiscalía y generaba otro. Esos dos números no se relacionaban en ningún momento. Esa situación fue identificada por el equipo de investigadores como un nudo que entorpecía el proceso.
Aprendizaje y servicio
La temática de la asignatura de ingeniería de sistemas incluye el rediseño de procesos de trabajo en organizaciones reales. Para dicho fin, se utilizó una metodología de aprendizaje activo, basada en la comunidad. En este caso, el socio comunitario fue la misma Universidad.
En palabras del académico, “alumnas y alumnos tuvieron que entrevistar personas, grabar, transcribir, citar, conocer la orgánica universitaria, todo con el fin de lograr un levantamiento de proceso serio. Ello permitió una evaluación auténtica de los aprendizajes y, sobre todo, habilitó la reflexión ética sobre la temática de la violencia sexual en el Campus y fuera de él”.
Actualmente, el proyecto está a la espera de la consecución de recursos para la adquisición y/o desarrollo del software que implementa el modelo workflow que permitirá realizar seguimiento y observación del estado de todos los procesos en curso de las denuncias efectuadas.
De ser adquiridos y/o desarrollados estas herramientas tecnológicas, en 2019 la Universidad estaría haciendo uso de una plataforma general de seguimiento de procesos y cumpliendo así con el artículo 49 de la Ley de Universidades Estatales que expresa que las personas denunciantes deben tener información en toda etapa del proceso. Además, con ello, se permitiría generar estrategias de acciones y políticas concretas para hacer prevención y reparación al interior del Campus.
Dentro de Ingeniería Informática el aprendizaje fue íntegro. Para Sebastián no solo se trató del diseño una herramienta útil para la resolución expedita de las denuncias por acoso y abuso sexual, sino que también “permitió descubrir una temática que muchas veces nosotros, los hombres, vemos muy lejana, pero con el trabajo nos dimos cuenta que estamos más inmersos de lo que pensamos. En el fondo concientizó, entendimos que no por ser algo que afecta directamente a las mujeres, nosotros nos tenemos que hacer a un lado. Hubo reflexión, pero sobre todo, motivación para dejar huella en la universidad”.
Este trabajo conjunto entre el estudiantado, el representante docente y la DGDE fortalece el cumplimiento de los acuerdos generales, luego de las movilizaciones por Educación no Sexista desarrolladas en el primer semestre de 2018.