La Municipalidad de Santiago y “Estudio Victoria” presentaron un proyecto llamado “Paseo Bandera”, que busca intervenir artísticamente el tramo de la arteria capitalina que va desde Moneda hasta Compañía, para hacerla una vía peatonal hasta el 31 de agosto de 2018. Aunque en esa fecha concluyen las obras de la Línea 3, por lo que el transporte público podría reestablecerse, el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, deslizó la posibilidad de que la iniciativa se extendiera de manera permanente.
Para el experto en transporte urbano y académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago de Chile, Rodrigo Martin, dicha alternativa es la más conveniente, ya que mejoraría la calidad de vida de quienes habitan, trabajan y circulan por el centro de la capital.
“La peatonalización brindará efectos muy positivos para las personas, especialmente por la reducción en la intensidad de ruido”, sostiene. De acuerdo al académico, el mapa de ruido de la ciudad arroja altas intensidades en veredas y calles de la comuna de Santiago, lo que incide directamente en mayores niveles de estrés para las personas.
Además, indica que el tramo que se desea hacer peatonal es relativamente pequeño, por lo que la situación para los conductores podría resolverse fácilmente, usando vías alternativas y paralelas a la calle.
“El hecho de que Bandera haya desaparecido desde 2013 del espacio público por la construcción de la Línea 3 del Metro también es un factor que permite dar tranquilidad en relación a la readecuación vial, porque ya estaba cortado. Entonces, ya tenemos ciertas compensaciones de movilidad y, si esto se mantiene, es probable que no tengamos conflicto vehicular”, asegura.
Finalmente, señala que la calle Bandera es cercana a paseos peatonales como Ahumada o las calles Nueva York, La Bolsa y Club de la Unión. Por lo tanto, al hacerse peatonal, aumentaría la capacidad del sector para recibir personas, permitiendo una mejor circulación de los individuos. Ello, pensando justamente en la puesta en marcha de la Línea 3, que conectará con la Línea 1 en Universidad de Chile y con la 5 en Plaza de Armas.
“En la balanza, si ponemos lo positivo de dejarlo como paseo peatonal, en términos de calidad del espacio público, versus la adecuación que necesita el medio de transporte, gana por lejos la calidad de vida del espacio público en Santiago”, concluye.