Llegó en 1996 a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad para integrar el equipo de docentes de Histología para las carreras de Medicina, Enfermería y Obstetricia y Puericultura. “Por azar aterricé en la Universidad de Santiago a trabajar y me quedé en esta institución feliz, porque a pesar de todas las dificultades, es un espacio muy acogedor, abierto, donde hay posibilidades de crecimiento, de desarrollo. Es un espacio menos estigmatizador y eso para mí es importante, hay oportunidades de ser más real”, señala la académica.
Licenciada en Biología de la Universidad Católica, Magíster en Ciencias Biológicas de la Universidad de Chile -madre de cuatro hijos, María Ignacia, María Jesús, Agustín y Matilde-, casada con el Dr. Jaime Contreras nunca imaginó ni planificó llegar a convertirse en la primera directora de la Escuela de Medicina, cargo que hasta la fecha lo habían ejercido sólo hombres. “Nunca me imaginé llegar a ser directora de la Escuela de Medicina y no estaba dentro de mis planes profesionales. Yo estaba muy contenta haciendo clases de Histología, me gusta mucho la docencia”, destaca Mónica Osses, docente que ha sido reconocida como la mejor académica de ciclo básico de Medicina en los últimos 6 años.
Salió electa por amplia mayoría entre sus pares y también por los estudiantes, quienes realizaron una votación paralela no vinculante y simbólica para relevar la importancia de la participación y la triestamentalidad en la elección de directores de escuela de nuestra Casa de Estudios. “Sin duda, las mujeres en cargos directivos siguen siendo minoría, por eso siento una responsabilidad gigante. Durante la campaña fui dimensionando el desafío que se venía si ganaba y empecé a sondear que las probabilidades no eran bajas y a sentir el apoyo, el cariño y la fuerza”, cuenta.
Día de la mujer
Sobre el movimiento feminista, la académica destaca su fuerza y los cambios que ha logrado introducir en los últimos años. “Me parece que el movimiento feminista ha ido cambiando muchísimo, ha tomado fuerza; personalmente me preocupa la desigualdad entre hombres y mujeres desde la perspectiva de justicia. ¿Por qué tenemos que aceptar que nos traten como si fuéramos menos capaces, menos personas? No me parece justo. La situación para la mujer no es pareja, hay rubros profesionales, hay espacios académicos que aún están reticentes al cambio y a aceptar la igualdad de género”, puntualiza Mónica Osses.
A su juicio, en la Facultad de Ciencias Médicas se da un oasis respecto de otras facultades. “Me atrevo a decir que en otras facultades ha sido un poco más duro para las mujeres, que les ha tocado ambientes más difíciles de enfrentar. En Ciencias Médicas también tenemos una decana y el equipo directivo de la Escuela de Medicina casualmente, y no es broma, está integrado por mujeres, todas ellas muy capaces, excelentes profesionales y personas”.
También reflexiona sobre el doble trabajo que todavía asumen las mujeres día a día. “El trabajo doméstico se le sigue atribuyendo automáticamente a la mujer, se asume que si quiere trabajar o ser profesional no puede olvidar las labores domésticas, que supuestamente le corresponden. Entonces sí quiero hacer algo tengo que pagar el costo de ser mujer, que es hacer las tareas del hogar y el trabajo remunerado a la par. Eso es difícil de afrontar sola, soy afortunada de tener el apoyo de mi familia en todo”.
Sobre su nuevo desafío como directora de la Escuela de Medicina, Mónica Osses destaca: “Creo en el trabajo en equipo, en trabajar codo a codo con los que tienen la expertise profesional correspondiente; en ejercer un buen liderazgo y sacar lo mejor de cada uno de los miembros en función de sus riquezas y fortalezas. Mi dirección es de representación; estoy acá no porque me pusieron sino porque me eligió un grupo de académicos diverso, que cree en mí y a eso me debo, por lo tanto, las decisiones no pueden ser unipersonales y el trabajo tiene que ser participativo y colaborativo”.