En sus 170 años de historia, la Universidad de Santiago de Chile ha enfrentado numerosos desafíos externos tales como inclemencias naturales, terremotos y convulsiones sociales. Sin embargo, esta es la primera vez que el Plantel se encuentra ante un problema global como es la pandemia que obliga a funcionarios, académicos y estudiantes a adaptar sus labores a plataformas digitales a distancia.
En este contexto, desde que el rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, instruyera la suspensión preventiva de actividades en el campus a partir del 16 de marzo, las y los trabajadores de nuestra Institución han respondido de buena manera al reto que significa seguir cumpliendo los compromisos que sostienen a esta Universidad, procurando mantener la entrega de educación de excelencia y fieles al lema institucional: Labor Laetitia Nostra.
“Primero está la salud”
Karen Hinrechsen, subdirectora de Calidad y Mejora Continua de la Unidad de Desarrollo Estratégico de la Facultad de Ingeniería, es una de las tantas funcionarias de nuestra Casa de Estudios que se encuentra realizando labores desde su hogar.
Aprovechando que el clima aún lo permite, Karen instaló un escritorio en el patio de su casa en Ñuñoa, desde donde trabaja a la sombra de un parrón, pero sin bajar el ritmo de sus tareas diarias. “Antes trabajaba harto, pero ahora diría que es incluso más”, comentó.
Respecto a ciertas críticas que, a nivel social, hubo contra los funcionarios públicos, por seguir trabajando desde sus hogares, Karen Hinrechsen consideró que eso es “no entender lo que es el trabajo del otro”.
“Primero que todo, está la salud de las personas. Uno no debería funcionar presencialmente porque con el riesgo de contagio sería una irresponsabilidad gigante. Hay funcionarios públicos que tienen hijos o, en mi caso, que vivo con mi mamá de 74 años. Entonces, claro, quizá a uno no le pase nada, pero puedes contagiar el virus a otros”, señaló.
La funcionaria consideró que, "por suerte”, nuestra Universidad tiene carácter “autónomo y responde al Jefe de Servicio”.
“Yo creo que la vuelta al Campus, a menos que sea absolutamente indispensable, no tiene mucho sentido porque, de una otra manera, la Universidad se adaptó, sobre todo el grupo profesional en general, para responder y estar 24/7, por el compromiso que tenemos con nuestro Plantel y con la educación de calidad para los estudiantes. Y eso se está logrando”, agregó.
“Velando por el bienestar de nuestra comunidad”
Rayén González, tiene 26 años, estudió en nuestra Universidad y hoy trabaja como profesional en la sección de control curricular y apoyo Informático de la Unidad de Registro Académico.
“Yo hago registro de las resoluciones de las mallas de las carreras, digitalización, doy apoyo informático a profesores y estudiantes en los distintos sistemas que tenemos, atiendo la Mesa de Ayuda todo el día por correo y teléfono, y además entrego apoyo y soporte para los funcionarios que tienen que ingresar al sistema SIAT”, relató Rayén, quien ahora realiza todas esas labores desde su casa en la comuna de Lo Espejo, donde vive junto a su mamá.
La titulada de Tecnología en Administración de Personal consideró que, como equipo de trabajo, se adaptaron rápido al cambio.
“Como mi unidad es informática, siempre tuvimos previsto nuestro sistema ante, por ejemplo, un corte de luz o cierre de la oficina. Teníamos tips de cómo trabajar y fue muy rápido el tema de la organización”, sostuvo.
La joven profesional admitió, además, que “una de las razones por las que yo estoy trabajando feliz en mi Universidad es porque la Usach siempre ha sido comprometida con su gente, y aunque nos toquen pandemias, o paros, que la gente lo ve como algo terrible, siempre hemos salido adelante con la conciencia que nuestra Casa de Estudios nos da: una conciencia social y de equidad”.
“A todos nos ha costado adecuarnos a esta situación, pero siempre vamos a seguir velando por el bienestar de nuestra comunidad y demostrando esta conciencia social que nos caracteriza”, añadió.
“Pueden contar con nosotros”
Desde su departamento en Santiago Centro y con una agenda cargada de reuniones a través de Zoom, el registrador curricular de la Facultad de Ingeniería, Gonzalo Godoy, rechazó las críticas que, de manera indiscriminada, algunos hacen a la función de los servidores públicos.
“Yo tengo 37 años, me titulé hace 15 y nunca he dejado de estudiar y aprender. Actualmente llevo, por lo menos, unas diez tesis de pregrado, soy profesor de cinco asignaturas, hago clases en dos cursos de magíster y, aparte de eso, tengo mi cargo de registrador curricular. Esa generalización puede tener cierto grado de razón, pero la gente se ciega muy rápido y adopta un sesgo que no corresponde”, señaló
Para Gonzalo, el ritmo de trabajo se ha mantenido alto y su unidad ha continuado con un buen nivel de respuesta. Por eso hace un llamado a la comunidad a estar tranquilos.
“Los invito a que sientan tranquilidad; que se sientan apoyados y contenidos. En particular, desde Registro Currricular de esta Facultad, hemos hecho todos los esfuerzos por operar y hoy lo estamos haciendo, fácilmente, al 90 por ciento de capacidad. Ni siquiera estamos trabajando en condiciones mínimas, sino con un buen nivel de calidad de servicio. Y ante todo somos personas y, en ese sentido, nuestra razón de ser es resolver sus problemas. Pueden contar con nosotros y requerir lo que necesiten, porque haremos todo lo posible por ayudar”, enfatizó el funcionario, uno de los tantos y tantas que siguen trabajando, desde sus hogares, al servicio de nuestra Universidad y de la educación pública en Chile.