- Se presentaron diversas iniciativas y el Programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU), en conjunto con la Escuela de Arquitectura, premiaron las mejores propuestas de contenedores para reciclaje, pensados para el campus.
A través de los talleres de diseño de la Escuela de Arquitectura, el Programa de Responsabilidad Social Universitaria convocó a los estudiantes de cuarto año a participar en la formulación de una propuesta de punto limpio dentro del campus, que albergara contenedores para reciclaje y así, disminuir la cantidad de basura que se genera en el campus.
Los jóvenes presentaron sus mejores ideas en el plazo de una semana, tratando de ajustarse a los requerimientos solicitados, realizando maquetas y planos de lugares de fácil acceso y sencillez para promover el depósito de basura, de manera organizada, con el fin de facilitar su reciclaje. Y los resultados dejaron muy conformes a los convocantes.
La realización de todos los trabajos fue posible gracias a la asesoría y apoyo de los profesores del Taller de Arquitectura Rodolfo Jiménez, Jonás Figueroa y Matías Dziekonski.
Para el director alterno del programa de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) Santiago Peredo, estas iniciativas buscan integrar a toda la Universidad en la búsqueda de soluciones a problemas de hoy, como el acopio de residuos: “Queremos que sea la comunidad universitaria la que resuelva los problemas que nos aquejan, generando ideas, apoyo y acciones concretas”, de modo que, a futuro, se instale una cultura de producción limpia.
El director de la Escuela de Arquitectura, Aldo Hidalgo, agregó que este tipo de ejercicios académicos significan un acercamiento de los estudiantes a una experiencia de trabajo: “Los somete anticipadamente a una actividad profesional, pero bajo el sello de la Escuela, vinculándolos con la responsabilidad social. Esto implica, mirarnos hacia adentro, mirar nuestro campus y hacer más eficiente nuestra acción ecológica”.
La ceremonia de premiación se realizó el lunes (14) en la Escuela de Arquitectura y distinguió en primer lugar el trabajo de Paula Farfán, Nicolás Pinares y Esteban Paredes, quienes presentaron el diseño de una zona semi-cubierta que albergará un espacio con varios tipos de contenedores para reciclar, y otro espacio con una bodega, de fácil acceso y modular. El segundo lugar recayó en María Pía Mendoza y Francisco Villablanca; y el tercero fue para la idea de Francisca Muñoz, Jorge Figueroa y Víctor Martínez.
Paula Farfán sostuvo que la propuesta los animó a trabajar en equipo, valorando el aporte ecológico: “Nunca se había planteado un ejercicio académico referido al medio ambiente. El reconocimiento es significativo, porque estamos a las puertas de egresar y esto es un impulso para seguir en la línea de la sustentabilidad”. Sus compañeros, Esteban Paredes y Nicolás Pinares agregaron que diseñaron un punto limpio con un modelo sustentable que fuera modular, transportable y económico de implementar; además, la idea fue intervenir poco el espacio y hacerlo accesible para “que la gente viera el punto limpio y así, generar conciencia para reciclar”, dijeron.
El secretario ejecutivo del programa RSU, Ricardo Armijo, afirmó que la entidad busca promover temas relacionados con la sustentabilidad en distintos ámbitos, con el fin de crear una cultura universitaria enfocada a solucionar este tipo de problemas. Agregó que el próximo paso será crear algún mecanismo para difundir buenas prácticas en el ahorro de energía dentro del campus.