En entrevista con nuestros medios de comunicación universitaria, el académico de la Facultad de Humanidades de la Usach aseguró que lo que estamos viviendo evidencia que la clase política está alejada de los factores que detonaron la crisis interna y no concibe lo que está pasando.
"El Estado no entiende que la manifestación, la crítica y la protesta social es un derecho para mejorar la sociedad en la que uno vive", sostuvo el Doctor en Historia, Fernando Pairican.
La visión del pueblo mapuche sobre el estallido social que vive el país, fue el eje central de la conversación que sostuvo el Doctor en Historia, Fernando Pairican, en el programa Punto de Conexión, que se transmite por Radio Usach y STGO.TV.
En su participación, el historiador aseguró estar viviendo este escenario de manera intensa y participando en actividades de discusión y movilización. “Me siento en un momento muy interesante de interpelación desde la sociedad a la política y viceversa; y como país”, afirmó.
Para el académico del Departamento de Historia la utilización de la bandera Mapuche en las distintas concentraciones muestra que “desde abajo hay un análisis pluricultural” que aclara que la ciudadanía es más democrática que la elite. "El gesto político de la ciudadanía de utilizar la Wenufoye (bandera mapuche) como símbolo, demuestra que otro país se quiere construir", aseguró.
Con respecto al rol que deben jugar las Casas de Estudios en momentos de sensibilidad social, Pairican consideró que los Planteles deben ser políticamente proactivos frente a los movimientos sociales. En esa dirección sostuvo que “la Usach por su historia tiene las capacidades de ir a la vanguardia de los derechos sociales y políticos (…) una Universidad plurinacional podría ser un interesante laboratorio de cómo imaginamos un país”, aseveró.
En tanto, sobre las críticas al actuar que ha tenido la policía y las Fuerzas Armadas en la Región de La Araucanía y en el escenario actual, el miembro de la Comunidad de Historia Mapuche opinó que hay una continuidad histórica en el actuar de estos cuerpos de orden en contra de la sociedad.
Ese accionar se traspasó desde el laboratorio de práctica de las fuerzas especiales en el que se convirtió el “Wallmapu” a Valparaíso y Concepción, entre otras ciudades”. Además, agregó que "el Estado no entiende que la manifestación, la crítica y la protesta social es un derecho para mejorar la sociedad en la que uno vive".
Autor:
Claudio Cortés