Los Accidentes Cerebrovasculares (ACV) constituyen la primera causa de mortalidad específica en nuestro país y, además, son el principal causante de discapacidad en adultos mayores a nivel mundial.
Tratar a una persona con esta enfermedad, para los servicios de salud significa enfrentar una “urgencia tiempo-dependiente”, como lo plantea el Ministerio de Salud. En otras palabras, mientras antes se realice la atención médica, mayores serán las posibilidades del paciente de sobrevivir o quedar sin secuelas.
En ese contexto, hoy se requieren soluciones concretas para agilizar el proceso que va desde la atención hasta el diagnóstico médico. Ese es justamente el aporte que la Universidad de Santiago de Chile está realizando con el proyecto “Protocolo de Asistencia Precoz en Accidentes Cerebrovasculares en Comunas del Servicio de Salud Metropolitano Central", liderado por Nicolás Vega Fuentes, académico e investigador de la Escuela de Medicina.
La investigación es financiada por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo (FONIS) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), la cual culminará en 2024. Tiene como entidad asociada al Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), a través de los hospitales de Urgencia Asistencia Pública (HUAP, antes ex Posta Central) y El Carmen Dr. Luis Valentín Ferrada, y además cuenta con la asesoría del Hospital de Vall d’hebron de Barcelona, España. Desde la Usach, es apoyada en su ejecución por la Escuela de Medicina de la Facultad de Ciencias Médicas y la Dirección de Gestión Tecnológica de la VRIIC.
“Lo que buscamos es fomentar el reconocimiento temprano del infarto cerebral y el acceso del paciente a la mejor terapia posible, con estándares internacionales, que sea brindada por los servicios asociados al SSMC. Para ello, desde el inicio del proyecto contamos con la colaboración de la exPosta Central y luego del Hospital El Carmen, que recién se está incorporando de manera activa. Además, estamos capacitando a profesionales de la salud de esos centros y queremos concientizar a la población sobre la prevención”, comenta el investigador Nicolás Vega y Tatiana Figueroa, neuróloga vascular y subdirectora del proyecto.
Trabajo conjunto con hospitales e impacto social
Para conseguir los propósitos planteados, el equipo de investigación primero diseñó el Protocolo de Asistencia Precoz de ACV, el cual fue validado por el SSMC para su implementación en los hospitales mencionados.
El primer caso donde se aplicó y se comprobó su eficacia frente a la urgencia, “fue cuando se decidió trasladar a una paciente con ACV desde Antofagasta hasta el Hospital de Urgencia Asistencia Pública, en Santiago. Desde entonces, 12 pacientes han sido atendidos y la investigación está presupuestada para un mínimo de 50”, enfatiza el investigador.
Dentro del protocolo, también se ha potenciado el uso de tecnologías como herramientas de apoyo a la decisión clínica. Una de estas es Rapid, plataforma de inteligencia artificial accesible al equipo médico desde sus teléfonos móviles y que permite procesar las neuroimágenes, arrojando resultados para identificar cuál es la zona del cerebro salvable, los tiempos con los que se cuenta y el tratamiento a efectuar.
Cabe destacar que la aplicación ya es utilizada en las clínicas Las Condes y Alemana, pero gracias al proyecto Usach ha podido ser instalada, por primera vez, en dos hospitales públicos, pudiendo extenderse a otros centros de salud de la red del SSMC, que comprende a las comunas de Santiago, Estación Central, Cerrillos, Maipú y Pedro Aguirre Cerda.
Otra de las tecnologías que se impulsa dentro del protocolo es Join Triages, la cual interconecta las redes de atención primaria y terciaria. “El objetivo es articular la atención de urgencia con los centros de especialidad, en este caso con la ex Posta Central y el Hospital El Carmen. En la práctica, se contactan y toman decisiones en conjunto el SAMU, con TENS y médicos, para efectivamente trasladar al paciente, mientras en paralelo, se revisan las imágenes en Rapid”, explica la investigadora.
Un aspecto a resaltar es que la respuesta de ambos servicios de salud ha sido muy positiva frente a la investigación. “En reuniones con la directiva, comprenden el positivo impacto que puede tener la implementación del protocolo dentro de los servicios. Además, no sólo estamos trabajando con el cuerpo médico, sino también con las y los enfermeros que nos están apoyando en la gestión de datos”, señala Vega.
Por último, la investigadora añade que “entre los aportes más significativos que se están realizando con nuestro proyecto FONIS, está el avanzar en equidad en salud en Chile”.
Si quieres saber más de esta iniciativa, te invitamos a revisar este video sobre el primer caso al cual se aplicó el protocolo liderado por investigadores Usach.