- Se trata de un proyecto Fondecyt de Iniciación, que lidera el académico del Departamento de Educación, Dr. Saúl Contreras, y que tiene como objetivo diagnosticar el desarrollo de competencias en profesores de ciencias experimentales y matemáticas.
Los magros resultados obtenidos en la prueba Simce entre los años 2010 y 2012, darían cuenta de que existe una deficiente preparación de los profesores. Ante esta situación, resulta relevante contar con instrumentos que puedan medir el pensamiento y conocimiento pedagógico curricular alcanzado por los docentes.
Con el fin de contribuir en la resolución de esta carencia, el Doctor Saúl Contreras, investigador del Departamento de Educación de la Universidad, lidera el proyecto Fondecyt de Iniciación “El pensamiento y conocimiento pedagógico-curricular en la FID: propuesta de un modelo explicativo e instrumento para diagnosticar el desarrollo de competencias pedagógicas en futuros profesores de ciencias experimentales y matemáticas”.
El punto de partida del proyecto son las actuales deficiencias de los programas de formación de profesores, de procesos concretos de medición, estimación y diagnóstico de la adquisición de competencias pedagógicas.
El Dr. Contreras explica que dichas capacidades son un tema esencial: “Las competencias no se adquieren, sino que se desarrollan. Es un proceso que se construye en el camino y con el tiempo, es por eso que las competencias se adquieren durante la carrera, y no al final”.
En términos de producto, este trabajo se transformará en un instrumento estandarizado, probado y validado sucesivamente en un periodo de cuatro años. También pretende ser un modelo que explique cómo los futuros profesores de ciencias experimentales y matemáticas de enseñanza media del país, van desarrollando sus competencias.
En el estudio participará un grupo multidisciplinario compuesto por especialistas de áreas diversas, quienes trabajarán de manera conjunta con diferentes universidades. También participarán estudiantes de pre y postgrado.
El impacto social de esta investigación, se traduce en que los jefes de carrera, los decanos y las instituciones podrán acceder a los resultados y evaluar anualmente cómo es el proceso de enseñanza, pudiendo cuantificar el aprendizaje de sus estudiantes. Asimismo, podrán reconocer qué habilidades y competencias van desarrollando.
Para el Dr. Contreras, este proyecto debe materializarse en un instrumento que sea de libre acceso, para contribuir a valorar socialmente la carrera. “Si las personas se enteran que los profesores que le están enseñando a sus niños se preocupan, se evalúan, dan pruebas, no habría discusión respecto a si son buenos profesores. Sin embargo, cuando se dice que la familia es la base de la sociedad se aborda sólo una parte, porque la base del desarrollo de la sociedad son los profesores, pues son quienes forman a los futuros profesionales”, concluyó el académico.