Hace unos meses, el Ministerio de Educación (Mineduc) informó que el 99% de las universidades están en condiciones de volver a las actividades presenciales a partir de marzo de 2022. Nuestra Universidad, desde el comienzo de la crisis sanitaria, ha tenido un manejo responsable y estricto de las medidas de seguridad para ingresar y realizar actividades dentro de las dependencias del Plantel, reglas y protocolos que han sido administrados por el Comité Campus Seguro.
En octubre de este año, este Comité organizó el retorno paulatino a la presencialidad de algunas carreras, priorizando los programas de estudio que requieren realizar sus actividades prácticas.
A juicio de Beatriz Painepán, jefa de la Unidad de Promoción de la Salud Psicológica, del Departamento de Calidad de Vida Estudiantil de la Usach, el retorno masivo a la Universidad debiese contar con un enfoque que refuerce las medidas de autocuidado, antes de orientar la atención en las mutaciones y los efectos del COVID-19.
“Puede ser más llevadero pensar en crear y mantener hábitos (…) porque cuando dices ‘volver a la presencialidad’ o ‘realizar actividades más habituales’, el foco es otro. Las personas que van a estudiar o trabajar se tienen que concentrar en eso”, explicó la especialista y agregó que si se fomenta la autoprotección con acciones automáticas, “una vez automatizadas, pasan a segundo plano”.
En esa línea, continuó “tenemos que aprender a convivir con elementos de protección, más que enfocarnos en el virus, por lo tanto, promover ese tipo de hábitos puede ser más útil y beneficioso para las personas, tanto en lo individual, como para su entorno, y darle un valor positivo a esta situación”.
Beatriz Painepán consideró que dar indicaciones generales es complejo, puesto que todas las personas tienen realidades propias y se adaptan a las situaciones de forma distinta. "La gente puede ser más sensible o rígida para adaptarse a este nuevo escenario (…) entonces se podría decir que en la etapa de retorno se va a requerir más comprensión entre las personas, los grupos de estudios y las/os compañeras/os de trabajo. El apoyo social será relevante”, remarcó.
Por último y volviendo a los hábitos, la jefa de la Unidad de Promoción de la Salud Psicológica del Plantel planteó que vale recordar qué fue lo más importante cuando estuvimos en pandemia: “una respuesta posible puede ser que el valor más importante es la vida, entonces si estamos de acuerdo más o menos en eso, tendríamos que respetar las distancias, los resguardos, de mantener ciertos comportamientos”, finalizó.