- Académicos y docentes pueden hacer preguntas en clases, las que son respondidas instantáneamente y en forma anónima por los estudiantes mediante un Sistema Personal de Respuestas (PRS), basado en el uso de tecleras individuales.
Con el objetivo de motivar a los estudiantes para que participen activamente en su proceso de aprendizaje, nuestra Universidad adquirió tecnología educativa de punta que puede ser usada en cualquier sala de clases del plantel. Consiste en un Sistema Personal de Respuestas (PRS), basado en el uso de tecleras individuales, mediante las cuales se podrán responder preguntas efectuadas por el profesor de manera anónima e inmediata.
El Centro de Innovación Tecnológica Educativa de la Universidad (Citecamp) inició este miércoles (25) una serie de talleres, dirigido a académicos y docentes, sobre el uso de estos dispositivos en el aula, actividad que estuvo a cargo de la académica de la Escuela de Medicina, Beatriz Ramírez, quien lleva tres años trabajando con esta tecnología educativa, sistema electrónico de registro instantáneo de las respuestas mediante una presentación PowerPoint que se proyecta en la clase.
El uso de esta tecnología es simple. El profesor escribe preguntas de selección múltiple en las diapositivas del Power Point y asocia las respuestas a las tecleras mediante el software eInstruction. Cada dispositivo tiene unas teclas, que corresponden a las distintas respuestas alternativas. El profesor tiene la atribución de determinar el tiempo en que los jóvenes deben responder, incluso extenderlo si observa que no hay participación.
Una vez que los estudiantes han respondido, el software asociado despliega un gráfico en la pantalla del computador del profesor con los resultados de las preguntas y una estadística respecto de éstos. Se conoce así cuántos estudiantes respondieron y qué porcentaje de ellos acertó.
Teclera del tipo infrarrojo existente en la Universidad
Según la experiencia de Beatriz Ramírez, los jóvenes participan bastante más en las clases con el uso de las tecleras. “Con esto se incentiva la participación mentalmente activa del estudiante en el proceso de su aprendizaje. Cuando uno pregunta en clases, y no hay tecleras, son pocos los estudiantes que contestan y participan. Les da vergüenza que sus compañeros sepan que su respuesta está equivocada. Con esta tecnología, pierden el miedo y participan”, asegura la académica de la Facultad de Ciencias Médicas.
Respecto de la utilidad de esta tecnología para los profesores, Beatriz Ramírez sostiene que, entre otras cosas, le permite al docente detectar en el aula errores conceptuales sobre las materias pasadas. “Da pie para discutir con los estudiantes y aclarar sus dudas. Sirve también para evaluar el nivel de comprensión de los temas”, puntualiza la académica.
La coordinadora de Capacitación del Citecamp, Julia Barraza, informó que nuestra Universidad cuenta con esta tecnología, con 500 tecleras de radiofrecuencia y 60 del tipo infrarrojas, las que están a disposición de académicos y docentes, que pueden solicitarla en la dirección del Citecamp, donde también se les ofrece una capacitación sobre su uso.