“Vacuna contra Piscirickettsia salmonis: Una visión en Chile a cinco años plazo” es el nombre del artículo del investigador del Centro de Biotecnología Acuícola (CBA) y Doctor en Biotecnología, Kevin Maisey, en el que hace un análisis y una lectura a las estrategias que debiesen abordar las futuras investigaciones destinadas a la creación de nuevas vacunas en contra de esta infección.
Dentro del diagnóstico publicado en la revista, el investigador afirma que el estado actual de las investigaciones, en términos de prevención y control, “aún no han presentado los resultados esperados en cuanto a su efectividad, la prevalencia y las mortalidades debido a la enfermedad, lo que ha dejado en claro que tanto las vacunas como las terapias actualmente disponibles tienen eficacia limitada”.
“En Chile faltan ensayos de campo sobre la respuesta inmune y la protección generada por estas vacunas”, escribe el autor del texto en el que además añade que existe “poco conocimiento sobre los factores de virulencia y mecanismos patogénicos de P. Salmonis”
“El desafío actual implica un gran esfuerzo a nivel científico por entender la compleja interacción entre el patógeno y el hospedero, por estudiar los mecanismos claves de activación del sistema inmune en los salmónidos, y determinar así la manera más adecuada de protección inmunológica contra esta bacteria”, afirma el Dr. Maisey respecto a cuál debiesen ser las futuras estrategias que se debiesen adoptar en adelante en cuanto a las investigaciones que se deben realizar para el control de este enfermedad.
"La industria acuícola nacional requiere soluciones hoy, y en el caso de P. salmonis, estas soluciones luego de 25 años no han aparecido”, agrega.
Soluciones
Habiendo pasado diez años desde que se probó por primera vez una vacuna para Piscirickettsia salmonis, y sin que aún exista una cuyos efectos reduzcan de manera significativa la mortalidad de los peces cultivados, a la hora de pensar en soluciones el investigador del Centro de Biotecnología Acuícola es tajante.
“La respuesta es una sola, debemos desarrollar una vacuna efectiva. Un individuo vacunado debe ser un individuo protegido”, señala.
Por ello es que las recomendaciones del investigador de la Universidad de Santiago de Chile van en el sentido “de aumentar el conocimiento basado en ensayos funcionales” y abordar con un enfoque distinto, más amplio el problema “y el primer paso para ello es aumentar la investigación básica y aplicada”.
“La aplicación de las tecnologías “ómicas” (n. del e. genómica, metabolómica, transcriptómica etc.) permite una aproximación más rápida a esta solución, pero entendiendo que el patógeno y el hospedero tienen una relación dinámica, que modula en ambos una serie de procesos celulares y moleculares, y es esta relación, la que debe profundizarse con estudios serios y con un respaldo científico claro", afirmó.