El pasado miércoles (27), en el Salón de Honor, se realizó la ceremonia de presentación del IX Reporte de Sostenibilidad 2016, elaborado por el Programa de Responsabilidad Social Universitaria, perteneciente a la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio.
En la ocasión se exhibieron los avances y desafíos del Plantel en su desempeño económico, ambiental y social, entre otros aspectos relevantes.
Este documento se enmarca en el compromiso que adquirió la Corporación con el principio de probidad y transparencia, además busca dar cumplimiento a los lineamientos del Global Reporting Initiative (GRI) a la que se adhirió de manera voluntaria en 2008.
El reporte de sostenibilidad considera lineamientos provistos por el GRI, contemplando información general de la universidad en cuanto a su desempeño, estrategia, estructura de gobierno, valores y otras materias.
Avances de la U. de Santiago
El Rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, presidió la ceremonia y detalló los avances de nuestra Casa de Estudios en materia de Responsabilidad Social. En ese sentido remarcó que los últimos años han sido históricos para Chile y la comunidad universitaria ha vivido una serie de hechos de gran relevancia para nuestro futuro, los que impactantes a todos sus integrantes.
“Ha habido diversos debates y profundas reflexiones de distintos sectores sociales de cómo implementar el sueño de muchos y muchas: una educación gratuidad, de calidad e inclusiva”, profundizó el rector.
Aseguró que lograr este sueño sin duda significa dar un tremendo paso en la construcción de una sociedad más justa. “Si bien llevar a la práctica esta convicción que tenemos de nuestro actuar cotidiano no ha sido fácil, hemos avanzado mucho”, agregó.
De acuerdo a los datos de la División de Educación Superior del Mineduc, 7.764 estudiantes de la Universidad de Santiago fueron beneficiados con la gratuidad el 2016, lo que corresponde al 35% del total del estudiantado. Este año la cifra se elevó a los 9.314. El Dr. Zolezzi puntualizó que el Plantel seguirá adscrito al sistema de gratuidad de la educación superior, ejerciendo un liderazgo respecto a este derecho.
En tanto, y en la convicción de entregar oportunidades para dar un mejor futuro a los jóvenes vulnerables que tienen talento académico, la Universidad ha sido un ejemplo nacional con el programa Propedéutico, el que se transformó en política de Estado a través del PACE.
Asimismo han destacado por su impacto nacional iniciativas como el Ranking de Notas y el Programa de Educación Pedagógica Temprana, que tienen el mismo objetivo.
Sin embargo, el Rector aclaró que la gratuidad universitaria no es la única meta que tiene el Plantel en términos de inclusión, ya que “en nuestra casa de estudios todavía existen brechas de género que muchas veces son invisibilizadas y naturalizadas”.
“Para responder a este desafío nos hemos propuesto disminuir estas brechas en la gestión institucional. El año anterior se creó el Área de Género, Equidad y Diversidad, con el propósito de ampliar las perspectivas y horizontes futuros, direccionando los esfuerzos en consonancia con la agenda internacional y bajo la estrategia de la transversalización de género de nuestra institución”, explicó.
Este año la institución avanzó en la elaboración de un diagnóstico y protocolo de política institucional de prevención, sanción y reparación respecto de este tema.
Por otro lado, la inclusión de personas con capacidades diferentes, es también relevante para la Universidad de Santiago, razón por la que el programa PAIEP implementó el diseño del acompañamiento para el acceso, permanencia y titulación oportuna de estudiantes con talento académico y situación de discapacidad. En esa línea, en 2016 ingresaron 17 estudiantes con capacidades diferentes al Plantel, y de ellos, dos lo hicieron a través del Programa.
En materia de generación de conocimiento, en 2016 la Universidad se ubicó en el tercer lugar del Ranking de Solicitudes de Patentes del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) y se creó la política institucional de incentivo a las publicaciones científicas y académicas. De hecho las publicaciones de la institución aumentaron cerca de un 12% en relación al 2015. De ellas casi un tercio fueron lideradas por mujeres.
Además hay que destacar que en el 2016 fueron 129 los proyectos de investigación liderados por mujeres que contaron con financiamiento interno, un 6% más que el periodo anterior.
Asimismo, en 2016 se puso en marcha una serie de iniciativas reconocidas con el Sello RSU, distinción que se otorga a proyectos en funcionamiento que son liderados por universitarios, docentes y ex alumnos que reflejan el espíritu y compromiso de los estudiantes.
El Rector enfatizó que si bien el Programa RSU está constituido formalmente en la Universidad, cambiar la cultura es algo que se logrará con tiempo y paciencia. “Vamos en el noveno reporte y queremos que esto siga funcionando, ya que es parte del quehacer propio de una institución de educación superior y su gestión en materia de estudiantes, investigación, docencia y vinculación con el medio”, afirmó el Dr. Zolezzi.
Reporte y énfasis en género
El director alterno del Consejo de Responsabilidad Social Universitaria, Dr. Carlos Muñoz Parra, dio cuenta de los principales avances y desafíos de este noveno Reporte de Sostenibilidad, correspondiente al año 2016.
Entre los avances hallados en el informe, está el reciclaje, los operativos médicos a sectores vulnerables, cuidado del medio ambiente, inclusión y acceso universitario, equidad de género, programa PACE, educación de calidad e inclusión.
“Hay un énfasis en temas de género, instalándose de hecho una persona encargadas en temas de género en el Programa RSU, redundando en varias actividades de externalización, lo que es un tema pendiente”, indicó el Dr. Muñoz, así como la realización de la Semana de la No Violencia contra las Mujeres.
Sobre los desafíos que tiene la Universidad, la equidad de género sigue siendo una prioridad, además de la inclusión de personas en situación de discapacidad, pueblos originarios; la investigación y vinculación, es decir, levantar indicadores de investigación con impacto social en los territorios; medio ambiente (sistematizar información respecto de las toneladas recicladas de cada unidad académica) y derechos humanos, esto es, sistematizar información respecto a actividades relacionadas a la temática.
No obstante, tras entregar este documento, el Programa RSU ya prepara la construcción del reporte 2017 y para ello aseguran que es necesario revisar los indicadores actuales, generar estrategias para aumentar la participación de los grupos de interés (estudiantes, funcionarios, académicos) en los talleres de definición de la materialidad), y revertir el escaso conocimiento del instrumento por parte de la comunidad universitaria.
El objetivo de elaborar estos reportes es evaluar y emprender vuelo dentro de lo que significa el compromiso social de la Universidad en pro del desarrollo de un campus sustentable.
“La decisión voluntaria del Plantel de transparentar sus actividades de responsabilidad social reflejan el respeto y valoración hacia la amplia gama de grupos de interés con los que relaciona sus actividades universitarias”, remarcó Muñoz.
El directivo además aseveró que a nivel nacional, solo hay tres universidades del sector público que realicen este reporte anualmente y tres del sector privado. Muñoz también señaló que el reporte permite a nuestra institución establecer comparaciones respecto a lo que ocurre en el mundo en la situación de un campus sustentable. “Esto constituye una mirada prospectiva en relación a cómo queremos avanzar como universidad responsable”, puntualizó el director.
La ceremonia finalizó con la entrega del documento a autoridades del gobierno central, y a los representantes de las distintas unidades académicas y administrativas del Plantel.