Taller sobre uso estratégico de la propiedad industrial entregó herramientas para fortalecer actividades de investigación

Los vicedecanatos de I+D y Postgrado de las facultades de Ingeniería y Química y Biología, se unieron para organizar talleres dictados por INAPI, cuya primera instancia giró en torno a la protección de la propiedad industrial y la segunda, que se gestó por Zoom el 30 de noviembre, revisó en profundidad la temática de vigilancia tecnológica.
El Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI, al ser el organismo que además de administrar y atender dichos servicios en Chile, se encarga de difundir sus beneficios, acudió al llamado y dictó estas charlas, las que fueron auspiciadas por los proyectos Ingeniería 2030 y Ciencia 2030 (Science Up).


Con el objetivo de actualizar conocimientos y difundir herramientas útiles para la protección de desarrollos y vigilancia tecnológica, necesarias para el seguimiento del estado del arte de diversas líneas de investigación e iniciativas de innovación, las facultades de Ingeniería y Química y Biología, a través de sus respectivos vicedecanatos de I+D, organizaron talleres sobre el uso estratégico de la propiedad industrial.

El Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI, al ser el organismo que además de administrar y atender dichos servicios en Chile, se encarga de difundir sus beneficios, acudió al llamado y dictó estas charlas, las que fueron auspiciadas por los proyectos Ingeniería 2030 y Ciencia 2030 (Science Up).

En la primera sesión se revisaron conceptos introductorios para definir la propiedad intelectual e industrial, a cargo del profesional de INAPI Miguel Ángel Cruz. La treintena de asistentes se mostró agradecida de la instancia de promoción y aclararon dudas, gracias a los ejemplos prácticos que se analizaron, tanto nacionales como internacionales.

La vicedecana de I+D y Postgrado de la Facultad de Ingeniería, Dra. Andrea Mahn, explicó que estas instancias fueron creadas para acercar a las/os investigadoras/es y al estudiantado de postgrado, más herramientas y habilidades que favorezcan un mejor desempeño dentro de todo el ámbito de la investigación, donde la protección y vigilancia tecnológica son factores a considerar para llegar al objetivo de patentar.

Dicha opinión fue compartida por la directora de Vinculación con el Medio de la Facultad de Química y Biología, Dra. María Pilar Sánchez, quien destacó la presencia estudiantil.  “Me gustó la propuesta de estos talleres que creo van mucho más allá, porque les dan las herramientas que necesitan para desarrollar un producto final que va a servir a la comunidad, esfuerzo que luego se va a ver valorizado en una patente”, precisó.

El Dr. Diego Vasco, académico del departamento de Ingeniería Mecánica, señaló que “fue una excelente oportunidad, sobre todo para informarnos”, pues “muchas veces por desconocimiento no sabemos cómo proceder a proteger toda la información que generamos en la Universidad desde un principio, y cuando uno se da cuenta, puede ser muy tarde”.

“Es un área de interés para investigadoras/es  que necesita de actualizaciones, destacó el profesor Adolfo López Becerra, ya que “cuando se trata de protección, muchas veces uno la intuye, pero no tiene  las certezas de cuáles son los reales ámbitos de protección que están asociados a un producto o algún procedimiento y si bien yo vi esto hace harto tiempo, cuando uno no lo trabaja, se pueden olvidar los detalles”.

Para los académicos es una instancia de actualización de conocimientos, mientras que para los estudiantes es una oportunidad temprana para potenciar su desarrollo en el ámbito de la innovación, destacó el Dr. Gustavo Zúñiga, coordinador del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico de Science Up en la Facultad de Química y Biología.

“Si saben que sus resultados pueden ser protegidos, pueden insistir con más argumentos a sus profesores guía cuando ven que tienen potencial para ser usados más allá del trabajo de tesis”, agregó.

La estudiante Ariel Jiménez, del doctorado en Ciencias de la Ingeniería con mención Ingeniería de Procesos, quien  trabaja en temas relacionados en la aplicación de enzimas en el área de los alimentos, opinó que este taller le pareció muy interesante, ya que “tener el conocimiento y las habilidades para poder tener patentes, ya sea para aplicar en el ámbito profesional u otros, es muy bueno. Uno está empezando en esta área y no sabe. Que existan estas actividades se agradece”, expresó.

La iniciativa se enmarca dentro de las actividades colaborativas organizadas por los proyectos  Ingeniería 2030 y Ciencia 2030 ( Science Up), constituyéndose en una instancia de vinculación de equipos de investigación de ambas facultades con el objetivo de propiciar iniciativas multidisciplinarias.

Autor: 
Macarena Polanco y Lorena Jiménez
Fotografía: 
Cedida