En nuestro país la producción, demanda y exportación de productos agrícolas orgánicos ha experimentado un crecimiento sostenido en el último tiempo, proyectándose que esta tendencia seguiría en alza.
Muestra de lo anterior, es que en 2020 el mercado de productos orgánicos, como frutas y hortalizas, generó ventas sobre los US $311 millones y exportaciones a 50 países, de acuerdo al informe “Agricultura Orgánica: Información actualizada del sector” de ODEPA. Asimismo, se espera que en los próximos cinco años las ventas superen los US $150 mil millones.
En ese contexto, uno de los grandes desafíos para la industria agrícola orgánica es mantener los niveles de producción de manera sostenible, previniendo y combatiendo las plagas que dañan los cultivos.
El azufre elemental y fungicidas en base a extractos de toronja están entre los métodos más utilizados contra las infecciones que dañan los árboles frutales, plantas u hortalizas, aunque hoy se hace necesario diversificar la oferta de agentes naturales de control biológico.
Esa fue la problemática que abordó un equipo de investigación de la Usach, que estuvo integrado por las investigadoras de la Facultad de Química y Biología, Dra. Milena Cotoras Tadic y Dra. Leonora Mendoza Espínola. Se sumaron al proyecto, el Dr. Rubén Bustos Cerda, investigador de la Facultad de Ingeniería, y los estudiantes, Alejandro Grancelli Olivera y Diego Godoy Pedraza.
Como resultado del trabajo conjunto, se formuló un fungicida del tipo emulsificado o microencapsulado que comprende extractos de orujo de uva o pomasa para controlar específicamente la infección causada por el hongo fitopatógeno Botrytis cinerea en plantas, partes de plantas o sus frutos, que produce la “Pudrición gris”, enfermedad que se presenta en las etapas de pre y postcosecha de los productos agrícolas.
Al respecto, la Dra. Milena Cotoras explicó que el fungicida desarrollado “es de origen natural y posee la capacidad de inhibir el crecimiento y su propagación, además de proteger de la infección al tejido vegetal. Esta solución puede ser aplicada por aspersión como suspensión acuosa sobre la superficie de las hojas, así como en los frutos”.
Enfatizó que esta invención creada en la Usach, busca aportar a la industria agrícola en general, “con un biocida inocuo y efectivo para proteger las especies vegetales, asegurando el manejo seguro de la producción de frutas y hortalizas. Al mismo tiempo, entregamos al mercado otra alternativa de un agente natural para el control biológico del hongo Botrytis cinerea”.
En la actualidad, esta tecnología se encuentra con patente concedida en Chile, trámite que fue apoyado por la Dirección de Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Creación.
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