- La Contadora Auditora, titulada por nuestra Universidad, Marcela Belmar Soto, fue una de las diez finalistas del Premio Joven Emprendedora 2015, convocatoria realizada por la organización Mujeres Empresarias y que -en esta tercera versión- tuvo más de mil postulantes de todo el país. La distinción destaca proyectos capaces de sortear con éxito dificultades y proponer ideas innovadoras. En 2007, Marcela fundó Labpro Belmar, laboratorio dedicado al desarrollo de productos cosméticos que le ha reportado un exitoso resultado.
Corría el año 2007, y Marcela Belmar, estudiante de la carrera de Contador Público y Auditor en nuestra Casa de Estudios, fundó Labpro Belmar, laboratorio dedicado al desarrollo de productos cosméticos. Ocho años después, en 2015, la iniciativa que siguió en base a una larga tradición familiar, fue reconocida por la organización Mujeres emprendedoras como una de los 10 emprendimientos finalistas en el premio ‘Joven Emprendedora’, que destaca proyectos capaces de sortear con éxito dificultades y proponer ideas innovadoras en el área de desarrollo elegida.
En su inicio “la idea era producir para otras empresas”, dice Marcela Belmar mientras agrega que, tras el exitoso tránsito de la compañía, desde el año 2013 su negocio cuenta con una marca propia de productos.
La empresa Labpro Belmar se proyecta en el mercado a través del nombre ‘Bellemer’, con una completa gama de productos, como champú, acondicionador y cremas capilares, todos colmados de innovación tecnológica.
“Por ejemplo, tenemos productos naturales como champú y acondicionador de extracto de cola de caballo que son los que más vendemos y que incluso han estado en la Cámara de Comercio de Santiago”, expresa con orgullo la joven emprendedora.
El despegue de la iniciativa personal de Marcela Belmar, hoy cobra sus frutos también, gracias a la relevancia que ha alcanzado dentro del mercado nacional. “Comenzamos produciendo para un solo cliente, y hoy lo hacemos para más de 15. Además, contamos con 50 de nuestros productos inscritos en el Instituto de Salud Pública (ISP)”.
Para tal desarrollo, Marcela tuvo que ir más allá. Así, postuló a fondos del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), para adquirir una máquina de osmosis inversa, la cual optimizaría su producción a un 25 % y acentuaría su injerencia en el rubro.
El laurel
El premio ‘Joven Emprendedora’, en su versión 2015, buscó galardonar a mujeres cuya decisión y coraje son un ejemplo a seguir en materia de crecimiento y desarrollo empresarial.
Vale decir, la capacidad de sortear con éxito las dificultadas que conlleva la puesta en marcha de un nuevo proyecto como, asimismo, la creatividad para proponer nuevos caminos o formas de progreso.
Esas fueron las características constitutivas para encontrar a las propuestas ganadoras.
La distinción es una iniciativa de la organización Mujeres Empresarias cuya misión, como consigna su sitio en internet, es apoyar “la gestión empresarial de la mujer, liderando a las empresarias, profesionales y emprendedoras a través de una gran e innovadora red de contactos que le permite su inclusión en el mundo económico y de los negocios”.
Según las bases del concurso, se seleccionarían “a las 10 mejores postulantes y un jurado, compuesto por destacados(as) empresarios(as) y líderes de opinión las entrevistará, y premiará a las 3 mejores en base a criterios previamente definidos”.
Asimismo, quien aspirase al premio, debía ser menor de 35 años y poseer una empresa que funcionara formalmente, con una antigüedad mínima de un año. “Uno postulaba por internet. Tenía que llenar varias preguntas que involucraban un plan de negocios. Era bien largo el proceso, lo que habla de su seriedad”, recuerda Marcela Belmar.
Hubo alrededor de mil postulantes, y dentro de las diez primeras se ubicó la propuesta de Marcela Belmar.
Con orgullo, agrega que su lugar destacado dentro del certamen, responde a que su proyecto contiene todos los valores perseguidos en las bases.
“Perseverancia y emprendimiento, por ejemplo, porque para poder abrir el laboratorio nos demoramos dos años en conseguir todos los permisos sanitarios en el ISP y competir con 32 laboratorios que hay en Chile”, explica.
Otro concepto es la innovación, ya que algunos de sus productos, por necesidades del cambiante mercado al cual pertenecen, son objeto de constante transformación.
“Trabajar en el rubro de la farmacéutica capilar, empuja a estar siempre innovando y a la vanguardia de los cuidados capilares, los cuales son muy dinámicos pues cambia cada tres años”, dice la joven emprendedora.
Satisfacción
Marcela Belmar asume el premio como un reconocimiento pleno a su capacidad para emprender y cosechar éxitos, y asimismo, a su trayectoria como estudiantes y profesional titulada por nuestra Corporación.
“Para mí es un honor haber llegado a estar entre las 10 finalistas. Es un premio al esfuerzo, al sacrificio que se ha hecho durante tantos años para poder crear el laboratorio, adquirir nuevos clientes y generar nuevos productos”, puntualiza.
“Es también un reconocimiento a mis estudios en la Universidad de Santiago y en todo lo que he aprendido en la vida para llevar a cabo mi empresa hasta el punto que me han valorado a mí también”, concluye.