- Como una manera de valorar el aporte de Carlos Orellana a la Universidad Técnica del Estado, se realizó una ceremonia a la que asistieron familiares y destacadas figuras de la cultura. En la oportunidad, se destacó el trabajo del crítico literario, escritor y talentoso editor, que en esta Casa de Estudios lideró la editorial y numerosas publicaciones.
Carlos Orellana es conocido a nivel internacional por promover la creación literaria y la visión de los escritores nacionales con la intención de poner de relieve nuestra identidad cultural. Pero además, es conocido por haber sido parte de la Universidad Técnica del Estado entre los años 1968 y 1973, fecha en que fue víctima, al igual que todo el país, de la violencia del Golpe Militar, situación que lo llevó al exilio. Sin embargo, pese a la distancia continuó su labor cultural y a su regreso a Chile se le reconoció como un referente de las letras nacionales.
El pasado 18 de noviembre, a los 85 años, el ex director del Sello Editorial de la Universidad Técnica del Estado falleció (Ver nota asociada). Nuestra comunidad lamentó su deceso y un mes después se llevó a efecto en el Salón de Honor una ceremonia para homenajearlo.
El Instituto de Estudios Avanzados y la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio organizaron esta ceremonia con el objetivo de rescatar el legado de Carlos Orellana no sólo como editor, sino también como participante en la vida universitaria. “Se trató de un reconocimiento a su destacada labor editorial y a su legado dentro de la Universidad. Habíamos estado en contacto con su hija Isabel, quien estaba interesada en dejar huellas de lo que fue el trabajo de su padre en la Universidad. Y por eso invitamos a los literatos que lo conocieron y vivieron con él en esa época”, indicó Carmen Gloria Bravo, organizadora del acto.
Al encuentro, realizado el 18 de diciembre, asistió la hija del escritor, Isabel Orellana; junto con el vicerrector de Vinculación con el Medio, Sergio González; el decano de la Facultad de Humanidades, Augusto Samaniego; y el director del Departamento de Educación Continua, Jorge Montealegre.
La mesa de académicos y personalidades del mundo editorial estaba compuesta por el académico del Departamento de Literatura y Lingüística, Naín Nómez; el escritor y director del Departamento de Asuntos Culturales de la Universidad de Chile, Darío Osses; el ex director de Extensión de la UTE, Mario Navarro; la académica de la Facultad de Humanidades, Dra. Carmen Norambuena; el director de la Escuela de Literatura de la Universidad FinisTerrae, Antonio Ostornol; el director y fundador de LOM Ediciones, Paulo Slachevsky; y el subdirector de la revista Punto Final, Hernán Soto.
Reforma y difusión
Mario Navarro lo conoció durante su permanencia en el sello editorial de la UTE y como impulsor de la Revista de la Universidad Técnica del Estado, que alcanzó a publicar 14 números entre 1969 y 1973.
El ex director de la Secretaría Nacional de Extensión de la UTE rescató algunos textos de Orellana dedicados a su trabajo en esta Casa de Estudios y que calificó como “algunos de los años más felices e intensos que me haya tocado vivir”.
Navarro recuerda que el editor “hizo una labor extraordinaria en la Universidad, no sólo como director de la Editorial y creador de la Revista de la UTE, sino que como participante activo en la difusión de las ideas reformistas,mediante la creación y edición de múltiples publicaciones que dan cuenta de los avances, aportes y actores que fueron partícipes de las fases sucesivas de la Reforma y del momento histórico que vivía el país”.
Los académicos además destacaron la concreción de la “Librería UTE” que servía a la comunidad universitaria con un local, frente a la Casa Central, ubicado en la calle El Belloto 3530.
Mario Navarro recordó que a fines de 2009, se encontró con el editor en un café, donde Orellana le regaló varios ejemplares de la Revista UTE, las mismas que en las próximas semanas espera donar a nuestra Institución para que sean digitalizadas y pasen a formar parte del patrimonio cultural de nuestro Plantel.
Carmen Gloria Bravo afirmó que con este tipo de reconocimientos, la labor de Carlos Orellana adquiere continuidad. “Fue un homenaje muy emotivo que remarcó el fundamental aporte de Carlos en la vida de nuestra Institución”, expresó la académica.