Las industrias diariamente generan grandes volúmenes de residuos líquidos, que son resultado del uso de aguas limpias en sus distintos procesos productivos. Pero en vez de eliminar esos líquidos, muchas empresas han optado por tratarlos con innovadoras tecnologías que los descontaminan para después reutilizarlos en otras actividades productivas. Una de esas alternativas son los biofiltros, los que incorporan procesos biogeoquímicos para depurarlos y, además, brindan servicios ecosistémicos a sus usuarios y el entorno, en donde se emplazan.
Esa es la solución que la Usach trabaja colaborativamente con la empresa asociada AgriChile, a través del proyecto “Desarrollo de un prototipo basado en residuos agroindustriales para el tratamiento y revalorización de aguas residuales”. El trabajo es liderado por la Dra. Cristina Villamar Ayala, académica e investigadora del Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias y Tecnología del Agua Ko-Yaku, de la Facultad de Ingeniería, y en su ejecución es apoyada por la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Creación.
De acuerdo con la investigadora, el objetivo es “poner en marcha un sistema de tratamiento de residuos líquidos, tipo biofiltro a escala piloto, en donde se busca sanear las aguas que procesa la empresa, entregando nuevos usos y poder revalorizarlas en riego”.
Es así como la semana pasada, fue instalado el biofiltro en la planta de cultivo de avellanas que posee AgriChile, en la localidad de Camarico, región del Maule. Los avances que vaya teniendo dicho sistema serán monitoreados por el equipo de investigación del laboratorio Ko-Yaku.
Cabe destacar que, para realizar la biofiltración, se están ocupando las cáscaras de avellanas provenientes del procesamiento de este fruto que realiza la misma empresa, por lo cual también se están reutilizado estos desechos orgánicos, que llegan a ser el 50% de las avellanas cosechadas.
Iniciativa con impacto ambiental y económico
“La biofiltración es una de las propuestas tecnológicas que está bajo el contexto de las soluciones basadas en la naturaleza, las cuales son tecnologías recomendadas por las Naciones Unidas para los Desafíos de Desarrollo Sostenible, específicamente el desafío 6, referente al agua y al saneamiento seguro”, explica la Dra. Villamar respecto a las ventajas que presenta el sistema de biofiltración.
Además de lo anterior, agrega que “estas tecnologías son la respuesta, no sólo a la problemática del saneamiento de aguas, sino también con miras a la resiliencia frente al cambio climático”. Por lo mismo, es que la utilización de biofiltros, tanto en zonas rurales como a nivel industrial, resulta muy efectiva de cara a los desafíos 9 y 12 que plantea las Naciones Unidas, relacionados con la innovación y producción responsable, respectivamente. Asimismo, emplean muy poca energía y no generan ruidos en comparación “con las plantas de tratamientos mecanizadas, convirtiéndose en una opción viable, adecuada y sostenible”, precisa la académica.
Desarrollo tecnológico apoyado por la DGT
La Dirección de Gestión Tecnológica ha venido respaldando la ejecución de esta investigación, a través del programa de apoyo Transfiere DGT. “El apoyo que brindamos al proyecto, busca poder vincular la investigación con la industria, en este el caso con AgriChile. Esto permite testear tempranamente las tecnologías Usach en entornos reales, de la mano con las empresas”, puntualiza Marlene Henríquez, Gestora de Transferencia Tecnológica de la DGT.
Para quienes se interesen en conocer más de los Programas de Apoyo dirigidos a investigadoras e investigadores Usach, sólo deben acceder a la web dgt.usach.cl