- “Aún tenemos problemas fundamentales por abordar. La integración de una verdadera comunidad USACH y la preocupación por su calidad de vida, nos pueden conducir hacia un estado referencial para la educación superior”.
- “Al no contar con una política de desarrollo de los recursos humanos, la Universidad atenta contra su propia integridad. La resultante sinérgica del desarrollo de los integrantes de la Institución, se traduce en el propio fortalecimiento del Plantel. Se propone realizar una carrera académica que considere el desarrollo de cada académico(a) a través de una trayectoria docente, o bien, alternativamente, mediante un desarrollo exclusivo como investigador(a)”.
El sistema universitario se ha orientado demasiado hacia la medición de indicadores numéricos, perdiendo su esencia de ser una universidad reflexiva y orientada hacia la proposición de soluciones a los problemas que afectan a nuestra sociedad.
Por eso, nuestro programa para el período de rectorado 2014-2018 para la Universidad de Santiago de Chile, contempla tres pilares fundamentales: conducir a la Universidad hacia un estado referencial para el sistema de educación superior chileno; formar e integrar una verdadera comunidad universitaria, y revisar todo lo relacionado con la calidad de vida de estudiantes, funcionarios y académicos.
Nuestra Universidad es una institución con el suficiente prestigio como para alcanzar el nivel de ser la institución de referencia por el sistema educacional chileno. Se debe alcanzar un estado de sincronización e integración entre las funciones fundamentales, con el fin de formar a los futuros profesionales y graduados que el país necesita y generar conocimiento en algunas de las áreas estratégicas del país.
La generación de comunidad ha sido una tarea no abordada con la suficiente profundidad. El vínculo entre la universidad y sus ex-alumnos es débil. Por otro lado, el trato que la institución tiene para con sus académicos y funcionarios puede ser mejorado.
La calidad de vida de los integrantes de la comunidad académica es un tema que merece atención especial. La calidad de servicio ofrecida a los estudiantes amerita una revisión de nuestra oferta académica, tanto en sus contenidos como en la infraestructura. Lo mismo debe ser revisado para los funcionarios administrativos, el estamento profesional y los profesores por hora de clases. Esto requiere el desarrollo de una política de recursos humanos apropiada. El estamento académico también enfrenta problemas en relación con su calidad de vida. La institución debe hacerse cargo de estos problemas.
Aunque en la Universidad existe una gran experiencia acumulada, en el ámbito de la docencia, existen algunas brechas, que al ser abordadas permitirían generar un impacto significativo en los profesionales formados. En esta línea de acción, se propone implementar un conjunto de medidas orientadas a modernizar e internacionalizar el modelo educativo adoptado.
En el ámbito de la investigación, la Universidad ha alcanzado un estado estacionario, sin que se detecte un constante crecimiento en el transcurso de los últimos años. Una posible razón, es que el modelo adoptado obedece a una investigación individualista, fomentada por el financiamiento dirigido a las personas, más a que a grupos de investigación. Es necesario fomentar la investigación en equipos, centros de investigación y redes internacionales de investigadores.
Al no contar con una política de desarrollo de los recursos humanos, la Universidad atenta contra su propia integridad. La resultante sinérgica del desarrollo de los integrantes de la institución, se traduce en el propio fortalecimiento de la Universidad. Se propone revisar la normativa de carrera académica, de manera que se considere el desarrollo de cada académico(a) a través de una trayectoria docente, o bien, alternativamente, mediante un desarrollo exclusivo como investigador(a).
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