Egresados crean primera planta industrial de deshidratación de frutas con energía solar
- Aumentar el valor nutricional de los frutos secos sin utilizar colorantes ni aditivos e incorporar a pequeños y medianos agricultores a la cadena productiva, son los objetivos principales del proyecto “Kunza”, dependiente de la consultora Roda Energía. En el emprendimiento participan el Ingeniero Civil Químico y Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Francisco Vásquez, y el egresado de Ingeniería Civil Eléctrica, Braulio Rossel, ambos ex estudiantes de nuestro Plantel (izq. y der. de la fotografía, respectivamente).
Como uno de los cuatro ganadores del concurso de innovación de Gobierno Impacta Energía resultó el proyecto “Kunza” de la consultora Roda Energía, equipo que integran los egresados del Plantel Francisco Vásquez, Ingeniero Civil Químico y magíster en Ciencias de la Ingeniería, y el egresado de Ingeniería Civil Eléctrica, Braulio Rossel.
El concurso, organizado por el Laboratorio de Gobierno y el Ministerio de Energía, entregó 75 millones de pesos al proyecto, fondos que serán utilizados para finalizar la implementación de la primera planta industrial de deshidratación del país de productos hortofrutícola, que operará 100% con energía solar térmica.
Para el ingeniero Francisco Vásquez, jefe del proyecto, las habilidades adquiridas en el plantel son esenciales al ejecutar un trabajo de este tipo. “Creo y valido lo que todos dicen: la autonomía y proactividad se destaca entre los profesionales que salen de la U. de Santiago. En el trabajo que desarrollamos siempre tomamos la iniciativa o vamos recomendando cosas; siempre estamos en búsqueda de algo más, que es un sello que nos da la U.”, afirma.
Financiamiento del proyecto “Kunza”
La idea surge el año 2014, cuando el actual jefe del proyecto, Francisco Vásquez postula junto a un equipo de la consultora Roda Energía a un concurso de la Fundación para la Innovación Agraria, en donde solicitaban ideas novedosas en el área energética para solucionar problemas del sector agropecuario.
Con el apoyo de la Fundación y CORFO, se desarrollaron trabajos de ingeniería de detalle, entre ellas, modelaciones fluidodinámicas, estimación de tamaño de equipos de impulsión y dimensionamiento de colectores solares, para la construcción de un deshidratador solar a escala piloto industrial para productos hortofrutícolas.
Tras surgir el concurso de Gobierno Impacta Energía en agosto del 2016, que buscaba que sus postulantes respondan a la interrogante ¿cómo mejorar el acceso y uso de la energía renovable en micro, pequeñas y medianas empresas para aumentar su productividad?, el equipo decide postular, obteniendo uno de los cuatro primeros lugares entre un total de 494 participantes.
Gracias la iniciativa, el equipo obtuvo 75 millones de pesos, fondos que se sumarán a una inversión total de 300 millones de pesos para comenzar a construir en enero la planta que estará ubicada en un terreno de 5 mil metros cuadrados en Litueche, y que considera la instalación de 100 paneles solares, un galpón que será utilizado como zona de pretratamiento de la fruta y para el cierre perimetral del terreno.
Funcionamiento de la planta
El proyecto consiste en una planta de secado de fruta que funciona bajo un sistema cerrado de agua caliente que se obtiene a través de paneles solares, irrumpiendo con el modelo tradicional que suele utilizar la exposición de las frutas directo al sol o gas natural.
Según explican los egresados, la planta operará con manzanas, champiñones, frutillas, pimentones, y se encuentran realizando pruebas con cebollas.
“Para este proceso se ubican las frutas dentro de una cámara de secado, bajo condiciones ambientales adecuadas regulando temperatura y humedad a través de un circuito de agua caliente que se genera con estos paneles solares. Una vez terminado el día, cuando la radiación no es suficiente, este circuito tiene autonomía propia por 2 horas, permitiendo generar aproximadamente 1800 snack de 25 gramos, cada uno en una jornada laboral”, explica el jefe del área eléctrica y de control, Braulio Rossel.
En cuanto al modelo de negocio, los egresados aseguran ser fieles a su sello e incorporar en la cadena productiva a pequeños y medianos agricultores.
“Queremos llegar a este sector, que vende por volumen y merma mucho en el precio cuando llegan a sus clientes debido a que no pueden almacenar tanta fruta. Estamos apuntando a que estos productores nos vendan frutas de menor calibre, pero de buena calidad a un precio justo, y salir de la planta con un producto deshidratado y envasado, para ubicarnos finalmente en góndolas de minimarket y supermercados”, explica el ingeniero Francisco Vásquez.
Beneficios e innovación de la iniciativa
Kunza es la lengua nativa de los atacameños, concepto que motivó al equipo a otorgar este nombre al proyecto, debido a que ocupaban técnicas de secado de frutas desde antaño, al encontrarse emplazados en uno de los lugares con mayor radiación en el mundo.
Según explica Francisco Vásquez, dentro de las ventajas que presenta el proyecto, resalta su producción natural. “En ninguna parte del proceso se le añaden aditivos o saborizantes al producto, es totalmente natural. La fruta como se recibe se mantiene, solo se pela y se lamina e ingresa a la cámara de secado”, indica.
En cuanto a beneficios nutricionales, resalta que aumenta la conservación de las vitaminas, perdiendo sólo hasta un 40% de sus componentes a diferencia del 60% que pierden normalmente las frutas deshidratadas bajo sistemas tradicionales.
Para Braulio Rossel, las habilidades adquiridas en su formación son indispensables. “Una de las cosas que aprendí en la Universidad es a trabajar en equipos multidisciplinarios. Fui uno de los primeros que trabajó en el proyecto Apolo Solar junto a arquitectos, ingenieros y diseñadores. Trabajar acá me recuerda mucho lo que fue eso. Es por ello que rescato el buen ambiente en la Universidad que nos permite desarrollar esa faceta y otras habilidades”, explica.