Académica Claudia Honorato: “La obesidad en Chile está relacionada con la desigualdad y la pobreza”
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El psicólogo y antropólogo, Sergio González; la doctora en Ciencia Política y experta en seguridad, Lucía Dammert y el sociólogo y Director del Magíster en Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Vicente Espinoza, todos académicos de la Universidad de Santiago, analizaron el fenómeno de las protestas surgidas, durante la cuarentena en la comuna de El Bosque y coincidieron en la posibilidad de una conflictividad social progresiva en el país.
Para el académico de la Escuela de Psicología, Dr. Sergio González, estas manifestaciones tienen su origen en una “insatisfacción ciudadana ante la respuesta a las demandas sociales” y “un malestar acumulado por el funcionamiento de las instituciones”.
“Lo que está comenzando a pasar ante la imposibilidad de obtener ingresos por las personas, es que esperan una respuesta contundente por parte del Estado y esa respuesta todavía no está. Hasta el momento solo ha habido titulares sin contenido frente a una demanda ciudadana que es cada vez más clara”, comentó González.
El experto consideró que en estas recientes protestas se conjugan, “por un lado, la carencia, la pobreza, la imposibilidad de generar los recursos para alimentarse y satisfacer las necesidades básicas, con la crispación y el malestar acumulado frente a la no respuesta por parte del Estado. No es solamente hambre”.
A juicio del académico, desde el punto de vista social, “lo peor aún no ha llegado” y situaciones como estas podrían hacerse visibles, también, durante los próximos meses, en comunas de sectores medios como Ñuñoa, La Florida o Maipú.
Conflictividad progresiva
Para la socióloga y académica de la Facultad de Humanidades de la Usach, Lucía Dammert, la gran cantidad de días de cuarentena en sectores como El Bosque repercute en que la gente perciba, finalmente, una progresiva disminución de sus posibilidades para conseguir recursos económicos que le permitan, por ejemplo, cumplir con el pago de sus servicios básicos.
“Cada día, veremos un escenario más conflictivo”, proyectó la doctora en ciencia política y experta en seguridad pública. “Hay partes donde el Estado se ha percibido mucho menos presente y la ambigüedad de su presencia ha llevado a esos sectores a estar gobernados por situaciones de violencia y descontrol”, explicó.
A juicio de Dammert, La Moneda debe reconocer que la crisis es estructural, no solo económica. “La única forma de evitar un estallido mayor es que el Gobierno entregue, directamente, mayores niveles de financiamiento, además de comida”, sostuvo. “El estallido que ocurrió en Chile estaba vinculado al maltrato, la discriminación y la sensación de inseguridad de la gente, y eso volverá a ocurrir”, advirtió.
Hacia una nueva crisis política
Para el sociólogo y director del Magíster en Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Usach, Vicente Espinoza, la desigualdad de la sociedad chilena impone limitaciones para enfrentar crisis que requieren la acción conjunta de la población.
“Los eventos de protesta del 18 de octubre mostraron las grietas de la desigualdad por las cuales se escapaban los logros macroeconómicos”, explicó el doctor en sociología. “La crisis del COVID-19 muestra lo complicado que resulta imponer medidas sanitarias cuando no existen las condiciones materiales para sostener la cuarentena, como ocurre en barrios populares e, incluso, de clase media”, enfatizó.
Como investigador asociado de la línea geografías del conflicto del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) y miembro del proyecto Anillos-Conicyt ‘Desigualdades’, Espinoza consideró que la población ya ha agotado sus reservas materiales y lo que necesita es un “apoyo decidido” del sector público.
“El fracaso del discurso triunfalista -’nueva normalidad’, ‘retorno seguro’ y ‘meseta de contagios’- desmentido rotundamente por el ritmo de incremento de los casos, junto con la arrogancia y ausencia de diálogo, acrecentó la desconfianza de la población en las autoridades, a las cuales se les percibe como incapaces de resolver los problemas derivados de la crisis sanitaria”, sostuvo.
“El Gobierno desaprovechó la oportunidad de revertir la crisis política de octubre y se encamina, rápidamente, a una nueva crisis política, asociada a sus propios errores dada la ausencia de una oposición con respuestas claras. Probablemente, La Moneda deba buscar cambios en los equipos que enfrentan la pandemia y mayor capacidad de escuchar a los liderazgos sociales y técnicos surgidos en estas semanas”, concluyó.
El Ministro de Salud, Jaime Mañalich, cuestionó que centros de salud privados estén tomando una gran cantidad de exámenes PCR para detectar Coronavirus en personas que no estarían cumpliendo con la condición de ser casos sospechosos. Esto, debido a una caída del índice de positividad en los resultados.
Para el asesor de la Organización Mundial de la Salud y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Pablo Villalobos, “es importante que se empiece a pensar en una estrategia de cómo se priorizan los test, especialmente en el contexto que tenemos hoy, de cuarentena masiva”.
Sin embargo, consideró que la disminución en el índice de positividad “no debería tener un carácter negativo”. A su juicio, ello es “solo es el resultado de una estrategia. Es errado pensar que cuando uno va a testear tiene que encontrar sólo positivos. Hallar casos negativos también es una información importante, para el Gobierno y para la gente”, aseguró el especialista.
El doctor en salud pública de la Universidad de Harvard advirtió que también se debe cautelar que quienes padecen la enfermedad, pero son asintomáticos accedan a los exámenes.
“Hay que pensar en una estrategia de testeo en aquellas personas que son potenciales vectores de contagio, independiente de que tengan síntomas o no, y aumentar los testeos en la gente que se está moviendo. Por ejemplo, en quienes trabajan en sectores de servicios, personal de salud y de establecimientos donde la gente se encuentra confinada, como en los ELEAM (Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores), cárceles y recintos del Sename”, afirmó el académico del Magíster en Salud Pública.
Testeo masivo
Este martes, el Minsal informó que hubo 31 decesos por COVID-19 en las últimas 24 horas, cifra que elevó a 509 el total nacional. Además, se registraron 3.502 nuevos contagios por SARS-CoV-2, de los cuales 3.099 presentaron síntomas y 421 fueron asintomáticos, completando a la fecha 49.579 casos.
Pese a las altas cifras, el infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Usach, Ignacio Silva, insistió en que “la cantidad de reactivos para hacer PCR es limitada, por lo que tenemos que priorizar exámenes en personas que tienen síntomas, para aprovechar el mayor rendimiento. Hay que cuidar el recurso y entender que no es un examen confirmatorio en casos precoces de la enfermedad”.
El especialista reconoció que lo óptimo sería realizar un testeo masivo a la población. “En una situación ideal, en la que no tuviéramos problemas de abastecimiento de PCR, podríamos hacer testeos sistemáticos a toda la población. Sobre todo, a las personas más vulnerables”, explicó.
Sin embargo, el experto insistió en el alto presupuesto que implicaría un operativo de estas características y concluyó que “hay que priorizar a personas que tienen una alta posibilidad de dar positivo en el examen estando asintomáticos y aislarlos”.
En cuarentena total, se recomiendan rutinas de ejercicio para mantener un buen estado no sólo físico, sino también mental en medio del confinamiento. Cristián Cofré, Director de la Escuela de Ciencias de Actividad Física, el Deporte y la Salud de la Usach, señaló que “hay evidencia acumulada en la ciencia moderna que el sedentarismo se asocia con enfermedades y condiciones negativas para nuestro organismo”.
Como el Coronavirus es una enfermedad principalmente respiratoria, el hacer ejercicio es fundamental para mejorar la función cardiorrespiratoria. Aunque hoy es muy difícil, sí se puede aumentar la actividad física”, destacó.
No obstante, llamó a ser cautos con los tutoriales que se pueden encontrar en Internet: " El problema es cuando vemos propuestas de actividad física que no está muy claro hacia quien están dirigidas, cuáles son las precauciones, las recomendaciones y contraindicaciones", declaró Cofré.
Revisa en el siguiente video sus sugerencias:
El Presidente Sebastián Piñera anunció en cadena nacional una serie de medidas para enfrentar la pandemia del Coronavirus, en circunstancias que cerca del 45% de la población nacional se encuentra en confinamiento producto de las cuarentenas decretadas. Con esto, el Mandatario aseguró que “entramos en una nueva etapa” de la crisis.
Canastas de alimentos
De acuerdo a lo expresado por el Jefe de Estado, el Gobierno distribuirá 2,5 millones de canastas de alimentos para familias vulnerables y de clase media. Las cajas se entregarán de una sola vez y buscarán cubrir las necesidades de grupos constituidos por cuatro personas durante dos semanas, según señaló el Intendente Metropolitano, Felipe Guevara.
Para el Director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago y ex ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, “esta respuesta de las canastas familiares es un paliativo menor al problema de fondo, que es la necesidad de generar recursos”.
El académico afirmó que la solución debió evitar que las personas se sientan obligadas, en el corto plazo, a salir a la calle para obtener recursos. “El Ingreso Familiar de Emergencia debió haber tenido un monto más elevado”, criticó. “Las familias debían tener un ingreso garantizado de tres meses, cuyos montos no fueran decrecientes”, insistió.
Sin embargo, para Barraza, el Gobierno estaría gastando menos para proteger a las familias que, incluso, durante la crisis subprime. “Los indicadores económicos que definen la línea de la pobreza debiesen haberse aplicado: $460 mil pesos para grupos familiares constituidos por 4,5 integrantes. Ese debió haber sido el parámetro. El Gobierno tiene recursos y capacidad de endeudamiento sin que se pongan en riesgo los indicadores económicos del Estado”, aseguró.
El economista y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Usach, Víctor Salas, concordó en que la medida no es óptima. “El Presidente y su equipo económico han estado regateando soluciones”, consideró.
“Lo que debiera haberse establecido era un ingreso mínimo asegurado, para dar tranquilidad a las familias de que tendrán presupuesto para estos meses de pandemia y que no estarán obligados a salir a trabajar. Esta es una microsolución”, estimó.
Pymes
Otro de los anuncios del Presidente fue un fondo con garantía del Estado y una red de instituciones financieras no bancarias para dar capital de trabajo a las pequeñas y medianas empresas.
Para Salas, la medida “es más bien una preocupación expresada públicamente que una solución que pudiera llevarse a cabo en el corto plazo. Es una imagen de solución más que la solución misma”.
A juicio del economista, la banca difícilmente estará disponible para facilitar créditos a todos los pequeños y medianos empresarios que los pidan, debido al alto nivel de riesgo que suponen. “En el mejor de los casos, un 25% de quienes debieran recibir este beneficio lo harán. Hablamos de 700 mil Pymes. Mientras, un millón 400 mil empleos se ponen en riesgo”, sostuvo.
“Organizaciones como los factoring y las aseguradoras tienen recursos y pueden hacer colocaciones, pero tendrían que descuidar el riesgo. Sistemas previsionales, cajas de compensación y cooperativas de ahorro no han tomado la iniciativa antes, porque también son cautelosas con sus recursos”, agregó.
Saludable-Mente
El Presidente Piñera también comprometió la puesta en marcha de un programa especial de acompañamiento denominado Saludable-Mente, para responder al impacto de la pandemia y las cuarentenas en la salud mental de la población.
Al respecto, el psicólogo Barraza reconoció que tanto el COVID-19 como el confinamiento provocan incertidumbre, ansiedad, temor y agobio, por lo que un programa de estas características genera altas expectativas.
“Desafortunadamente, el Gobierno solo entrega un enunciado y, así, no puede evaluarse la pertinencia de la medida”, lamentó. “Lo razonable es que tenga una bajada territorial, a través de los municipios y organizaciones sociales, para permitir una intervención oportuna y psicoorientación”, consideró.
“Es difícil pensar en una plataforma tecnológica que permita realizar psicoterapia en los cánones tradicionales, pero sí asistencia y apoyo, para abordar las situaciones que viven las familias”, concluyó.
La Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago realizó el Seminario: “Covid, Realidad nacional y nuevos horizontes” dirigido a la comunidad del Plantel y que se llevó a cabo vía plataforma Zoom con masiva presencia de académicos y estudiantes.
El Dr. Ignacio Silva, infectólogo Usach que se desempeña en el Hospital Ramón Barros Luco, fue el invitado de esta jornada. En la ocasión se refirió a los síntomas habituales relacionados con la pandemia, explicando que en el caso de los menores de 60 años la mortalidad es bastante poco frecuente y en general se asocia a una patología concomitante, habitualmente inmunodepresiones o enfermedades crónicas.
Sin embargo,” una persona sana, sin enfermedades concomitantes tampoco está a salvo. El porcentaje de mortalidad es bajo, pero no es cero”, aclaró.
El profesional recordó que en pocas semanas Chile pasó de la Fase 1, dictaminada por las Organización Mundial de la Salud (OMS) a la Fase 4, con un virus que comenzó en China, se trasladó por Europa y arribó rápidamente a Sudamérica con alto grado de contagios, pese a que los viajes entre China y Latinoamérica fueron menores.
El doctor Silva consideró que, sin duda, el lavado de manos constante, el aislamiento social, el uso de mascarillas y, evitar las aglomeraciones ha disminuido la circulación significativamente de todos los virus respiratorios en Chile.
“Efectivamente hoy, hay menor circulación de otros virus respiratorios que nos aquejan habitualmente en invierno, porque la población, en términos generales se ha aislado, destacó el infectólogo.
Añadió que en pocas semanas, y con el COVID-19 ya circulando libremente en la comunidad, fue complejo tener una trazabilidad de los casos de infectados, por lo tanto, añadió el especialista, hubo que centrar los esfuerzos en disminuir la expansión local y fortalecer el sistema de salud.
El Dr. Silva destacó qué para enfrentar la pandemia había que poner toda la colaboración del mundo académico y científico a disposición para luchar contra esta nueva enfermedad.
En el ámbito terapéutico la realidad ha cambiado mucho, lo que servía antes ahora nos damos cuenta de que no sirve. “Por ejemplo todos los pacientes que llegan con insuficiencia respiratoria grave, inmediatamente, son considerados un caso sospechoso y se estudia como COVID positivo; antes se esperaba el PCR positivo”.
La enfermedad
El Dr. Silva señaló que la incubación de la enfermedad es de 4 a 5 días, lo máximo hasta 2 semanas. (14 días). Si en ese tiempo no se desarrolló ningún síntoma, puede considerarse que el contacto de riesgo que se tuvo no generó contagio.
Los síntomas más frecuentes de la enfermedad y que todos debemos considerarlos son: primero, una tos seca, dolores musculares, fiebre, cefalea y odinofagia, “pero no debemos olvidar que cada vez más hay publicaciones científicas de manifestaciones atípicas de la enfermedad, ya que también se han presentado alteraciones cutáneas de cualquier tipo junto a síntomas gastrointestinales y la pérdida del gusto y del olfato”, precisó.
El Dr. Silva comentó que en la mayoría de los estudios que hay disponibles se da una proporción similar en el COVID-19, esto es, el 80 por ciento de los casos se presenta con síntomas leves, con un cuadro gripal, con síntomas respiratorios altos, congestión nasal, fiebre y cefaleas y sin mayor compromiso respiratorio, generalmente limitado a 4 o 5 días y que se supera con medidas generales, hidratación y reposo.
“Tenemos un 15% de casos que evolucionan de forma grave y necesitan manejo intrahospitalario y un 5 % de pacientes que va a requerir cuidados críticos y la mayoría de ellos ventilación mecánica invasiva. Las personas que están en mayor riesgo son los adultos mayores de 80 años, ya que un 15 por ciento de ellos que enferma va a fallecer (según datos de Italia y China)”, indicó el infectólogo del Hospital Ramón Barros Luco.
Sobre la polémica que generó el medio independiente Interferencia sobre el reciente proyecto de ley de Cooperación de Chile y la Corte Penal Internacional, y un supuesto blindaje ante la justicia internacional por violaciones a los derechos humanos, el programa Estación Central de Radio Usach conversó con el académico de la Facultad de Derecho de la Usach, profesor de derecho internacional público, Juan Ignacio Chacón.
El abogado dijo que “el medio Interferencia (que difundió la noticia) hizo una nota bastante crítica hacia el proyecto, interpretando que esta ley tiene como fin principal blindar o hacer más difícil que figuras del Estado u otras autoridades políticas, que hayan sido acusadas de haber cometido ciertos crímenes castigados internacionalmente, puedan ser puestos a disposición de la Corte Penal Internacional”.
“Pero -sostuvo- hasta que no se tramite y no se negocien los términos de esta cooperación internacional no vamos a saber bien cuál es el verdadero efecto de los órganos del Estado ante la Corte Internacional. Mi impresión es que Interferencia se está adelantando un poco, toda vez que el mismo Estatuto de Roma dispone que son los estados partes quienes definen la manera en la cual van a cumplir ciertas obligaciones que se establecen en el Estatuto”.
Tener una buena alimentación y optima nutrición, se relaciona en forma significativa con la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, las que ocasionan un impacto negativo, tanto social como económico a las personas y al país. Lo anterior, ha generado numerosas políticas estatales cuyo objetivo es dar a conocer y que la población integre en sus hábitos alimentarios, lo que se define como una “alimentación saludable”, más si se considera que hoy en día hay una coexistencia de malnutrición por exceso y por déficit.
Por otra parte, las últimas encuestas nacionales de salud (ENCA) , han mostrado un panorama bastante pesimista, dado que el 64,7 % de nuestra población adulta presenta sobrepeso y/o obesidad, exponiendo que hay un alto consumo de alimentos híper calóricos que lleva a un gran aporte energético diario superior a lo recomendado.
Situación similar y más preocupante se observa en los niños, en que el 60 % de ellos también muestra sobrepeso y obesidad, lo que seguramente se traducirá en mantener esta condición durante su adolescencia y adultez.
En este escenario, con una población que come mucho, pero no lo hace en la forma adecuada, además de incluir en su dieta muchos alimentos procesados de alta energía y que hace muy poca o nula actividad física y más bien lleva una vida sedentaria, se hace difícil producir cambios importantes en sus hábitos.
La actual situación de pandemia que nos obliga a permanecer en nuestros hogares, se presenta como un gran desafío y también oportunidad para poder cambiar estos hábitos y nuestra dieta, esperando lograr el equilibrio necesario para tener una “buena salud”, en especial sin factores externos que induzcan a consumir en menor cantidad alimentos con alto aporte de nutrientes críticos como son azúcares y grasas.
Entonces, qué se entiende por alimentación saludable. En forma general seria ingerir una variedad de alimentos que otorguen los nutrientes que se necesitan para que el organismo funcione adecuadamente y brinden energía.
Las guías alimentarias de la población chilena, del MINSAL , nos permiten tener una idea de qué alimentos consumir y cuales evitar; es así como recomiendan una ingesta de al menos 6 a 8 vasos de agua diario, al menos 5 porciones de frutas o verduras y 3 porciones de lácteos bajos en grasa y azúcares al día, incluir en la semana el consumo de pescado y legumbres y por otra parte evitar frituras , alimentos con grasas como cecinas y mayonesa , azúcar, dulces, bebidas y jugos azucarados.
Estas recomendaciones, que parecieron ser muy fáciles de realizar, están bastante alejadas de los hábitos de gran parte de las y los chilenos, y por lo tanto si nos situamos en el actual contexto que vivimos de pandemia, que como se mencionó, ha producido cambios en nuestras usuales actividades, permitiéndonos tener algo más de tiempo, una forma de aprovecharlo sería conocer a los alimentos que comemos, y su aporte en nuestra nutrición; cambiar hábitos alimentarios al incluir alimentos que nos entreguen beneficios y reducir aquellos que no perjudiquen.
Por lo tanto, si se pudiera dar algunos “tips” en torno a hábitos alimentarios y alimentos saludables, para considerarlos y hacerlos parte de nuestras rutinas, y asumiendo una dieta que no supere las 2.000 a 2.500 calorías diarias, se podrían mencionar:
-Respetar las comidas diarias, esto es desayuno, almuerzo y comida, con alguna colación si la distancia entre ellas supera las 4 hrs, la que debe ser cereales integrales o frutas frescas o secas de un bajo aporte calórico.
-Incluir en nuestra dieta alimentos pocos procesados, cocinar en casa, considerando alimentos como legumbres, papas, cereales integrales, fruta y verduras frescas. El aporte de estos alimentos radica en la fibra dietaria que contienen, nutriente que ha demostrado numerosos beneficios, en especial la mejora de la función intestinal y protección de la flora en colon.
-De la misma forma consumir lácteos bajos en grasa y huevo, que asegura el aporte de una proteína de buena calidad. Incluir varios tipos de carne bajos en grasa.
-Mirar etiquetas de los alimentos que hay en la despensa, fijarse en vencimientos y sus aportes nutricionales, y puntualizarse en las porciones de consumo y el aporte de grasa, azucares y energía que ellos significan.
-Y por último, considerar algo de actividad física que permita salir del sedentarismo que significa el teletrabajo tan en boga últimamente en gran parte de las organizaciones del país.
Si se logra incluir algunos de estos hábitos en este tiempo, se logrará también hacerlos parte de nuestra rutina, mejorar la nutrición y, por ende, evitar que se presenten en un futuro enfermedades o condiciones relacionadas con la malnutrición, como son la diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares. No es fácil la meta, pero creo es una gran oportunidad, que debemos aprovechar.
Una cuarentena total tardía y baja transparencia en los datos, son algunos de los factores considerados por expertos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago para sostener que el manejo del gobierno ha estado “al debe” ante la pandemia por COVID-19 en Chile.
Para el académico de nuestro Plantel y doctor en Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, EE.UU, Christian García, la decisión de mantener en confinamiento a casi toda la Región Metropolitana, ha sido una medida “reactiva” y no “preventiva”.
“El aumento en el porcentaje de positividad tenía una circulación activa cada vez mayor. A medida que buscábamos más, encontrábamos más casos, por lo tanto, creo que la medida (de confinamiento) está en la línea de lo correcto, nos va a permitir reducir los contagios. Probablemente tendrá que durar más de los que hubiese durado si hubiésemos hecho esto antes, pero siempre queda tiempo y una ventana, aunque sea pequeña, para proteger a la población y a las personas con enfermedades graves y prevenir muertes”, señaló.
No obstante, pese a que, a juicio de García, las decisiones han llegado tarde, consideró decisiones “positivas”, por ejemplo, la preparación anticipada de camas en Espacio Riesco o la compra de ventiladores, “que podemos discutir si eran más o eran menos, pero sí muestran un intento de tener mayor número de insumos para poder ofrecer estos servicios”.
“Ahora, no sabemos si estos insumos van a ser suficientes, pues está muy tensionado el sistema. Es evidente que si aumentan los contagios, aumentarán los casos graves que necesiten hospitalización y también los fallecidos. Por lo tanto, lo que podemos esperar es que las siguienes dos, tres o cuatro semanas, sean muy duras respecto a la atención de las personas”, agregó el académico.
A su vez, el egresado de la Usach y profesor vinculado a la Unidad de Bioética de la Escuela de Medicina, Andrés Garrido, quien trabaja en el Hospital del Salvador, consideró que, si en la evaluación global del sistema de salud en Chile, “incluimos el área de gestión y el rol del Ejecutivo, yo creo que se ha hecho mal”.
“Hay claramente una diferencia entre el equipo de salud que está en terreno trabajando, los grupos de epidemiólogos, organizaciones no gubernamentales que están queriendo aportar y decir algo y, por otro lado, el Ejecutivo”, aclaró .
“Sería muy injusto evaluar al sistema de salud, con sus miembros, incluyendo a los técnicos en particular, desde el personal auxiliar del servicio hasta los médicos y directores de hospitales. Acá hay claramente una diferencia entre el trabajo que estamos realizando en terreno, haciendo el seguimiento de los pacientes, educando a la población, atendiendo casos con todas las medidas de protección con las que disponemos que son bastantes limitadas, y la gestión a nivel político que creo está completamente al debe”, agregó
Para Garrido, que también colabora en la Dirección de Salud de El Bosque en el seguimiento de pacientes COVID-19 positivos, uno de los factores más preocupantes es la poca claridad en los datos.
“La publicación que hizo el medio Interferencia, del mapa modificado y los datos que no estaban siendo transparentados a la comunidad científica, ni a los tomadores de decisiones, yo creo que es gravísima”, sostuvo, agregando que, le parece particularmente preocupante situaciones como las de Recoleta, donde existía un desconocido número de contagios. “Espero que no haya habido una intencionalidad política al negarle (durante tantos días) la cuarentena”, expresó.
Finalmente, agregó que ante esta pandemia “nadie sobra”.“Lo mejor del sistema de salud son sus funcionarios comprometidos y su gran nivel. El éxito de lo que se viene depende de cómo cuidamos de nuestro equipo de salud, desde auxiliares hasta médicos”, subrayó.
Unas 20 disciplinas deportivas podrían retornar a las actividades, luego de establecerse una mesa de trabajo entre el Comité Olímpico de Chile (COCH), el Ministerio del Deporte y otros actores, producto de la emergencia sanitaria que mantiene paralizados los entrenamientos.
El presidente del Comité, Miguel Ángel Mujica, fue consultado respecto a la actual situación que viven los deportistas de alto rendimiento, muchos de los cuales mantenían su entrenamiento con miras a los Juegos Olímpicos de Tokio, Mujica dijo que “cambió mucho porque ya hay algunos clasificados (15) y otros que están por clasificar (unos 80) que no alcanzaron a hacer el preolímpico de clasificación, los que están con mucha ansiedad y las ganas de volver a entrenar sin saber cuándo se va a retomar. Lo que sí hay plazo hasta el 29 de junio de 2021 para hacer esos preolímpicos”, precisó.
Mujica aseguró que “los psicólogos, en esta pandemia, pasan a ser tanto o más importantes que un entrenador”, y que cuentan con una unidad de metodólogos para que estos jóvenes, por la ansiedad, no caigan en la depresión.