Desde el lunes 14 de marzo, la Universidad de Santiago de Chile retomó la totalidad de las actividades académicas presenciales en su Campus único, tras dos años de funciones remotas y esfuerzos institucionales para adaptarse a la nueva normalidad.
De esta forma, nuestra ciudad universitaria recibió a 23 mil estudiantes de las distintas carreras y programas pertenecientes a las ocho Facultades, la Escuela de Arquitectura y el Programa de Bachillerato, retomando la docencia presencial.
Una pieza clave dentro del repoblamiento del Campus ha sido el cuerpo docente que conforma nuestra comunidad; y es que tienen claro que las clases presenciales son fundamentales en el desarrollo académico y socioemocional del estudiantado.
En esta recuperación gradual de la vida universitaria, académicas y académicos dieron a conocer sus primeras impresiones luego de volver a impartir clases al interior de las aulas.
Una de ellas es la académica del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación, de la Facultad de Ciencia, Dra. Galina García Mokina, quien sostuvo que su primer día de clases “fue bastante ameno, porque no solamente hablamos de lo que vamos a hacer en el curso, sino que compartimos experiencias (…) poder hablar con ellos y compartir de forma cercana, es muy grato, porque ya no le hablamos a una pantalla y hay interacción”.
Para el académico del Departamento de Tecnologías de Gestión, de la Facultad Tecnológica, Cristóbal Moreno Muñoz, este retorno va más allá de la docencia presencial, de sentarse a hacer un trabajo o escuchar al profesor. “Esta vuelta va por generar un espacio de comunidad, de interacción y disfrutar la vida universitaria”, puntualizó.
En tanto, la académica de la Facultad de Derecho, Katherine González Navarro, indicó que su primera clase presencial fue a un curso con el que solo ha compartido en forma telemática. “Ha sido muy positivo ver cómo, sin perjuicio de todas las complejidades que tuvo el trabajo en esa modalidad, aprendieron y ahora participan con motivación en las clases”, agregó.
El Dr. Javier Echeverría Morgado, académico del Departamento de Ciencias del Ambiente, de la Facultad de Química y Biología, señaló que si bien como investigadores asistieron al Campus con relativa normalidad durante los dos años, fue para desarrollar investigación. “Ahora, en términos de docencia, significa una nueva experiencia porque los aforos aumentan y la interacción con el estudiantado es mucho más cercano, lo cual es también beneficioso para las carreras de índole más científico y que requieren presencialidad en los laboratorios”.
“A mí me encanta estar de vuelta porque encuentro que nada reemplaza el contacto personal con las/os alumnas/os (…) Si bien la preparación de las clases es básicamente la misma, esto es más interactivo y dinámico que una clase online, donde no teníamos permitido pedir encender las cámaras, por tanto, debíamos hacerle clases a una pantalla de computador”, destacó la académica del Departamento de Ing. en Obras Civiles, Facultad de Ingeniería, Pamela Jenkins Díaz.