- A través de un proyecto Fondecyt de Iniciación, el Dr. Humberto Verdejo, del Departamento de Ingeniería Eléctrica, busca demostrar que el sistema tiene la capacidad real para incorporar estas nuevas fuentes energéticas. “Sería una señal para darles un impulso definitivo”, remarca el investigador.
En el último tiempo se habla de la posible crisis energética a la que se enfrentará Chile en el corto plazo. Situaciones de sequía y el consiguiente impacto en las hidroeléctricas, ha aumentado de forma sostenida el precio de la energía. En este escenario, las autoridades buscan, más que nunca, nuevas formas para producirla y, en ese sentido, las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) se encumbran como la alternativa del nuevo milenio. Sin embargo, ¿los actuales sistemas están preparados para sus características?
Sobre este particular aspecto trata el Fondecyt de Iniciación del Dr. Humberto Verdejo, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la U. de Santiago de Chile. Este proyecto, cuyo nombre es “Small Signal Stability Analysis in Stochastic Linear Systems. Application to Chilean Interconnected System”, busca evaluar el impacto de las energías renovables no convencionales (ERNC) en la operación del sistema eléctrico chileno.
“En Chile hay un alto impulso a las ERNC y recién las estamos incorporando a gran escala como una alternativa energética. Si nosotros llegamos a demostrar que el sistema eléctrico nacional tiene la capacidad real para incorporar estas nuevas fuentes, sería una señal para darles un impulso definitivo”, destaca el académico.
Este estudio es una continuación del proyecto de Doctorado del Dr. Verdejo, que consideró los mismos aspectos pero en sistemas pequeños. Hoy se busca escalarlo al sistema real, utilizando las mediciones de los operadores del sistema y los datos históricos diarios en energías que surgen del mar, sol, viento, entre otras fuentes.
El profesor Verdejo explica que utilizarán “el cálculo de exponentes de Lyapunov. Además, a diferencia de otros estudios similares que usan un enfoque determinista, nosotros tenemos uno estocástico (probabilístico). Queremos capturar y modelar el comportamiento que presenta el sistema eléctrico en el tiempo para diferentes condiciones de operación, buscando proponer indicadores que permitan evaluar el impacto a nivel global de sistema”.
El proyecto consta de dos etapas. La primera, es la caracterización de las perturbaciones que afectan al sistema nacional, estimando la variación del viento, sol, consumo, etc., y la segunda, el análisis de los datos, observando su estabilidad y la propuesta de criterios que permitan evaluar el impacto desde un punto de vista económico y eléctrico.
No obstante, los resultados podrían ser adversos, pues según indica el académico, puede llegar a determinarse que el sistema nacional no tiene la capacidad para absorber este suministro de energía. Esto podría suceder, indica el académico, por el “retraso en la construcción de líneas y proyectos de largo plazo. A pesar de contar con muchas fuentes de generación, también existe un gran aumento de la demanda, y ambas cosas no van de la mano con el crecimiento del sistema de transmisión”.
El investigador grafica la situación con las carreteras concesionadas, señalando que “a pesar de que se cuente con un camino exclusivo de alta velocidad, son tantos autos los que ingresan a la autopista, que se avanza igual de lento que si se tratara de una vía normal. En el sistema de transmisión sucede lo mismo, a pesar de tener mucha generación de energía, ésta no se puede trasladar al centro de consumo, porque las líneas no tienen el ancho o la capacidad para transportarla. Eso es lo que se tiene con el actual sistema eléctrico”.