- Un estudio de la Cepal arrojó una disminución de las emisiones de material particulado fino en Santiago desde 2010, cuando ya operaba el Transantiago. Sin embargo, el académico de nuestra Universidad, Dr. Patricio Pérez, asegura que los índices en esta materia están estancados desde 2011, subrayando la necesidad de aplicar nuevas políticas para reducirlos.
El estudio "Evaluación de las mejoras ambientales en el transporte público de Santiago", desarrollado por investigadores de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), reveló que las emisiones de MP 2,5 se redujeron en un 16,9 por ciento desde el año 2010, gracias a la implementación del nuevo sistema de transporte público.
La medición comparó resultados ambientales, operacionales y aspectos económicos del sistema, mostrando que los buses del Transantiago emiten 22,3 toneladas anuales menos de MP 2,5 en comparación con las denominadas “micros amarillas”, que funcionaban antes en la capital.
Para el Dr. en Física y académico de la U. de Santiago, Patricio Pérez, este resultado es positivo, pero estaría más vinculado a las políticas vigentes para reducir los índices de concentración del material particulado fino, que al impacto producido por el cambio en el modelo de transporte.
Los planes de descontaminación han estado principalmente orientados al material particulado grueso, no obstante, el académico afirmó que “el impacto ha sido relativamente más importante en el material más fino, lográndose esta considerable baja de la que habla el estudio”.
A pesar de la caída en el índice, el investigador de la Facultad de Ciencia afirmó que la cifra no es tan alentadora, porque esta disminución se habría estancado en 2011, por lo que indica que “hay que incorporar nuevas medidas de descontaminación y no conformarse con estos resultados”.
Lo anterior, dado que el MP 2,5 es la fracción pequeña del material particulado y se encuentra en suspensión dentro de la atmósfera, producto de la combustión de motores, estufas a leña y carbón y procesos industriales. El Dr. Pérez explicó que “al ser pequeñas, pueden penetrar con más facilidad en el sistema respiratorio de los seres vivos, pudiendo llegar hasta los pulmones y, por lo tanto, alterar el normal funcionamiento del organismo, causando problemas respiratorios, cardiacos y hasta cáncer”.
Incorporación del Transantiago
Sobre la función del nuevo sistema de transporte, el especialista afirmó que la baja de las concentraciones de MP 2,5, producidas entre 2007 y 2010, cuando recién se implementaba el nuevo sistema, se podrían atribuir, a la combustión más limpia de los buses del Transantiago, en comparación con los microbuses amarillos que comenzaron a sacarse de circulación.
Patricio Pérez indicó que “los buses del Transantiago poseen un sistema de filtros de partículas que no estaban presentes en las micros amarillas. Por lo tanto, sus emisiones de material particulado MP 2,5 son bastante más bajas”.
Finalmente, el experto advirtió que si bien estas micropartículas mostraron una baja significativa, esto no es suficiente, por lo que las medidas para disminuir la contaminación ambiental deben continuar y propagarse en el tiempo.