La Universidad de Santiago de Chile, a través del Programa de Terapia Ventilatoria en Pacientes con SARS-COV-2 de la Facultad de Ciencias Médicas y su Escuela de Kinesiología, desarrolla un interesante trabajo de apoyo y contribución en la formación de profesionales de la salud que se desempeñan en estas áreas en el contexto de la pandemia global.
En palabras del director del programa, el académico Patricio Canales Salgado, la kinesiología intensiva ha tenido un desarrollo vertiginoso en los últimos 30 años al punto de ser imprescindible en el abordaje de pacientes críticos hoy en día.
El experto se refirió al trabajo diario que estos especialistas y su relevancia en el combate contra el COVID-19. “Básicamente abordamos a los pacientes desde el día 1 que llegan a la unidad de alta complejidad, esto contempla evaluación de la función pulmonar y de aspectos neuromotores en distintos niveles, posteriormente de acuerdo al requerimiento, nos encargamos de mantener de la mejor forma la función cardiorrespiratoria evitando su llegada al respirador mecánico” explicó.
Son múltiples las estrategias para impedir que el escenario más negativo llegue a los pacientes, entre las que se pueden mencionar la fisioterapia respiratoria, uso de dispositivos de oxigenación de todo tipo, de la ventilación mecánica no invasiva, del manejo de la vía aérea en la intubación y de la ventilación mecánica invasiva (esto incluye, la elección del equipo, programación, instalación, control permanente de la relación ventilador-paciente, y la retirada del dispositivo, que es lo que conocemos como weaning).
“Paralelamente a la terapia ventilatoria, los kinesiólogos trabajamos fuertemente en evitar el deterioro que genera la inactividad física, ya que esto afecta directamente en la sobrevida de los pacientes”, indicó el coordinador del Área Cardiorrespiratoria de la carrera de Kinesiología.
Un solo equipo de profesionales
Félix Vidal Carreño, profesor del área cardiorrespiratoria y kinesiólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, comentó que el profesional de la kinesiología es parte indivisible del equipo multidisciplinario de una UCI y su rol es fundamental para lograr los mejores resultados con los pacientes críticos de una unidad de alta complejidad.
“Dentro de su formación, los kinesiólogos adquieren herramientas cognitivas y habilidades blandas que les permiten enfrentar y liderar procesos complejos en la atención crítica. A diario y sobre todo en esta pandemia, el trabajo es en equipo y debemos actuar muy sincronizadamente, tanto con la enfermera, el médico, TENS y fonoaudiólogos; solo de esta manera, los resultados serán mucho más alentadores”, expresó el experto.
Por otro lado, el trabajo coordinado permite minimizar los riesgos de contagio entre el equipo de salud. En contexto de COVID positivo, el abordaje es muchas veces de manera conjunta, favoreciendo múltiples procesos como lo son la deglución, el habla, la activación en cama o a posiciones verticales.
“Es frecuente en estos pacientes que deterioran su oxigenación de manera dramática, que asumamos precozmente la posición en decúbito prono cuando los pacientes están vigiles o también cuando se encuentran ventilados mecánicamente. Dicho proceso debe ser guiado por los kinesiólogos de la unidad, bajo estrictos protocolos de seguridad y que involucran una buena parte del personal”, explicó el también integrante del directorio de la división de kinesiología de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva.
Atención de urgencia
Manuel Gálvez Reyes, académico especialista del área cardiorrespiratoria y kinesiólogo clínico del Hospital San José, aseguró que en el contexto de emergencia, la disciplina ha cobrado más que nunca un valor fundamental para hacer frente a la crisis sanitaria que vive el país.
“La terapia ventilatoria para un kinesiólogo comienza en la urgencia, enfrentando la compleja situación que viven los pacientes con Coronavirus. La evaluación objetiva de la demanda respiratoria por parte del profesional kinesiólogo, permite asistir criteriosamente con los distintos dispositivos que tenemos a disposición”, explicó.
En ese escenario, las y los profesionales se han visto enfrentados en la salud pública a una realidad en la cual, la creatividad, el orden y el conocimiento se hacen primordiales para asegurar una calidad en la atención cuando los recursos se vuelven escasos, lo que en muchas ocasiones ha logrado generar flujos de atenciones adecuadas.
“La kinesiología en unidades de emergencia intenta poner al servicio del país, lo mejor que tiene esta profesión, reafirmando el compromiso basado en el conocimiento, especialmente para quienes más lo necesitan”, concluyó el académico.