El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio anotó una variación mensual de 0,2%, superando las proyecciones del mercado, que estaban en el rango de 0% a 0,1%, acumulando una inflación de 1,4% en lo que va del año y 1,7% en doce meses.
Para el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Víctor Salas, los resultados dan a entender que los precios se encuentran presionados y en proceso de ajuste a la baja en términos anuales, lo que genera un escenario complejo. “Si los precios son cada vez más bajos, los ingresos de los productores no van a permitir pagar insumos y salarios”, explica.
Por eso, advierte que el Banco Central, en su próxima reunión a mediados de mes, terminará “bajando la Tasa de Política Monetaria, para generar mayor demanda, a fin de que los precios se estabilicen en un nivel un poco más alto, que es la meta que tiene el BC, de 3% en dos años”, asegura.
De acuerdo a Salas, esta baja será de 0,25, debido a la cautela del BC. No obstante, indica que lo ideal sería bajarla en 0,50, para enviar un mensaje de preocupación al mercado.
“El mes pasado, tuvimos -0,4% de crecimiento de los precios y ahora tenemos un +0,2%”, grafica Salas en alusión a lo cercanas que se encuentran las cifras de alcanzar una inflación de 0%, donde “cualquier pequeño movimiento, que son los movimientos libres del mercado en materia de precios, puede provocar efectos fuertes en la economía”, enfatiza.
A su juicio, lo ideal habría sido que el IPC de julio anotara una variación mensual de 0,4% o 0,5%. Sin embargo, señala que una inflación de 1,7% en doce meses es una señal de desequilibrio macroeconómico.
“Está bastante lejos de la meta inflacionaria del BC, pero le deja espacios para intervenir y, con ello, la posibilidad de salir de una situación compleja, que constituye otro de los problemas que tenemos en el país: estamos creciendo muy poco”, concluye.