Uno de los proyectos adjudicados en el Fondo VIME 2023 que se ejecutarán este año reúne a la Facultad de Química y Biología y al Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación Vertebral de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem).
Se trata de la propuesta multidisciplinaria “Vinculación Usach-Centro de Investigación, Desarrollo e innovación Vertebral Coaniquem: Diseño de apósitos antibacterianos para el tratamiento de heridas” la que, durante un año, buscará diseñar apósitos que ofrezcan un microambiente que promueva la cicatrización de heridas y que, en paralelo, actúen como una barrera de protección ante las infecciones dermales.
El grupo de investigación de nuestra Casa de Estudios lo integran estudiantes de la carrera de Química y Farmacia; del Doctorado en Química ; e investigadores de la Unidad Mayor.
La colaboración, que tiene como contraparte al grupo de Investigación Vertebral a cargo de la investigadora María Teresa Ulloa, surge de la necesidad encontrar una solución a las más de 80 mil quemaduras que sufren niñas y niños al año, a partir de nanocompuestos que serán utilizados como andamiajes biocompatibles.
“Los andamiajes biocompatibles son estructuras porosas tridimensionales donde las células pueden crecer y formar tejidos, siendo su objetivo principal regenerar el tejido dañado y prevenir infecciones”, explicó el investigador del Departamento de Ciencias del Ambiente de la Facultad de Química y Biología y responsable del proyecto, Dr. Jonathan Andrés Ortiz.
En la actualidad y en el mercado, explicó el investigador, los tratamientos para heridas por quemaduras son susceptibles a infecciones y “consisten en apósitos de un valor muy elevado” y, además, “generalmente no tienen una buena ventilación por lo que acumulan humedad lo que favorece la proliferación de bacterias y retrasa el tiempo de cierre de la herida”.
En ese mismo sentido, según la investigadora María Teresa Ulloa, en la actualidad existe la necesidad de desarrollar alternativas de tratamiento en infecciones de piel, especialmente en heridas generadas por quemaduras altamente susceptibles a la infección .
“Es por eso que resultó muy natural generar la asociación para aportar con nuestra experiencia de realizar el estudio de la actividad antimicrobiana de los apósitos a partir de nanocompuestos” , agregó
“En este periodo, nuestro grupo de investigación se encontraba desarrollando un biocompuesto antimicrobiano para la prevención y/o tratamiento de infecciones de piel y tejidos blandos enmarcado en un proyecto Corfo Etapa 3. En este contexto, nos contactamos con el profesor Ortiz, dada su experiencia en la preparación de matrices de biopolímeros y nuestra cercanía por una historia de colaboración previa sobre estudios de actividad antibacteriana de diversos biopolímeros en mi laboratorio de Microbiología de Facultad de Medicina de la Universidad de Chile”, relató.
La experiencia de trabajo asociativo de Coaniquem es amplia e incluye numerosos proyectos entre los que se encuentran instituciones como: Duoc UC ; la Universidad del Desarrollo y el Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad ACHS; y el Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad entre muchas otras, siendo este proyecto VIME el primero realizado en la Universidad de Santiago.
“Esperamos validar, desde el punto de vista microbiológico, la actividad antimicrobiana de los apósitos, así como también que estos permitan crear un microambiente que promueva la cicatrización de heridas. Queremos seguir esta línea de desarrollo en el tiempo pues estos nanomateriales pueden presentar gran plasticidad en su formulación y llegar a ser muy versátiles en su aplicación, por lo cual existe una gran posibilidad de continuar nuestra colaboración”, indicó la investigadora.